Este 3 de marzo, se conoció que la Corporación Libertad entregó un documento titulado “Renacer de una Esperanza” a la Sala de Reconocimiento de la JEP. Allí se detallan los casos de 1.517 desmovilizados del EPL y sus familiares, que se convirtieron en víctimas del conflicto armado tras la firma del proceso de paz.
De acuerdo con el texto, las AUC, Farc y agentes del Estado habrían cometido una serie de crímenes contra los desmovilizados de esa guerrilla.
El texto documenta al menos 19 masacres en las que las principales víctimas fueron firmantes reincorporados a la vida civil. Entre los asesinatos colectivos están los ocurridos en el barrio La Chinita de Apartadó en Antioquia (1994) y 157 desplazamientos masivos que dejaron cientos de víctimas, además de 35 crímenes contra líderes políticos y 12 contra líderes sindicales.
Mario Agudelo, director de la Corporación Libertad aseguró a W Radio que, es necesario que este capítulo de la historia sea considerado como un exterminio político.
Que se reconozca a estas víctimas y se reconozcan de manera colectiva, se conozca esto como un exterminio político del movimiento y del Proceso de Paz que desarrollamos.
La intención de acudir a la JEP es que se haga Justicia algo que, según Agudelo, no han recibido de la jurisdicción ordinaria.
Que se reconozcan estos hechos y que los actores que van allí que están siendo procesados por esta jurisdicción reconozcan también estos delitos, que se formulen cargos por estos hechos y se tomen las medidas correspondientes.
En el documento queda constancia de que buscan una reparación colectiva y simbólica, además de una restitución de los predios que se les arrebataron durante la confrontación armada.
Farc fue la organización que más reclutó niños y jóvenes: JEP
El presidente de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), Eduardo Cifuentes Muñoz, señaló el pasado 23 de febrero, que los menores de edad fueron “las principales víctimas del conflicto armado” y que el alto tribunal investigará, juzgará y sancionará a los máximos responsables del reclutamiento de niños y adolescentes.
Según el magistrado Cifuentes, los niños fueron incorporados directamente en la confrontación armada, pero también fueron usados como mensajeros, centinelas, cocineros y hasta compañeros sexuales.
Además, luego del reclutamiento en algunos casos, las familias fueron estigmatizadas y, según denuncian, violentadas por miembros de otros grupos que los señalaban por tener parientes que hacían parte de las filas de ‘sus enemigos’. Por ejemplo, los niños que fueron llevados por guerrillas, sus familias recibían ataques de la fuerza pública y los paramilitares.
De acuerdo con información reciente, las Farc usaron el reclutamiento de menores como una política de grupo, incluso, tenían hasta cartilla con instrucciones, además, habría sido la organización que más captó niños y jóvenes en sus filas, seguida de los grupos paramilitares de autodefensas (27 %) y el Eln (10 %).
La JEP estudia un promedio de 8.000 hechos relacionados con esta práctica, que ocurrieron entre el primero de enero de 1971 y el primero de diciembre de 2016. Además de otros delitos relacionados con la reclusión de niños y niñas, como torturas, homicidios, desplazamiento forzado, violencia sexual, desaparición forzada entre otros.
Además, estableció que entre 1997 y 2000 se registraron más casos de reclutamiento forzado de menores, que el 69 % de estos hechos son responsabilidad de las Farc y por eso han sido vinculados a la investigación 37 exjefes de esta agrupación guerrillera.
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