La Corporación Humanitaria Justicia al Derecho denunció que, en la comuna 16 de la ciudad de Medellín, ha habido un aumento de casos de reclutamiento forzado en menores de edad. La corporación explicó que su llamado a las autoridades se da después de que los habitantes del sector informaran de la incorporación ilegal de los menores por parte de bandas criminales.
De acuerdo con información divugada por el periódico El Tiempo, Julio César Rengifo, analista del conflicto y defensor de derechos humanos de esta corporación explicó que: “Este año 2021 nos preocupa la situación que se viene dando porque nos llaman las familias, nos llaman los mismos jóvenes frente a lo que están viviendo. Son reclutados o son obligados sus niños, niñas, sus jóvenes a pertenecer y a ser utilizados para estar al servicio de estas bandas criminales en este caso particular en Belén, en la periferia de Belén, en El Rincón y La Capilla, además en el corregimiento de Altavista en la vereda El Manzanillo”.
Dentro de la comuna 16 hay un choque social, pues en esta parte de la capital antioqueña hay estratos bajos, desde el 2, y altos, que va hasta el 5. Los jóvenes de los estratos bajos son los que más afectados se ven por estos grupos ilegales.
Según esta corporación, en casi diez de los sectores de la Comuna 16 utilizan entre 15 a 20 menores de edad para realizar actos ilegales. Los barrios en los que más reclutan es en Los Joaquinillos, en Belén Rincón; Las Mulas y Los Chivos, en La Capilla y Manzanillo; y Los Pájaros en Belén Zafra-Sucre.
Según Rengifo, la manera de “enganchar” a los menores lo están haciendo en las fiestas que organizan los fines de semana en las que incitan y obligan a los jóvenes a consumir cocaína, conocida como tusi. “Se hacen los famosos toques o rumbas de guaracha y de esta música juvenil donde los incitan y los obligan al consumo del famoso tusi y por ende ahí los enganchan para obligarlos a estar al servicio”, añadió el analista.
A los menores de edad los ponen a trabajar para diferentes cosas. Algunos están de ‘camperos’, es decir, son aquellos que se hacen en diferentes puntos del barrio para que, por medio del celular o de walkie talkies, avisen cuando llega la Policía a realizar requisas. Por otro lado, los ponen de jíbaros para traficar drogas o armas; y hasta los entrenan para ser sicarios.
De acuerdo con información de la Personería de Medellín, entre enero y octubre del año pasado, los grupos ilegales reclutaron a 22 menores de edad en el departamento de Antioquia, 16 de ellos en Medellín. Esto se representó en un incremento del 50 % en los casos de reclutamiento de menores de edad, con respecto al 2019. Y con este estudio se determinó que entre el 15 y el 20 por ciento de las bandas que delinquen en Medellín, tienen entre sus filas a menores de edad.
El hecho de conseguir dinero ‘fácil’ ha causado que más jóvenes decidan trabajar o involucrarse de alguna manera con estos grupos ilegales. “De allí la necesidad de fortalecer la implementación de programas sociales, formación para el trabajo en todo el territorio y crear condiciones laborales para esta población”, comentó Dayana Vanegas Londoño, personera delegada de la Unidad para la Protección del Interés Público, según información de El Tiempo.
Rengifo plantea las mismas medias para esta situación: “No se trata de que tiene que haber denuncias para hacer algo contra estas bandas criminales sino que debe haber una intervención integral y real en los barrios donde se da este flagelo grave para la ciudad y para el país”.
De acuerdo con una investigación de la Universidad Eafit, en Medellín hay alrededor de 350 grupos, la mayoría subordinados a entre 15 y 20 bandas criminales. En esa investigación se explica que los niveles de ‘gobierno criminal’ varían mucho a lo largo de Medellín ya que en algunos barrios los ‘combos’ ejercen como la autoridad, los cuales tienen una mayor cercanía con la población de la ciudad ya que ejercen más funciones el Estado.
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