En días anteriores, la Dimar, a través de su Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas (CIOH), había emitido un parte de tranquilidad con respecto a la llegada de este fenómeno natural y climático, lo cierto es que la capital de la república sí ha sufrido afectaciones por el paso del denominado polvo del Sahara.
Para el caso de la capital, la abundante nubosidad presente en los cielos bogotanos evitó la formación de inversiones térmicas que a su vez se manifestó en pocos vientos en la ciudad, con un agravante: la dispersión de los contaminantes del polvo del Sahara se realiza de una manera más lenta que lo usual.
Bogotá ha sufrido un impacto moderado en las concentraciones de material particulado en la ciudad, de acuerdo con reportes de la Red de Monitoreo de Calidad del Aire de Bogotá, entidad que afirma que hay una tendencia a la baja en los días siguientes.
Ante la presencia de este fenómeno, la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia, descartó cualquier tipo de alerta siempre y cuando los reportes de la red mantengan la lectura descrita previamente.
Vemos en nuestro modelo que este domingo podemos empezar a sentirlo un poco más, a verlo en nuestro monitoreo, seguiremos por supuesto observándolo detalladamente para ver si hay que hacer alguna recomendación en términos de salud, por ahora, no tenemos motivos para alertar.
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De acuerdo con lo anterior, los incrementos registrados en los últimos días están asociadas al paso del fenómeno climático así como su conexión con algunos incendios regionales presentados en la Orinoquía, por lo que el impacto esperado en la semana sea de tipo moderado.
En su reporte, la Secretaría de Ambiente ha destacado las buenas condiciones del aire en la capital, pese a que la estación Carvajal - Sevillana informó de condiciones regulares, lo que se explica por el alto flujo de vehículos de carga además de su ubicación en la zona industrial.
Como recomendaciones para la llegada del polvo del Sahara a Bogotá, la entidad emitió una serie de instrucciones de buenas prácticas para que la ciudadanía no sea afectada por la llegada del material particulado a la ciudad.
1 - Abstenerse de realizar actividad física exigente al aire libre
2 - Utilizar transporte público para movilizarse
3 - En caso de ser necesario utilizar el vehículo particular, aplicar buenas prácticas de conducción
La Secretaría de Ambiente recordó que mantiene la vigilancia con respecto al comportamiento de este fenómeno a través de las 19 estaciones que hacen parte de la Red de Monitoreo de Calidad del Aire de la ciudad.
Un fenómeno climático que recorre el mundo
El desierto del Sahara es una de las principales fuentes de material particulado en el mundo. Se caracteriza por traer una masa de aire caliente, con muy poca humedad que, a su vez, contiene materiales biológicos y químicos que son potencialmente dañinos a la salud respiratoria. Este fenómeno es considerado un provocador ambiental de los síntomas de la enfermedad del asma.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), las tormentas de arena en el Sahara provocan que se eleven a la atmósfera grandes cantidades de polvo y arena que, suspendidos, logran viajar grandes distancias mucho más allá del desierto, logrando alcanzar Europa o América.
El año anterior, uno de los satélites de la NASA detectó una enorme nube de polvo sahariano sobre el Océano Atlántico que se extendió desde la costa occidental africana hasta las Antillas Menores. La nube de polvo, que contiene hongos, bacterias, virus, esporas, ácaros, pesticidas y otros componentes químicos nocivos, viajó a través del Atlántico y llegó al Caribe en medio de la pandemia del coronavirus, un 18 de junio de 2020.