Catalina Serrano, esposa de Andrés Felipe Arias, estrena el primer capítulo de una serie para contar su historia

En la primera entrega, la mujer habló del proceso antes de la condena del exministro de agricultura, condenado a 17 años y cuatro meses de prisión.

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Catalina Serrano
Catalina Serrano

A través de su canal de YouTube, Catalina Serrano, esposa de Andrés Felipe Arias, condenado a pagar más 17 años de prisión tras ser partícipe del escándalo de Agro Ingreso Seguro, lanzó el primer capítulo de “Nuestra historia en palabras de Cata Serrano”, una serie de audios que pretenden relatar lo que, según la mujer, han sido los momentos más difíciles de la familia tras la captura y sentencia de Arias. Así lo reveló la Revista Semana.

Bajo el primer título, ‘Salir de Colombia’, ‘Cata’, como la llaman sus allegados, y como ella se autodenomina en la serie, la esposa del ahora detenido relata el recorrido de la familia Arias Serrano luego de la captura del exministro de Agricultura y Desarrollo Rural de Colombia, en el 2014.

El ex ministro Andrés Felipe
El ex ministro Andrés Felipe Arias junto a su mentor político, el ex presidente Alvaro Uribe

“Asistí a todas y cada una de las audiencias del juicio que se llevó a cabo en la Sala penal de la Corte Suprema de Justicia, en contra de mi esposo (...) Fui testigo de cómo nunca la Fiscalía General de la Nación pudo demostrar la culpabilidad de mi esposo en los cargos que le imputaba. En cambio sí, cómo la defensa siempre demostró su inocencia y su buen proceder”, comienza relatando Serrano, en un audio de ocho minutos y 52 segundos.

En julio de 2014, la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, encontró culpable a Andrés Felipe Arias por los delitos de celebración de contratos sin el cumplimiento de los requisitos legales, y peculado por apropiación a favor de terceros, y le negó la posibilidad de cumplir su condena de 17 años y cuatro meses en su casa, como su defensa lo estaba solicitando.

El 16 de julio de ese año, la magistrada ponente, María Rosario González, leyó la resolución del caso que, en 401 folios, según información de los medios colombianos encargados de cubrir la noticia, condenaba a Arias luego de ser procesado por presuntas irregularidades con los convenios 03 de 2005, 055 de 2008 y 2009, firmados con el Instituto Iberoamericano de Cooperación para la Agricultura, por un valor que superaba los $280.000 millones, sin estudiar, previamente, la conveniencia de la celebración de aquellos negocios.

Agro Ingreso Seguro, programa creado por el exfuncionario, prometía favorecer a los campesinos más pobres del país, sin embargo, de desató la polémica cuando, grandes agricultores, al enterarse de los subsidios que otorgaría aquel plan de desarrollo económico, decidieron fragmentar sus terrenos, para simular que tenían varios, y así recibir más dinero. Situación que, según la Corte, era de conocimiento de Arias. El exfuncionario habría favorecido a familias adineradas incluidas en aquel plan.

A pesar de lo que la Corte pudo demostrar, para Catalina, la inocencia de su esposo es evidente, y todo el proceso de investigación fue injusto y sin mayores pruebas que llevaran a que el hombre fuera obligado a pasar más de 17 años de su vida en prisión.

Andrés Felipe Arias, el ex
Andrés Felipe Arias, el ex ministro de Agricultura de Alvaro Uribe fue extraditado a Colombia desde Estados Unidos, tras ser condenado a 17 años de prisión.

“Sentada en esa sala, donde cada vez que asistía salía consumida de energía física y emocional, miraba todos y cada uno de los magistrados. Que por cierto, nunca los vi a todos asistir. Eran cuatro o cinco máximo por audiencia. Era cuestionable pensar que si no asistían todos, ¿Cómo podrían al final tomar una decisión justa? En derecho, ¿sin tener toda la información?”, denuncia Catalina que además agregó que estaba, y está, convencida de la inocencia de su pareja.

La exposición de su esposo y de su familia fue una de las cosas que, cuenta Catalina, más le dolieron durante el desarrollo judicial del caso, además del trato que le dieron los medios de comunicación nacionales al caso, “la sala se llenaba de cámaras y prensa cuando la Fiscalía presentaba sus testigos, y luego ver la forma en la que manipulaban la información mediante titulares amarillistas y, por lo general, distorsionados, logrando que la opinión pública condenara a mi esposo, sin siquiera haber terminado su juicio, sin siquiera haber tenido nuestra oportunidad de llevar nuestros testigos”.

Según Catalina, la imparcialidad de los medios fue evidente pues, cuando se iba a hablar en contra de Arias, los medios llegaban a hacer cubrimientos, pero que, cuando se trataba de hablar de la defensa y de la inocencia del hombre, se sentían abandonados, “era nuestro momento de demostrar la inocencia de mi esposo, de sacar a la luz la verdad, pero la falta de acompañamiento de los medios nos hacía sentir solos, impotentes”.

Los medios no fueron los únicos que se fueron en su contra, según Catalina, sino que la Corte también tuvo comportamientos que, aseguró, la preocupaban, “en febrero de 2014, esperamos con ansiedad pero con fe en la justicia que se diera un sentido del fallo favorable. Las pruebas de la defensa habían sido contundentes (...) sin embargo, ese día de febrero de 2014, no hubo un sentido de fallo (...) quedó pendiente el fijar una fecha futura para esto. En ese momento las cosas empezaban a ponerse sospechosas”.

De acuerdo con Serrano, en la Corte hubo movimientos extraños que la dejaban inquieta, y la hacían esperar el peor de los escenarios para su esposo, Andrés.

“Las cosas no se veían bien. Por más de que yo me empeñaba en confiar en la justicia, en creer que la maldad era solo la cosa de películas, en asegurarme a mí misma que los magistrados de la Corte eran hombres de bien, todo indicaba que algo se estaba tramando al interior de la Corte y no era precisamente algo bueno para nosotros”, manifestó.

Catalina aseguró que, en el primer capítulo de lo que convertirá en una serie de varios, en medio de la incertidumbre, llegó el día que inició su pesadilla: el jueves 11 de junio de 2014, cuando Arias le propuso que se fueran del país para “dar la batalla desde afuera”.

Aferrada a su fe en Dios, según relata la mujer, estuvo pidiendo por la libertad de su esposo. Catalina, según cuenta, “dejó todo en manos de Dios”, “mi corazón quería confiar en la justicia, pero mi mente sabía que todo podía pasar, y teníamos un par de angelitos a quienes debíamos proteger”.

De acuerdo con el audio, narrado por Catalina, días después, en la oficina, recibió una llamada de un sobrino, familiar encargado de darle la noticia: Andrés había sido condenado por la Corte Suprema de Justicia. Así concluyó el primer capítulo de “Nuestra historia en palabras de Cata Serrano”.

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