El exmbajador de Colombia en Uruguay, Fernando Sanclemente, sigue envuelto, y cada vez más, en el uso de una finca de su propiedad para producir cocaína. Según reveló Semana, su mayordomo dijo que allí todo lo que pasaba lo sabía el exfuncionario, “nunca se hizo a espaldas del señor Fernando Sanclemente”, explicó el hombre en una declaración.
El testimonio se recoge en una matriz de colaboración que entregó el mayordomo a la Fiscalía en razón del principio de oportunidad que le otorgaría el ente acusador para que colaborara en la investigación y se declarara culpable de los posibles cargos imputados, logrando beneficios en su condena. En el documento se lee que la producción y el tráfico de drogas iniciaba en el Putumayo y Cauca, luego llegaba a la finca en Guasca para ser enviada en camiones de alimentos.
El mayordomo confiesa que él fue quien le propuso a Sanclemente la idea de arrendar el lote en el que hicieron el laboratorio y fue autorizado ya que nada de eso fue a espaldas del exdiplomático. En la revelación de Semana se explica que las negociaciones empezaron el 18 de agosto de 2019, luego el 4 de septiembre se volvieron a reunir con unas personas que estarían vinculadas en el proceso también y ese día dejan claro que el arriendo del laboratorio era de 4 millones de pesos mensuales. Al cerrarse el negocio, se empezó la construcción del espacio ilegal.
El trabajador de Sanclemente afirmó que este sí sabía de los laboratorios que se montaron en la finca porque “sin su autorización no se hacía nada”. Agregó que él fue quien dio la orden y que también definía el precio de los arriendos por lote. Incluso dijo que el exembajador llegó en repetidas ocasiones a la finca a revisar los lotes que tenía alquilados.
En dicho documentado el mayordomo señala que se empezaron a sacar, al principio, 10 kilos, luego, para octubre de 2019, 28 kilos y para enero, ya estaban produciendo 52 y para febrero de 2020 ya se exportaron 55, lo que daba un promedio de 100 kilos mensuales de cocaína. Incluso en su testimonio, el mayordomo explica que el producto llegaba a Cúcuta y luego a Venezuela. A la producción le llamaban “cultivo de papa”.
El hombre dijo que tenía evidencias de todo lo que decía y que las entregaría a la Fiscalía, entre ellas habla de un celular que contiene información contable de lo que se movía en la finca y denunció que Sanclemente le quemó su computador donde había más evidencia de su vinculación a la red de narcotráfico.
En diciembre, ante Daniel Hernández, fiscal séptimo delegado ante el Tribunal de Bogotá, el acusado y su defensa rindieron interrogatorio sobre el caso de tres laboratorios dedicados al procesamiento de coca. Tras una hora de audiencia, quedó en manos del ente acusador definir si el exembajador está o no involucrado en actos delictivos relacionados con narcotráfico.
“Me siento muy tranquilo. Absolvimos cualquier duda que tenía la Fiscalía sobre los hechos frente al hallazgo de los laboratorios (...) Aquí está una persona y una familia honorable, desde febrero, en el país afrontando este doloroso momento y siempre colaborando con la justicia”, les dijo Sanclemente a los periodistas que lo esperaban a las afueras del búnker de la Fiscalía.
El descubrimiento de los laboratorios, y las denuncias de la esposa y de la hija de quien fuera el mayordomo principal de la finca, Laureano Martínez, quienes aseguraron que Sanclemente había ordenado quemar evidencias que lo involucraban directamente con los actos ilícitos ocurridos en la hoy conocida ‘narcofinca’, pusieron en aprietos legales al exembajador, de los que espera salir bien librado tras las pruebas que presentaron a su favor en la audiencia.
“Salimos muy satisfechos con la diligencia y esperamos que este tema se resuelva a la mayor brevedad posible a favor del doctor Sanclemente, además con la seguridad de que nadie podrá utilizar un principio oportunidad para inculparlo de actividad ilícita alguna”, explicó el abogado defensor en el caso.
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