La Fiscalía General de la Nación, que imputó a Paul Naranjo por el delito de feminicidio agravado de la joven de 21 años Ana María Castro, tiene cientos de horas de interceptaciones de las llamadas que hizo el implicado, su novia y su círculo más cercano durante los meses en el que este se encontraba evitando a la justicia.
Noticias Caracol presentó parte de estos audios que ayudaron a las autoridades a rastrear al sospechoso del crimen para su judicialización. Un agente del CTI narró cómo dos personas que dicen ser amigas de Naranjo aseguran que se encontraba en un hotel ubicado en la calle 82 y que pertenece a sus suegros.
La interceptaciones también se hicieron a los teléfonos de familiares de la novia del hoy imputado, y al parecer, darían cuenta de cómo habrían tratando de ayudarlo para evadir a las autoridades.
El Tiempo, que también tuvo acceso a estos audios, revela que se habla, “sobre la consignación de 1′500.000 de pesos para una persona que no podía permanecer más en un lugar, porque lo iban a sacar. Y ofrecen una bonificación de 200.000 pesos. Los investigadores verifican si tiene que ver con información de una fuente humana que aseguró que Paul se encontraba en un hotel antes de entregarse a las autoridades”.
Este mismo diario asegura que en las interceptaciones se habla de una millonaria indemnización que trató de ofrecer la defensa de Naranjo a la familia de Ana María Castro a cambio de que se le acusara de homicidio culposo y no de feminicidio agravado.
Al parecer, la oferta tenía que ver con la camioneta marca Kia, de la que según contó un testigo fue arrojada la joven. El vehículo está en periodo de pago y tiene una “póliza que podría superar los 100 millones de pesos”, esa habría sido la oferta de la defensa de Naranjo.
En entrevista con El Tiempo, Nidia Romero, la madre de Ana María, se refirió al intento de indemnización. “Así hubieran sido 5.000 millones de pesos. No. La vida de un hijo no tiene precio. Yo solo quiero que se haga justicia”, enfatizó.
Un año de la muerte de Ana María Castro
Nidia Romero visita cada semana la tumba de su hija desde que el pasado 5 de marzo de 2020 su cuerpo fue hallado sin vida en un andén de la calle 80 luego haber salido de fiesta con unos amigos.
“Yo quiero conocer la verdad de lo que pasó con mi hija y que los culpables de su crimen que paguen”, comentó la mujer a Noticias Caracol. Así mismo, contó que nunca ha hablado con alguno de los tres implicados en el caso: Mateo Reyes, Paul Naranjo y Julián Ortegón. “Más que perdón quiero conocer la verdad”, recalcó en el noticiero.
En estos momentos la Fiscalía ya imputó tanto a Naranjo como a Ortegón por el feminicidio de Castro y se espera la presentación de argumentos para sostener el cargo. Por su parte, Mateo Reyes salió del país el pasado 8 de febrero rumbo a Miami, Estados Unidos.
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