Tras no haberse podido entregar voluntariamente en la mañana de este miércoles 10 de marzo, las autoridades colombianas finalmente oficializaron la captura de Francisco Ricaurte, expresidente de la Corte Suprema, hallado culpable de participar en el ‘Cartel de la Toga’, un esquema diseñado para recibir coimas a cambio de fallos favorables.
El trámite de captura fue oficializado por la Fiscalía General de la Nación, que envió a agentes del CTI a realizar dicho procedimiento, para posteriormente trasladarlo a la sede de Paloquemao del ente acusador, donde se espera que pase la noche mientras se define el centro de reclusión al que será enviado.
La diligencia se da luego de que, el pasado 9 de marzo, el Juzgado 10 Penal del Circuito, que halló culpable a Ricaurte por los delitos de concierto para delinquir, cohecho por dar u ofrecer, utilización indebida de información privilegiada y tráfico de influencias de servidor público, advirtiera que la orden de captura podía tardar hasta cuatro días en ser expedida formalmente por el Centro de Servicios del complejo judicial de Paloquemao.
A pesar de esa información, Ricaurte había intentado entregarse en horas de la mañana de este miércoles, precisamente en esos juzgados, a donde llegó en compañía de su abogado, Juan Sebastián Fajardo.
Desde allí, el procesado afirmó a Semana: “Llegué pero me dicen que aún no están dados los requisitos para la expedición de la orden de captura. Jamás hice parte de una organización criminal. Jamás di u ofrecí dinero a ningún servidor judicial de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema. Jamás intercedí ante la Corte Suprema de Justicia en beneficio de ningún congresista aforado investigado por la sala penal de la Corte Suprema”.
Por su parte, el apoderado del que llegó a ser el hombre más poderoso de la rama judicial indicó a esa revista que, su cliente acudió a entregarse, pero no lo recibieron porque supuestamente no está lista la orden de captura inmediata y agregó que “se ha hablado de un Cartel de la Toga, que supuestamente existió una organización criminal para garantizar fallos en la Corte. No existe una sola absolución ni preclusión, ni archivo, que se hubiera dado en el marco del mal llamado Cartel de la Toga”.
Mientras esperaba la finalización del proceso, Ricaurte aprovechó para atacar al testigo estrella de la Fiscalía en el caso del ‘Cartel de la Toga’, el exfiscal anticorrupción Gustavo Moreno. El exmagistrado afirmó: “jamás recibí ningún tipo de dinero por parte de Moreno; no tenia por qué recibirlo, porque Gustavo Moreno era autónomo e independiente en su proceso. No se puede perder de vista que Gustavo Moreno es un mentiroso experto, superó con éxito uno de los polígrafos más avanzados, realizado por la Embajada americana para poder entrar a un cargo”.
Ricaurte fue encontrado culpable y condenado por los cuatro delitos relacionados con conformar una organización criminal al interior del sistema judicial, el pasado martes 9 de febrero.
En la audiencia, su abogado aseguró que el implicado estaba dispuesto a entregarse a las autoridades pero que seguiría manifestando su inocencia por los crímenes de que lo acusan. Así mismo, en la audiencia, la Fiscalía solicitó una pena de 24 años de prisión que se cumpla en centro carcelario y pidió igualmente que se le imponga una multa de 562 salarios mínimos.
Desde 2017, Ricaurte fue vinculado al proceso por presunta corrupción en el escándalo antes mencionado y ahora, tras varias audiencias, fue sentenciado por conformar, presuntamente, una organización criminal al interior del sistema judicial.
La Fiscalía le imputó los delitos concierto para delinquir y cohecho al exmagistrado, Francisco Ricaurte, los mismos delitos por los que ahora fue condenado.
El jurista encargado del caso encontró culpable a Ricaurte por la red de sobornos que desarrolló durante su jefatura en el tribunal; además, de cometer hechos de corrupción de en la Sala Penal de la Corte. Con dicha sentencia, Ricaurte se convierte en el primer condenado por el Cartel de la Toga, cuya responsabilidad no fue aceptada por el exmagistrado, asegurando que no colaborará con la justicia.
Durante el juicio, el juez analizó las declaraciones de los testigos que fueron interrogados por la Fiscalía y la defensa de Ricaurte y con dichos testimonios logró determinar la existencia de la red criminal que investigaba la Fiscalía y de la que la Corte habría emitido varios juzgamientos.
“A Francisco Ricaurte le era exigible que su comportamiento se ajustara al ordenamiento legal y constitucional pues contaba con la ilustración y suficiente conocimiento para comprender el alcance y las consecuencias al contrariar el ordenamiento jurídico legal, por ello es susceptible del reproche penal por lo que hizo y se probó en este juicio oral”, manifestó el juez.
Además, el juez dijo que tras el exhaustivo análisis del material probatorio, se comprobó que existió una red criminal dentro de la Corte en la que se beneficiaba a servidores públicos que eran investigados por corrupción, bajo el liderazgo de Francisco Ricaurte y otros funcionarios como Luis Gustavo Moreno y el exfiscal Alfredo Betín.
“Como estrategia diseñada por la organización criminal, concierto para delinquir, con los mal llamados clientes de dicha organización bajo el manto protector de su líder doctor Francisco Javier Ricaurte o a quienes se acercarán a dicha organización criminal”, precisó el juez.
A pesar de lo dicho por la defensa de Ricaurte, se estima que el próximo 25 de marzo el juez décimo de conocimiento de Bogotá fijará la sentencia que deberá pagar.
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