Tras un seguimiento de más de seis meses, el Gaula de la Fiscalía General de la Nación logró la desarticulación de una banda delincuencial que se hacía llamar ‘Los de la Blanca‘, quienes se dedicaban a la extorsión por medio de redes sociales. Los delincuente se hacían pasar por agentes aduaneros para amenazar a las víctimas de que, si no pagaban, los vincularían a un proceso judicial por el supuesto hallazgo de una elevada cantidad de divisas en una encomienda a su nombre.
La información suministrada por las autoridades indica que los integrantes de la banda delincuencial contactaban a las víctimas a través de una red social. Presuntamente, se apropiaban de perfiles de usuarios colombianos que viven el exterior y se comunicaban con familiares y amigos de estos vía mensajes de texto, haciéndose pasar por ellos. Después, les decían que enviarían una encomienda por una de las aerolíneas internacionales que operan en el país para que les hicieran el favor de recibirla.
Luego del arribo al país de dicha encomienda, nuevamente los estafadores se comunicaban con la persona encargada de recibir el envío y le indicaban que debían pagar un flete de aproximadamente $2.000.000, por el aparente sobrepeso del paquete. Las víctimas trataban de contactar a su familiar en el exterior, pero la banda ya tenía previamente bloqueado el perfil real de esa persona, y un integrante de la red era quien respondía, solicitándoles que le prestaran el dinero requerido, y les daba instrucciones de consignarlo en cuentas bancarias o mediante empresas de giros.
“Las víctimas también eran contactadas por falsos funcionarios de reconocidas aerolíneas o empresas de envíos, quienes confirman el arribo de la mercancía, pero exigen un dinero como consecuencia de un supuesto sobrepeso”, detalló el informe entregado por la Fiscalía.
Otra de las modalidades, que utilizaba la organización de delincuentes, era hacerse pasar por un agente o policía aduanero, quien se comunicaba con la víctima para decirle que había hallado moneda extranjera escondida en la encomienda, por lo que debían pagar un dinero con el fin de evitar su vinculación a un proceso penal por lavado de activos, cohecho y enriquecimiento ilícito, con penas entre 4 y 8 años de prisión.
De acuerdo con la conversaciones interceptadas por el cuerpo investigativo, los delincuentes le advertían a las victimas que, si cancelaba otro monto, les ayudarían a desviar la investigación. Según lo establecido, las exigencias de los estafadores habrían ascendido hasta $70.000.000.
Igualmente se logró determinar que las víctimas comenzaban a realizar consignaciones con el dinero que iban consiguiendo e incluso con préstamos en la modalidad gota a gota.
Según las Fiscalía, las pruebas presentadas evidenciaron que las llamadas a las víctimas las hacían desde las cárceles La Modelo y La Picota desde Bogotá, y otras desde el centro penitenciario de Cómbita, Boyacá.
Así mismo se estableció que una de las capturadas, Cindy Milena Cárdenas Obando, compañera sentimental de Juan David Bedoya Riaño, quien estuvo detenido hasta el 4 de mayo en una cárcel en Bogotá, al parecer era la encargada de reclutar a la gente en la capital del país para que recibiera las consignaciones.
En diligencia judicial, la cual fue realizada de manera simultánea, uniformados de las Fiscalía y la Policía lograron la captura de Brijid Yarima Correa Colón, Yeimi Ximena Lugo Rodríguez, Cristian Camilo Moreno Pinzón, Luz Dary Benavidez, Diana Marcela Aza Tarazona y Yurani Granados Ramírez, quienes fueron afectados con detención carcelaria. Por su parte, Lorena Estefanía Roa Roa, quien aceptó cargos, y Rossy Lorena Triana Caro quedaron con medida de aseguramiento domiciliaria.
Durante las audiencias, se expusieron las interceptaciones, las cuales demostraron que estas personas que recibían los giros sabían de dónde provenía el dinero que les estaban depositando, y que no solo prestaban sus cédulas o sus cuentas para las consignaciones.
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