En la audiencia pública del pasado viernes 12 de marzo, de la Comisión Quinta de la Cámara de Representantes, el ingeniero de petróleos y profesor de la Universidad Industrial de Santander, Óscar Vanegas, denunció que la empresa Ecopetrol habría hecho trabajos de fracking sin la respectiva licencia ambiental.
De acuerdo con la intervención del ingeniero, se conoce la existencia de un informe de perforación, presentado ante la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), en el cual se indica que el pozo piloto Cira 7000, ubicado en el Magdalena Medio, tendría autorización de perforación que data del 4 de enero del 2019.
Aún así, en otro reporte de la multinacional Occidental Petroleum Corporation NYSE, OXY, se detalla que el pozo fue perforado en diciembre de 2018, antes de recibir la autorización. Además, en la placa de registro del pozo CIRA 7000, que hoy se encuentra abandonado, la fecha de perforación es del 30 de enero del 2019, datos que podrían revelar una presunta irregularidad.
Pero esto no es todo, porque esta placa es un indicativo de el pozo tiene sección horizontal de más de 3 mil pies, pero fue presentado como un pozo de exploración para producción como si fueran yacimientos convencionales.
Según el relato de Vanegas, durante la audiencia, esta exploración piloto que habría realizado Ecopetrol, sería un engaño ante la ANH y a la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), debido a que dicha actividad necesita una licencia ambiental para ejecutarse.
El ingeniero también aseguró en su intervención que estos aparentes pilotos no representan los impactos reales que traería el fracking en Colombia, ya que la empresa planea realizar perforaciones, para extraer gas de esquisto, un tipo de hidrocarburo no convencional que se encuentra atrapado en capas de rocas del subsuelo, en miles de pozos donde se encuentran los diferentes yacimientos no convencionales del país.
<b>Colombia, en contra del fracking</b>
El pasado mes de febrero, el periódico económico Portafolio dio a conocer los resultados del último Barómetro Petrolero, la encuesta organizada por la Asociación Colombiana del Petróleo que busca medir la percepción que tienen los colombianos sobre la industria. Allí, el 32 por ciento de los habitantes del país señaló que quiere participar en las decisiones sobre el fracking.
La cifra, que busca ofrecer una noción sobre la viabilidad social de este tipo de iniciativas, llega justamente después de numerosos comentarios, protestas y hasta amenazas por el inicio este año del primer Proyecto Piloto de Investigación Integral de Fracking (PPII) en Puerto Wilches, Santander.
Gracias al mismo, se determinó que el 74 por ciento de los colombianos consultados consideran que la industria petrolera es importante para el país, mientras que el 60 por ciento se declaró de acuerdo con darle más impulso al sector para que se convierta en un pilar de la reactivación económica luego de la pandemia del covid-19.
Eso, sin embargo, hace referencia a las técnicas tradicionales de extracción pues, de acuerdo con el diario colombiano, la información cambia drásticamente cuando se habla del fracking. De hecho, el 73 por ciento de los encuestados no está de acuerdo con que se adelante esta práctica en sus municipios. Para contrastar, el 18 por ciento de los colombianos se declararon indecisos sobre si aceptarlo o no, mientras que en 2020 solo 9 por ciento declaró lo mismo.
La cuestión se hace mucho más evidente cuando se observan los resultados del escenario piloto, pues el 69 por ciento de la población muestreada en Puerto Wilches se mostró en desacuerdo con la ejecución del proyecto dentro de su territorio.
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