Diplomáticos de Unión Europea en Buenaventura dicen que la situación es peor que hace un año

También participaron consejeros políticos de las Embajadas de Noruega y Reino Unido.

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Buenaventura. Foto: Embajada de Suecia
Buenaventura. Foto: Embajada de Suecia en Colombia.

Los consejeros políticos de las Embajadas de Alemania, Francia, Irlanda y Suecia junto con el Jefe Adjunto de la Delegación de la Unión Europea en Colombia, realizaron esta semana una misión de dos días en Buenaventura para conocer la situación de inseguridad y violación a los derechos humanos de esta región.

La visita se realizó para entender de primera mano “la evolución de la situación humanitaria y expresar su solidaridad a la ciudadanía; sus autoridades locales y organizaciones de la sociedad civil”, expresó la ONU Colombia.

En Buenaventura también participaron consejeros políticos de las Embajadas de Noruega y Reino Unido y la visita fue organizada por PBI (Peace Brigades International) que acompaña constantemente a las comunidades vulnerables para mejorar su seguridad

De acuerdo con la organización, las diferentes entidades fueron al territorio debido al llamado que hicieron las organizaciones sociales nacionales e internacionales, ante la situación de graves vulneraciones de derechos humanos que se vive recientemente en la ciudad.

“Esta fue una gran oportunidad que tuvimos para escuchar las voces de quienes viven con el temor constante de una violencia alarmante y en una pobreza estructural. Esto nos deja profundamente preocupados. Sin embargo, contrasta con la esperanza que transmite un pueblo tan resiliente. Hay mucha gente buena en Buenaventura y necesitan solidaridad y ayuda a nivel nacional para superar estos problemas y para vivir con dignidad”, indicó Lars Bredal, jefe adjunto de la delegación de la UE en Colombia.

Además de visitar las comunas 6 y 7, la Casa Social Cultural y de la Memoria Cormepaz, y el Espacio Humanitario Puente Nayero, la delegación tuvo encuentros con el Alcalde de Buenaventura, Victor Vidal; el Comité de Paro Cívico; organizaciones sociales locales y nacionales; ONU-DDHH; ONU Misión de Verificación, la Defensoría Regional, la Personería del Distrito; las Fuerzas Publicas; el Obispo de Buenaventura, monseñor Rubén Jaramilo; el Obispo de Cali, monseñor Darío Monsalve.

La Consejera de Asuntos Políticos y de Derechos Humanos de la Embajada de Alemania, Kim-Mailing Weinrich, quien también participó en la misión expresó en Caracol Radio que la situación en el Puerto y sus alrededores es bastante fuerte.

La diplomática comparó esta visita con la que realizaron en enero del año pasado y resaltó que se ha vuelto mucho peor. “Hoy hay más desempleo, más pobreza, más violencia y menos acceso a la justicia para los crímenes cometidos”.

Kim-Mailing Weinrich destacó en la emisora la increible fuerza, alegría y creatividad de los bonaverenses, en especial de los jóvenes, para buscar un cambio en su ciudad.

De acuerdo con la ONU Colombia, a partir de los encuentros que tuvieron en Buenaventura se lograron comprender con mayor detalle los problemas estructurales de marginalización, pobreza y violencia que aquejan a la ciudadanía. Así mismo, se lograron conocer los planes de desarrollo territorial integral que requieren acciones tanto nacionales como locales.

<b>Situación en Buenaventura</b>

Hasta el cuatro de febrero en Buenaventura se registraron 33 combates armados en diferentes barrios del territorio. Según informó Revista Semana, desde hace más de un año esta región del Pacífico está cautiva por una guerra entre al menos dos grupos delincuenciales a quienes las autoridades siguen llamando delincuencia organizada, pero “su actuar es más bien el de un gran cartel de droga: manejan las rutas del narcotráfico hacia Centroamérica, tienen más de 400 hombres bien armados, tienen armas largas, cortas y hasta lanzagranadas, controlan todo lo que pase en el principal puerto sobre el Pacífico colombiano”, explicó el medio.

El dominio que imponen las bandas delincuenciales ha generado que cientos de familias que habitaban las zonas rurales, decidieran desplazarse al área urbana para buscar ayuda.

Por ejemplo, uno de los casos que más llamó la atención este mes fue el 4 de febrero cuando al menos 30 familias del barrio Juan XXIII de la comuna siete de Buenaventura, el principal puerto del país en el Pacífico, dejaron sus hogares por enfrentamientos entre los grupos armados ilegales que operan en la zona.

Un día después de darse a conocer estos desplazamientos, el personero de Buenaventura, Edwin Patiño, habló con las emisoras W y RCN Radio sobre el panorama que vive la ciudad y las cifras que la violencia ha dejado en los últimos días. En ambas emisoras, el funcionario empezó diciendo que “la oferta delincuencial es mucho más alta que la oferta de oportunidades laborales para jóvenes y niños de Buenaventura, razón por la cual los jóvenes han ingresado a las bandas delincuenciales”.

Según Patiño, a raíz de un quiebre en ‘La Local’, una banda delincuencial que azotaba a Buenaventura, a finales del año pasado, la violencia en las zonas rurales se recrudeció debido a los enfrentamientos entre los bandos que luchan por quedarse con el control del negocio ilícito en la zona y los desplazamientos forzados a los que han obligado a la población.

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