Cerca de un centenar de indígenas embera llegaron las últimas horas al parque Tercer Milenio, en el centro de Bogotá, debido a que fueron desalojados de los pagadiarios en los que residían, en la localidad de Ciudad Bolívar. La realidad, de acuerdo con esta comunidad, es que tampoco tienen para pagar un arriendo, situación por la que ya habían pasado 450 miembros el año pasado, quienes acudieron al mismo parque para solicitar ayudas al Distrito.
Son, al parecer, 20 familias las que llegaron al Tercer Milenio debido a la crisis económica. Y en el lugar ya se encuentra la subdirectora de Comunidades Étnicas de la Secretaría de Gobierno, para analizar la situación de los indígenas. Lo que verificará el Distrito es si estos ciudadanos están dentro de las bases de datos de transferencias para el pago de arrendamiento, con el que desde el 2020 se está ayudando a algunos pobladores de la capital tras la pandemia.
La Secretaría de Gobierno aseguró que también está atendiendo el caso de diez adultos, 13 menores, una gestante y un adulto mayor que fueron desalojados de sus pagadiarios en la localidad Santa Fe el pasado miércoles 13 de marzo. El Distrito, además, pidió a la Unidad de Víctimas “mayor compromiso y reacción oportuna en la atención a esta población indígena”.
<b>450 indígenas vivieron en cambuches en el Tercer Milenio, en 2020</b>
Luego de tres meses de vivir en cambuches a las afueras del parque Tercer Milenio en Bogotá, un grupo de 450 indígenas de la comunidad embera katío y chamí llegaron llegó a un acuerdo con el Distrito para abandonar el lugar, el 30 de octubre de 2020.
De este acuerdo se generaron cinco compromisos, entre los que se destaca el pago de arriendos por un periodo de cuatro meses. El pacto se realizó entre la Alta Consejería para las Víctimas, la subdirección de asuntos étnicos e Integración Social con 15 de los líderes embera y estableció que el gobierno distrital debe pagar los arriendos a las familias que habían ocupado ese espacio público, así como entregar mercados en noviembre y diciembre.
Integración Social, por su parte, asumió la entrega de bonos de emergencia social durante cuatro meses a las familias identificadas en el lugar, luego de que encuentren un lugar para arrendar.
Siete días antes del acuerdo final, ya se había logrado avanzar en la concreción de algunos acuerdos que permitirán levantar progresiva y transitoriamente la toma de este lugar. Estas medidas implicaron que durante cuatro meses, mientras avanza el plan de retorno, con el liderazgo de la Unidad Nacional de Atención y Reparación de Víctimas y demás entidades del sistema, pudieran tener un lugar de arriendo, así como la entrega de canastas alimentarias y bonos de Bogotá Solidaria en Casa.
En ese entonces la Alta Consejería dijo que los indígenas fueron ubicados en las localidades de su preferencia y en viviendas propuestas por la propia entidad distrital:
“Los contratos fueron firmados entre los arrendadores y las familias embera que se encontraban en el parque Tercer Milenio. Los recursos están siendo cancelados directamente a los arrendadores por un operador contratado por la Alta Consejería”.
Al menos 450 indígenas estaban viviendo en cambuches improvisados en el parque Tercer Milenio. La mayoría llegaron desde Risaralda y fueron víctimas del conflicto armado. De hecho, llegaron allí luego de haber recibido amenazas de miembros del Eln y paramilitares, en enero de 2020.
Aunque en agosto se acordó el traslado de los embera al hospital transitorio de Corferias, al llegar les impidieron el ingreso, ya que allí solo se atienden pacientes infectados con COVID-19.
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