Después de la polémica y la presión que han ejercido los barranquilleros para que se rescate el Museo del Caribe y el Museo de Arte Moderno de Barranquilla (MAMB), estos espacios pasarán a ser activos públicos. Este 25 de febrero, el alcalde local, Jaime Pumarejo, se reunió con la junta directiva de la Corporación Parque Cultural del Caribe, que está cargo de los lugares, y se determinó que el distrito asumirá el manejo de los museos para lograr su pronta finalización y activación.
“Habrá un traspaso de los bienes, habrá la creación de un gobierno corporativo para la participación pública y privada y habrá una inyección financiera para terminar las obras necesarias para el MAMB. No nos van a entregar algunas de las acciones, nos van a entregar todo el bien, es decir, el Parque Cultural del Caribe y el Museo de Arte Moderno deben y tienen que terminar siendo un bien público”, aseguró Pumarejo.
Un día antes de este anuncio, el alcalde de Barranquilla reveló que la deuda acumulada por el manejo de los dos espacios asciende a los 13.000 millones de pesos. En el caso del Museo del Caribe, el edificio está seriamente deteriorado y por eso fue cerrado en enero de 2020, y la nueva sede del MAMB empezó a construirse en 2015, pero no fue terminado y la obra está paralizada.
Los espacios fueron construidos con recursos públicos, pero están sobre lotes de fundaciones privadas que se comprometieron a administrarlos. Teniendo eso en cuenta, Pumarejo había explicado que el Distrito no podía no puede hacer mucho por los lugares hasta que pasaran a manos del gobierno, como ocurrió este jueves.
Ahora que ya se anunció que la alcaldía asumirá el manejo de ambos museos, el mandatario aseguró que existe un plan, al que está vinculado el Gobierno nacional, para recuperarlos. Delegados del distrito, la Gobernación del Atlántico y el Ministerio de Cultura (MinCultura) esperan reunirse próximamente para discutir la pronta reapertura del Museo del Caribe y la finalización de la construcción del MAMB.
“Buscaremos los recursos para poner a punto el Museo del Caribe, y estamos listos para hacerlo lo más rápido posible, pero asegurándonos que pasen a manos de los barranquilleros. Lo queremos hacer con unas reglas del juego claras y transparentes, para que la propiedad sea del Distrito y podamos crear un gobierno corporativo claro, sano, donde pueda participar el sector privado, pero donde primen los intereses del sector público”, explicó Pumarejo.
Los barranquilleros esperan que el traspaso administrativo de ambos bienes represente un cambio significativo para la reactivación de los espacios culturales de la ciudad y se salga de la crisis del sector que padece la ciudad desde algunos años. Por ahora, la población seguirá atenta al avance del Museo del Caribe y del MAMB mientras continúan protestando por otros dos escenarios: el Teatro Municipal Amira de la Rosa y la facultad de Bellas Artes de la Universidad del Atlántico (UniAtlántico).
El 24 de febrero, Pumarejo ya se había referido al icónico teatro, que está cerrado desde 2016, cuando un estudio indicó que su infraestructura presentaba daños severos que podrían comprometer la vida de las personas que ingresaran al lugar. El mandatario recordó que, este lugar no está en el olvido, sino que el avance de su restauración depende del Banco de la República.
“El Amira de la Rosa acusaba los mismos problemas, pero el Banco de la República se ha comprometido a diseñar su reconstrucción y, de la misma forma, operar y mantener. En nombre de Barranquilla pedimos agilizar el proceso. Estamos dispuestos a colaborar y hacer más expedito el cronograma”, escribió el mandatario.
En cuanto a Bellas Artes, este espacio no es competencia del distrito, pero sí de la Gobernación del Atlántico. Este edificio se caracteriza por su diseño republicano y es otra de las joyas arquitectónicas de Barranquilla. Desde que se designó en 1940 como un espacio cultural, y posteriormente como una facultad de UniAtlántico, ha contribuido a marcar la historia de la ciudad por poseer los programas de formación artística a nivel superior más antiguos de toda la región.
Durante los últimos años, este espacio no es ni sombra de lo que solía ser, y por eso parte de los barranquilleros han demostrado su descontento con la situación. Incluso, a inicios de año, Elías Lacouture, un joven de 24 años, hizo una huelga de hambre durante días con el fin de llamar la atención de las directivas de la institución y las autoridades locales y nacionales para que intervengan la estructura del edificio.
El edificio de Bellas Artes presenta problemas que se deben al tiempo, la falta de mantenimiento, la humedad, el comején y modificaciones estructurales que se han hecho sin estudios previos.
Desde 2017, las autoridades departamentales crearon una mesa de concertación para planear la reconstrucción de Bellas Artes pero hasta ahora no hay obras concretas. A mediados del año pasado se conoció que el proyecto de intervención había asegurado 12 mil millones de pesos y estaba terminado en un 70 por ciento para luego pasar a la fase de ejecución, pero hasta el momento no se ha informado nada más y el recinto sigue cerrado.
Le puede interesar: