La Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia informó, este jueves 11 de marzo, que abrió un proceso penal en contra del senador de Colombia Humana, Armando Benedetti, por acusaciones de presunto enriquecimiento ilícito. Por este motivo, el congresista ya fue llamado a indagatoria.
De acuerdo con el alto tribunal, el parlamentario aumentó su patrimonio en casi 3.000 millones de pesos gracias a dinero que al parecer no proviene de su labor como congresista de la República de Colombia, cargo que ha ostentado durante casi dos décadas.
El caso, informó el diario El Espectador, fue propuesto por la magistrada Cristina Lombana, quien a través de una investigación determinó que a Benedetti le ingresaron, entre 2002 y 2018, millonarias sumas de dinero que no puede justificar con el sueldo que obtiene por su labor en el Senado de la República.
De acuerdo con dicho diario, el documento que detalla la decisión de la Corte afirma que, el legislador recibió en 2009 una suma de 169 millones de pesos adicionales a los ingresos reportados por su sueldo de congresista. Para 2014, la cifra fue de 76 millones de pesos a los que se les suman otros 17 millones de pesos adicionales, registrados en 2015. Para 2016, se registraron 717 millones de pesos extra. Todos los montos, aseguran, sin justificación.
El agravante es que, en las declaraciones de renta de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales de Colombia, DIAN, de donde salen esas cifras, se lee que la única actividad económica de Benedetti es, precisamente, la de congresista. En otras palabras, se desconoce de dónde provino el dinero extra.
Esas suposiciones fueron corroboradas con una solicitud hecha por el tribunal al Senado y la Cámara de Representantes para tener acceso los registros de los salarios recibidos por el parlamentario por su labor en ambas corporaciones desde su ingreso en 2002.
Así, y según El Espectador, la comparación entre ambas fuentes de información y lo que se pudo conocer de sus movimientos bancarios demuestra que las cuentas no dan. De hecho, el desfase es de 2.919 millones de pesos que no se sabe de dónde salieron.
Otros movimientos sospechosos sobre los que Lombana ya pidió expedientes, tienen que ver en primer lugar con Ruby Corredor, una exintegrante de la Unidad de Trabajo Legislativo (UTL) de Benedetti que también es investigada por enriquecimiento ilícito y lavado de activos.
Dicho proceso es adelantado por la Fiscalía General de la Nación desde finales de 2019 y se sustenta en datos del Banco de la República. Según estos, la exfuncionaria hizo movimientos por 465.588,99 dólares entre 2010 y 2017, como la compra de un apartamento de 1.600 millones de pesos en el barrio El Retiro, de Bogotá. A los pocos días terminó cediéndolo a su entonces jefe.
Según el ente acusador, Corredor compró el apartamento de forma legal, pero no tiene manera de acceder a esa cantidad de dinero, ni supo justificarla cuando se le cuestionó por la misma. De hecho, el inmueble terminó pagándose con un cheque girado por la empresa Factoring Servimos, que ahora es investigada por posibles nexos con Benedetti.
Por otra parte está Elsy Mireya Pinzón, quien hizo giros a países como Suiza, Panamá, Estados Unidos y Hong Kong por una suma de 1.170 millones de pesos a nombre del senador con destino a su esposa, Jaifa Mezher Elkareh, y a su hijo. Benedetti confirmó en versión libre que este último recibió, por al menos once años, unos 7 millones de pesos mensuales por concepto de manutención en el exterior.
Finalmente, y como parte del esclarecimiento de la situación, la Corte también solicitó a las autoridades de Estados Unidos que les envíen información sobre las cuentas bancarias que Benedetti tiene en el Citibank de Nueva York. De acuerdo con El Espectador, se quiere determinar fecha de apertura de la cuenta, movimientos financieros, extractos, nombre de las personas autorizadas para hacer transacciones, entre otros detalles.
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