En el 2004 ambientalistas del país descubrieron por primera vez una especie diferente de lagartija a quien nombraron Anadia Bumanguesa en honor a la capital de Santander, donde fue encontrada. Sin embargo, después de verla no se encontraron otros animales de su especie así que se consideraba extinta.
Esta semana, después de 17 años la lagartija apareció de nuevo en medio de las obras de construcción de la Ruta del Cacao en Lebrija. Las intervenciones a zonas boscosas entre los mil y mil 500 pies de altura sobre el nivel del mar, (hábitat del reptil) habrían provocado que esta especie migrara a otras zonas lejos de la presencia de los humanos.
“Este lagarto pertenece a un pequeño grupo de reptiles del género Anadia que se distribuyen desde el centro hasta Suramérica. Colombia es el país con mayor cantidad de especies de este género: de las 19 existentes 11 habitan en el territorio nacional”, explicó en Noticias Caracol el biólogo Elson Meneses Pelayo, director del Grupo de Estudios en Anfibios y Reptiles de Santander.
Meneses explicó en el noticiero que casualmente la lagartija cayó de un árbol a sus manos y rápidamente percibió que se trataba de una Anadia Bumanguesa. “Reencontramos esta especie que estaba perdida, fue descrita hace 17 años tras ser encontrada en inmediaciones del sector de San Francisco en Bucaramanga. A la fecha no se había vuelto a conocer nada más de ella, era un enigma este animal”, comentó el biólogo en La Vanguardia.
Aunque solo se encontró a un miembro de esta especie, se cree que más de estos animales podrían estar en otras zonas del área metropolitana y de Lebrija. “Es una especie muy rara que puede estar habitando ecosistemas como los cerros orientales, pero que no hemos visto”, dijo Meneses en el medio santandereano.
En Santander existen cerca de 70 especies de lagartijas de diferentes familias y géneros, pero tan solo tres de ellas son aparentemente endémicas del departamento. Meneses indicó en La Vanguardia que en este departamento podrían existir más especies que aún no se han descubierto.
En diálogo con Caracol Radio el biólogo Meneses explicó que “era preocupante su pérdida, en las últimas labores de rescate de fauna en Lebrija, se encontró un macho adulto, llevó una luz de esperanza para la conservación de la especie. Es preocupante que esta zona se está interviniendo y va ser totalmente talada la naturaleza. Se hace un llamado a las autoridades a hacer un control riguroso porque estas especies tienen un alto valor”.
Meneses indicó que las Anadias son difíciles de ver, pues es una especie extremadamente rara, y se conocen muy poco de su biología, incluso, en el 2004 solo se conocieron dos individuos.
<b>Primeros registros</b>
Los investigadores José Vicente Rueda y José Rances publicaron en el 2014 el hallazgo de la Anadia Bumanguesa. En su texto se evidencian las características del animal y detallan la cantidad de escamas dorsales y su particular patrón de coloración.
Entre otras cosas que revela el trabajo de los biólogos se explica que este animal tiene “gran tamaño corporal, con el iris amarillo, los miembros relativamente cortos y una coloración llamativa pardoacanelada sobre el dorso. La cabeza larga equivale al 19,3 % de la longitud corporal”.
Sobre su coloración se especifica que tiene un “dorso de color terracota con grandes manchas de color naranja muy poco definidas hacia los flancos. Distribuidas de manera regular y a todo lo largo de la región paravertebral y el dorso de la cola se aprecia una serie de manchitas de color marrón, cada una de las cuales cubre una escama de superficie. Color de la cabeza y extremidades verde oliva claro. Vientre crema inmaculado. Palmas y planta amarillo pálido, en tanto que los dedos son de color marrón”.
De acuerdo con Noticias Caracol los expertos coincidieron en que la Corporación Ambiental de Santander debe acoger y crear un equipo para conservar a esta especie que pertenece a las zonas cafeteras del departamento.