La empresa colombiana Pideka anunció que por primera vez se llevó a cabo un envío comercial de cannabis medicinal con THC desde sus cultivos bajo techo en Tocancipá hacia México. Este país puede llegar a representar un mercado de US$20.000 millones, yaque tiene cerca de un millón de pacientes potenciales aptos para tratamientos con estos componentes.
“Este es un paso muy importante que hemos podido dar de la mano de ProColombia y otras entidades del Gobierno de Colombia, por lo que abre la puerta para consolidarnos en un mercado tan importante como el mexicano, para venderle al sector público o privado el aceite de cannabis medicinal con THC”, comentó Borja Sanz de Madrid, presidente de la empresa en Colombia.
Pideka es una compañía creada en Colombia con inversión canadiense, española, norteamericana y latinoamericana para la producción de fármacos de cannabis.
Paradójicamente, la pandemia del COVID-19 causó que el uso del cannabis y su industria tuviera aumento en su uso y, respectivamente, en su producción. Los países que notaron este incremento fueron, principalmente, Canadá y Estados Unidos. Gran parte de la marihuana medicinal que llega a estos países es cultivada en Colombia.
La compañía aseguró que en los próximos dos a tres años podría estar exportando desde Colombia entre US$80 millones y US$100 millones en cannabis medicinal con THC, al tener en cuenta que un litro del producto puede costar cerca de US$45.000.
“Este es un rango conservador, basado en las cantidades de litros que tenemos al año, los cuales iremos aumentando progresivamente. Vemos una gran demanda en México y le apuntamos a atender también el mercado europeo, donde ya hemos visto el interés por parte de empresas farmacéuticas de Dinamarca e Inglaterra. Una vez Asia empiece a tener sus primeras legalizaciones, puede ser un continente muy importante en cuanto a demanda. En ese sentido, le apuntamos a ser uno de los jugadores principales a nivel mundial, gracias a nuestro modelo de eficiencia”, indicó Sanz de Madrid.
Algo que ha ayudado a que en diferentes partes del mundo se legalice el uso y el consumo de cannabis, tanto de manera recreativa como medicinal, es que la comisión de estupefacientes de las Naciones Unidas, después de considerar los argumentos presentados por la Organización Mundial de la Salud, en una votación muy estrecha, decidió reclasificar esta planta, retirándola del Anexo IV del tratado de la convención de drogas de 1961- clasificación reservada para sustancias con potencial adictivo sin beneficios médicos conocidos- e incluyéndola en el Anexo I. Esta decisión reconoce el valor terapéutico de esta planta medicinal, y deja de considerarla como “particularmente susceptible de abuso y de producir efectos nocivos”.
Ahora, en el caso de Colombia, después de cuatro años de la puesta en vigencia de la ley 1787 de cannabis para uso médico y científico, los pacientes de este país comenzaron a recibir tratamientos coadyuvantes con preparaciones basadas en el cannabis medicinal. Esto ha sido gracias a que, por medio de clínicas operadas por compañías productoras de cannabis medicinal, se comenzó a utilizar de manera complementaria para tratar dolencias como el dolor crónico y aflicciones neurológicas.
Para marzo del año pasado, el Invima dio un registro sanitario para la comercialización de un medicamento basado en cannabidiol, uno de los componentes no psicotrópicos de la planta del cannabis a una compañía local. Este compuesto estaría indicado en el tratamiento de epilepsia refractaria pediátrica ocasionada por las encefalopatías epilépticas de Lennox Gastaut y Dravet. Por sus características anti-inflamatorias, este mismo compuesto está siendo investigado en varios centros en Canadá, Estados Unidos y Brasil como un potencial tratamiento para el proceso hiper-inflamatorio que acompaña los casos moderados y severos de Covid-19.
La industria del cannabis en Colombia se encuentra avanzando a paso lento. En mayo del 2020, el Ministerio de Justicia otorgó, por primera vez, una autorización para la exportación de 100,000 semillas de cannabis con destino Denver, Colorado. Las exportaciones de cosméticos que incluyen el componente no psicotrópico CBD también se aceleraron en el 2020, principalmente con destino a los Estados Unidos.
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