Manuel Ubaldo Jauregui, sacerdote colombiano de 36 años, fue asesinado en Luanda, capital de Angola, luego de un accidente de tránsito. La noticia fue dada a conocer por la Iglesia católica y confirmada por su familia este 8 de marzo.
El sacerdote cucuteño llevaba seis años prestando sus servicios como misionero en el país africano y perdió la vida debido a la gravedad de las lesiones generadas en un ataque.
Lo que explicó el presbítero Israel Prado, vicario general diócesis de Cúcuta, a Blu Radio fue que al finalizar su trabajo pastoral en Luanda, Jauregui salió a comprar hamburguesas cuando chocó su vehículo con una motocicleta.
“Cuando el padre se bajó a revisar qué había sucedido, el señor de la moto le dio siete puñaladas que fueron mortales, porque el padre no alcanzó a llegar con vida al hospital”, explicó Prado al medio radial.
La versión del presbítero Israel Prado fue compartida por el sacerdote Hernán Pinilla, director de comunicaciones de los Misioneros de Yarumal, congregación de la Iglesia católica fundada en 1927 a la que pertenecía Jauregui, quien le dijo a Caracol Televisión:
“Terminaba una reunión de trabajo, iba a parquear el carro para comer algo y golpeó una moto que estaba parqueada en el lugar. Parece que no fue nada grave, pero el dueño de la moto reaccionó con unas personas y no sabemos la reacción de él, pero nos dicen que se abalanzaron contra él y le propinaron varias cuchilladas”.
Ambos sacerdotes también confirmaron que a Manuel Ubaldo Jauregui alcanzaron a trasladarlo a un centro asistencial luego de que fuera atacado con arma blanca. No obstante, consecuencia la gravedad de las heridas, falleció. Entretanto, el agresor, fue capturado por las autoridades y está bajo custodia.
A Caracol Radio, Luz Marina Vega, madre del sacerdote que se formó en el barrio Cuberos Niño de Cúcuta, le manifestó que lo más difícil del asesinato de su hijo es que se haya dado en la distancia, razón por la que le embarga la incertidumbre.
“El siempre fue una buena persona, vivió para servir a la comunidad y nos duele su partida, y más en estas condiciones en donde está, tan lejos. No sabemos qué va a pasar ahora y necesitamos la ayuda del Gobierno para traerlo hasta esta región de frontera”, manifestó Vega.
De la vocación del sacerdote Manuel Ubaldo Jauregui por ayudar al prójimo también habló Víctor Ramírez, quien lo conoció hace 20 años, en el grupo juvenil de la iglesia san Juan María Vianey: “Era muy extrovertido, líder de comunidad. Ayudaba mucho a la gente”.
Aunque Caracol Radio asegura que los familiares piden ayuda a la Cancillería colombiana para la repatriación, que puede complicarse por la coyuntura de la pandemia, el sacerdote Pinilla le dijo a Caracol Televisión que no tiene claridad sobre lo que va a pasar con los restos de Jauregui, si bien considera que puedan ser dejados en Angola, como ha ocurrido en otros dos casos de curas fallecidos, uno en un accidente de tránsito y otro por paludismo.
Angola es un país en el suroeste africano que limita con Zambia, Namibia, Botsuana, Gabón y Congo. Con cerca de 31 millones de habitantes, esta nación se independizó de Portugal en 1975.
SEGUIR LEYENDO: