Hombres armados, a bordo de una motocicleta, al parecer, son los autores de tres homicidios sucedidos entre el 2 y 3 de marzo en la localidad de Sumapaz. Los asesinos preguntaron con nombre propio por sus víctimas y posteriormente las asesinaron.
A raíz de esos hechos, el personero de Bogotá, Julián Pinilla Malagón, alertó a las autoridades de una posible nueva ola de violencia y conflicto en la comunidad rural de la capital, que no se vivía desde 2013.
“Solicitamos a las autoridades que aumenten el acompañamiento en la localidad de Sumapaz, ante una posible ola de violencia y conflicto. Los días 2 y 3 de marzo fueron asesinadas tres personas en menos de 48 horas, hechos repudiables que alteraron el orden público y la tranquilidad de los habitantes”, señaló Pinilla.
El jefe del Ministerio Público Distrital señaló que la comunidad tiene miedo y por esa razón envió una carta este domingo a la Alcaldía de Bogotá, la Policía, el Ejército y la Fiscalía General de la Nación “para que desde su competencia se generen de forma inmediata acciones concretas que contrarresten los actos de inseguridad, y se le brinde tranquilidad a la comunidad sumapaceña”.
La petición se realizó después de una visita de funcionarios de la Personería a la localidad, en la que identificaron la situación de riesgo por escalada de violencia. Así mismo, Pinilla señaló que el Sumapaz no tiene una estación de Policía y solo cuenta con tres corregidores que atienden situaciones de convivencia.
Tres homicidios en dos días
En la mañana del martes 2 de marzo, hombres a bordo de una motocicleta llegaron hasta una casa en el sector de Chorreras, preguntaron por Pedro Damián y posteriormente lo asesinaron al propinarle dos disparos en el pecho.
Horas después, al parecer, los mismos delincuentes llegaron hasta la vereda Lagunitas, a unos veinte minutos del lugar donde sucedió el primer homicidio y bajo el mismo modo accedieron a Jimmy Rincón, un campesino de 37 años de edad, para asesinarlo.
Al día siguiente fue asesinado Alexander Torres, en el Alto de Duda, en la frontera entre el Meta y Sumapaz, en hechos que continúan bajo investigación. Al parecer, todos fueron agredidos en frente de sus familias, lo que ha generado zozobra entre los habitantes.
“Los mandaron a matar, dijeron los asesinos frente a sus puertas que de parte del Zarco, y hoy 3 de marzo, asesinaron a otro hombre que hacía parte de las disidencias de las FARC, en el corregimiento del Alto de la Duda”, detallaron los habitantes de la zona a través de un comunicado.
Una zona de conflicto
La alcaldesa Claudia López adelantó la inclusión de un Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial en las localidades de Usme y Sumapaz, las cuales pese a haber sufrido presencia de grupos armados, no han sido reconocidas como territorios afectados por el conflicto.
De acuerdo con la Comisión de la Verdad, ese territorio del sur oriente de Bogotá, ubicado sobre la cordillera, ha sido un territorio en disputa desde inicios del siglo XX cuando se establecieron guerrillas agraristas que posteriormente accedieron a títulos de propiedad.
En medio del periodo conocido como La Violencia, la fuerza pública estigmatizó y persiguió a sus campesinos al considerarlos comunistas. Posteriormente, en la VII conferencia de las Farc, esa guerrilla decidió impulsar frentes urbanos y consideró el páramo de Sumapaz un punto estratégico de movilidad hacia el centro del país y la capital.
Pese al acuerdo de paz, según la Comisión de la Verdad, el territorio continúa siendo de interés para grupos armados y sus habitantes no han conseguido la paz esperada. Ante ese posible escenario de una nueva violencia armada, las autoridades han prendido las alarmas sobre la seguridad de esta localidad.