Este 26 de febrero de 2021 se presentó un hecho histórico en el balompié profesional colombiano. María Victoria Daza (árbitra central), Mary Blanco (asistente 1), Nataly Arteaga (asistente 2) y Vanessa Ceballos (cuarta árbitra) fueron las encargadas de impartir justicia en el duelo entre Barranquilla y Atlético Huila, del Torneo BetPlay Dimayor, convirtiéndose en el primer equipo arbitral conformado solo por mujeres en dirigir un compromiso de fútbol masculino.
Las referís fueron condecoradas en el estadio Romelio Martínez, escenario del compromiso que finalizó con empate a cero goles, y recibieron palabras de elogios por su designación, fruto del esfuerzo de tantos años, como lo indicó el histórico juez José Borda.
Una de las protagonistas del acontecimiento, María Victoria Daza, reveló detalles de la experiencia que vivió, junto a sus compañeras, y de lo que vendrá para el arbitraje femenino colombiano, en diálogo con El País. “Cuando recibí la designación estaba en la casa, me llegó un correo y, cuando vi de qué se trataba, empecé a temblar de la emoción. Al momento, llamé a mis compañeras y todas nos emocionamos. Después aterrizamos, calmamos la ansiedad y empezamos a hablar del partido. Sabíamos que era una oportunidad grande para nosotras y para las que vienen en este proceso. Un sueño que estábamos buscando”, expresó.
Daza compartió el método de trabajo que usaron, en la antesala del juego, adelantándose a lo que podían encontrar dentro del rectángulo verde; asumieron la responsabilidad y se prepararon de la mejor manera para sacar adelante el reto.
“Desde el momento en el que recibimos la designación, hicimos, entre las cuatro, un grupo de trabajo de manera virtual. Nos pusimos de acuerdo en los uniformes y pusimos en marcha la parte de análisis, viendo estilos de juego, detallando a los futbolistas más habilidosos y la forma en que cobran los tiros libres; todo ello para ver de qué forma nos íbamos a ubicar en la cancha”, explicó en la entrevista con el diario.
Daza confesó que no fueron ajenas a los nervios, pero que los dejaron a un lado cuando rodó el balón, y destacó la actitud de los jugadores, quienes fueron muy respetuosos y ayudaron para que el compromiso se desarrollara sin mayores dificultades.
La ingeniera industrial, que lleva 19 años en el arbitraje, señaló que dio un paso importante, al lado de sus colegas, para que se presenten nuevas chances para las mujeres en el fútbol profesional colombiano y haya más interesadas en impartir justicia en el ‘deporte rey’.
“Esta era una oportunidad que esperábamos; hay que seguir trabajando para que vengan más. Todo depende de nosotras, de lo que hagamos en los partidos. Esa era nuestra responsabilidad, porque le podemos abrir puertas a otras compañeras”, concluyó en la conversación con El País.
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