El Ministerio de Ambiente de Colombia presentó tres acciones para prevenir los incendios y mitigar sus efectos en el páramo de Santurbán. El plan llega a un mes del incendio que arrasó 405 hectáreas del área protegida.
Luego de una visita técnica realizada por la cartera de Ambiente y las autoridades ambientales en la vereda Playoncito, en el departamento de Norte de Santander, las entidades diseñaron un plan con tres estrategias para evitar las conflagraciones en el área protegida y reducir el impacto en el entorno y las comunidades.
“El plan consiste en la creación de una comisión con las comunidades, los gobiernos municipales y las corporaciones para generar acciones de educación y prevención de futuros incendios; formular un programa de Pagos por Servicios Ambientales que vincule a la comunidad en la conservación de la zona, y la implementación del plan de restauración con el cual garantizaremos la recuperación de nuestro páramo”, aseguró el viceministro de Ordenamiento Ambiental del Territorio, Nicolás Galarza.
El incendio que inició el 3 de febrero y afectó la vegetación y la fauna del páramo de Santurbán fue controlado por la Defensa Civil de Cáchira, 30 unidades de bomberos de Santander, la comunidad que habita en la zona, que fue acompañada por la Fuerza Pública; la Dirección Departamental de Gestión de Riesgo de Desastres y la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental (Corponor).
La cartera de Ambiente detalló en su momento que, los bomberos de once municipios de este departamento al nororiente de Colombia intentaban controlar las llamas del área protegida que abastece de agua a más de dos millones de habitantes en esta región del país.
Por su parte, el ministerio indicó que dentro de las posibles causas de la conflagración se presume que fue una quema que se salió de control. Sin embargo, no fue posible verificarlo debido a que no se presentaron denuncias o registros en la zona donde comenzaron las llamas.
Asimismo, indicó que durante el recorrido por el sector se verificó la afectación de varios servicios ecosistémicos debido a la alteración del ciclo hidrológico, así como al quedar expuestas algunas zonas a la erosión, al generarse cambios en la calidad del clima y del aire y al presentarse cambios en el ciclo de nutrientes y en la fertilidad del suelo.
De igual manera, la cartera de Ambiente confirmó que, en la visita no se encontraron áreas de cultivo o pastoreo reciente, prácticas agropecuarias, extracción de material vegetal, tala y caza de fauna ilegal o el avance de la frontera agrícola.
Por último, el ministerio indicó que, se realizaron observaciones de campo y recorridos aleatorios para identificar las especies de fauna y flora afectadas por las llamas en este sector, que pertenece al corredor biológico del cóndor de los Andes, una especie que se encuentra amenazada y muy importante en estos ecosistemas debido a sus características ecológicas y biológicas.
“Recordamos que no está permitida en el área ninguna quema controlada, ni quema a cielo abierto, como lo establece un acto administrativo proferido por nuestra corporación en atención a un principio de rigurosidad subsidiaria. Esto quiere decir que, como estamos en tiempos secos, es muy posible, con las ventiscas, que cualquier quema que se piense controlar pueda generar lo que nos ocurrió”, concluyó el director de CDMB, Juan Carlos Reyes.
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