Comisión de la Verdad asegura que exiliados colombianos no quieren volver al país

De acuerdo con el comisionado Carlos Beristain, quien recoge testimonios de actores del conflicto en el exterior, los colombianos migran a países vecinos y no consideran tener garantías para volver a Colombia.

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Comisionado Carlos Martín Beristain, encargado de dar con los testimonios de los actores del conflicto en el exilio. Foto: Colprensa
Comisionado Carlos Martín Beristain, encargado de dar con los testimonios de los actores del conflicto en el exilio. Foto: Colprensa

El comisionado Carlos Beristain, médico y doctor en psicología social que recoge los testimonios de los colombianos en el exilio que tuvieron que enfrentar de primera mano el conflicto armado en el país, afirma que tener que abandonar el país no es un proceso fácil para las familias más vulnerables de Colombia.

En entrevista con El Espectador, Beristain afirma que la gran mayoría de los exiliados salen a países fronterizos como Ecuador, Venezuela, Perú, Brasil y Panamá. Sin embargo, a pesar de las condiciones similares que tiene Colombia con respecto a dichas naciones, los colombianos no siempre son recibidos de la mejor manera.

“El exilio es algo de lo que se puede hablar, pero que es muy difícil que te hagas a la idea, porque no se ha vivido una experiencia así de lo que significa el desarraigo total, la pérdida de vínculos”, expresó el comisionado, quien recalcó que se trata de iniciar de nuevo una vida desde cero y no “desde los pedazos”.

De acuerdo con el funcionario, se trata de una ruptura de la que no queda nada de lo que se solía ser. “Uno de los factores más fuertes de estrés crónico en la población exiliada es la separación familiar”, dijo, agregando que, incluso en el exilio, se reproducen condiciones de violencia a las que estos individuos están siendo sometidos.

Beristain recalca que la condición de refugiado de los colombianos en el exterior causa dudas a las personas que los reciben. “Por ejemplo, la desconfianza de saber de qué lado será esta víctima o si esta persona que está viniendo a pedir asilo será parte de la guerra o será parte de los responsables. Eso genera muchas veces un aislamiento social. También según la actitud de las poblaciones de acogida”, indicó el comisionado.

Además, dice que los estereotipos y la posibilidad de que traigan el conflicto a el país de destino hace que la integración sea difícil y que los colombianos hagan parte de una clase social más baja. “Hay estereotipos sobre sobre los colombianos y las colombianas: ¿serán parte del narco? ¿Vendrán a exportar el conflicto? El exiliado baja escalones en el estatus social que tenía, sea el que sea, y tiene que aprender a integrarse en una sociedad nueva con diferentes códigos”, aseveró Beristain.

Además, narró que algunos de los exiliados, a pesar de ser protegidos en términos de la protección internacional de refugiados, no pueden trabajar libremente en el país de destino. En palabras del comisionado, los colombianos deben ‘rebuscarse’ para poder obtener recursos económicos.

“He conocido gente en Panamá que había demandado asilo desde hacía nueve años y no les habían dado una respuesta todavía, entonces eso es un limbo. Esta mujer, por ejemplo, tenía que trabajar en una peluquería y si venía la Inspección de Trabajo, pues tenía que pasar de ser peluquera para ponerse a que le corten el cabello, a disimular la situación para después otra vez volver a cortar el cabello”, relató al medio capitalino.

El comisionado también contó que los exiliados sufren de violencia en el tránsito a los países de asentamiento. En el caso de las mujeres y la población LGBT, los migrantes tienen mayor vulnerabilidad a ser sometidos a abusos sexuales en territorio fronterizo. Incluso, en un caso de la Unión Patriótica en 1995, al llegar a refugiarse en Ecuador, la violencia los persiguió hasta el país vecino.

“Cuando llega a Ecuador, un grupo paramilitar llamado Macogui envía una carta a la dirección del Acnur solicitando que por favor le identifique dónde están estas personas, y dan los nombres de varios que tenían estatuto de refugiado, ‘porque son miembros de la guerrilla y los queremos matar’. Y le dice a Acnur que le va a dar otra lista más adelante. Tenemos el documento, ahí está la extensión de la amenaza. Esta familia ahora vive en Suiza”, expresó al medio.

Finalizando, Beristain aseguró que los exiliados, por lo general, no quieren volver a Colombia. “Con el proceso de paz se abrió una expectativa de retorno, pero el empeoramiento de las condiciones, la continuación del conflicto, las críticas al proceso de paz y el asesinato de líderes y de miembros de las FARC fueron haciendo que la expectativa de retorno no se llevará a cabo”, comentó, en contraste a los abusos y la falta de garantías que viven los exiliados.

Además, asegura que las personas aprenden del exilio y una esperanza por reconstruir el país que abandonaron. “Hay muchos aprendizajes también del exilio, hay mucha desnormalización de la violencia, reflexiones que la gente ha hecho a partir también de la distancia y la convivencia con otras comunidades en otros países que también ha permitido tener una visión más crítica de Colombia. Y hay una visión positiva también para integrarse en un proyecto de reconstrucción del país”, expresó a el Espectador.

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