“Sacado de una novela de García Márquez”: hotel en el Amazonas colombiano, entre los mejores del mundo

La publicación Condé Nast Taveler afirma que el pequeño hospedaje hace que los huéspedes se vean inmersos en la magia de la selva colombiana.

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Este es Canaloa, un hotel en medio de la selva que lleva a sus huéspedes a experimentar la naturaleza de una manera distinta. Foto: Canaloa
Este es Canaloa, un hotel en medio de la selva que lleva a sus huéspedes a experimentar la naturaleza de una manera distinta. Foto: Canaloa

La revista Condé Nast Traveler, especializada en destinos para viajeros, incluyó un hotel colombiano entre los mejores del mundo en su llamada “Lista de Oro”. Contrario a lo que se puede pensar, el hospedaje se encuentra en el Amazonas colombiano, por encima de resorts en ciudades con más acogida turística como Cartagena.

Se trata de Canaloa, hotel ubicado a 60 kilómetros en bote desde Leticia y a dos horas de vuelo de Bogotá, se autodefine como un hospedaje de selva en el que el huésped se encuentra inmerso en el espesor de la selva Amazónica.

Según la publicación, después del corto viaje en lancha rápida, el viajero se encuentra con “un mar de mariposas y coco recién picado. Las siete cabañas de Calanoa, cuidadosamente construidas por el artista y propietario Diego Samper con sus propias manos, son como huesos de madera envueltos en una piel de red, con un sombrero de palmas tejidas”, expresó el autor acerca del hotel ubicado entre el Parque Natural Amacayacu y la isla de Mocagua.

El ambiente cuenta con todos los elementos para la inmersión y experiencia completa de la zona de bosque tropical: a orillas del río, con quebradas, lagos, diversa flora y multiplicidad de especies animales. Además, Diego Samper y su esposa, Marlene, los propietarios, afirman que el asentamiento es pequeño para “minimizar el impacto, y si está planeando visitarnos, le recomendamos reservar con anticipación, ya que la oferta de alojamiento es limitada”, señalan.

El alojamiento cuenta con un pabellón social con un toldo para proteger a los huéspedes de los insectos en el área. Además, cuenta con terrazas y bancas para el descanso y esparcimiento de los viajeros. Incluso, los clientes pueden intervenir en las cocinas, las cuales ofrecen gastronomía colombiana, peruana y brasileña debido a la triple frontera a la cual Canaloa es próximo.

Una de las camas de las siete cabinas disponibles en Canaloa. Foto: Canaloa
Una de las camas de las siete cabinas disponibles en Canaloa. Foto: Canaloa

Además del esfuerzo por mantener el asentamiento pequeño, la arquitectura construida por Samper expresa un compromiso ambiental por el área. “Una arquitectura sostenible, en madera, que hace uso de los materiales y recursos locales e incluye resiembra de los arboles y palmas utilizadas para el futuro mantenimiento de las construcciones”, explica la descripción del hotel. Las paredes, las cuales son contadas en la infraestructura, son sólidas en una proporción mínima para mantener una buena circulación del aire.

Por cabaña, pueden hospedarse hasta 6 personas en estructuras de dos pisos con baños y dormitorios en la planta baja. “Un sendero elevado conecta las cabañas con el área social, y cuenta con plataformas para la contemplación de la vida del río, y para la observación de aves y primates”.

Duchas en Canaloa. Foto: Canaloa
Duchas en Canaloa. Foto: Canaloa

Condé Nast resalta que los viajeros deben olvidarse de sus celulares, ya que el destino no cuenta con ningún tipo de conexión a internet o de telefonía móvil. “Las mañanas pueden implicar una caminata meditativa por la jungla humeante con el cazador convertido en guía Jorge Llerena para buscar huellas de jaguares, o aprender a hacer una banda elástica con un árbol de caucho o qué raíz tocar como un tambor en caso de que te pierdas”, escribe el medio, resaltando la incapacidad de usar un celular en caso de perderse.

“La comida incluye pescado envuelto en hojas de plátano y todos se reúnen para comer en la mesa común”, continúa el medio, que también recalca que la pareja de esposos -propietarios del lugar- comparten historias de delfines rosados, animales y un atardecer sacado de una novela de Gabriel García Márquez.

Según el medio, las parejas deben pagar alrededor de 151 dólares por noche; es decir, aproximadamente 550.000 pesos colombianos.

“Nuestra estadía en Calanoa fue uno de los mejores momentos de nuestro viaje, en realidad de todos mis viajes. Nunca había estado en un lugar tan único y bello. Todos en Calanoa nos cuidaron, y fueron amables, serviciales y profesionales”, expresó Rebecca Weissman, viajera que visitó el destino desde California, Estados Unidos.

“Experimentamos, vimos y aprendimos muchisimo de nuestros guías en el bosque y las comunidades. Muchas gracias por preparar todo y recibirnos en Calanoa, que es un lugar ideal para visitar muchos lugares en bote o caminando”, compartió Ulrich Schmid, un visitante desde Alemania.

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