Este jueves 25 de febrero, el padre Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad, conversó sobre la situación de violencia que atraviesa Buenaventura con la periodista María Jimena Duzán. Sin embargo, aprovechó el espacio para enviarle un mensaje al exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, quien está en proceso de extradición de Estados Unidos a Colombia.
Se trata de uno de los mayores testigos de los horrores que cometieron las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), pero que por sus crímenes por narcotráfico fue extraditado a Estados Unidos en el gobierno de Álvaro Uribe. Ahora, que cumplió con las penas impuestas por ese país, se espera que regrese al país para responder por los crímenes que cometió y sobre todo, para que le de la cara a las víctimas.
“Yo quisiera decirle a Mancuso, como presidente de la Comisión de la Verdad, cuándo quiere que hablemos, dónde quiere que hablemos. Yo estoy dispuesto a ir donde sea, porque nosotros si queremos que esto empiece”, dijo De la Roux.
En la entrevista con Duzán, el sacerdote comentó que espera que Mancuso no le responda a través de un tercero, sino que sea él personalmente quien le responda.
Para nosotros es importantísimo lo que usted quiere decir y estamos invitando justamente a responsables a que tengan el coraje de reconocer sus responsabilidades, a que contribuyan a la verdad.
El presidente de la Comisión de la Verdad recalcó la importancia de que el país no le tenga miedo a la verdad, que le tiene que dar miedo es la mentira: “La verdad nos debe generar esperanza”.
<u><b>Mancuso reconoció haber asesinado al líder indígena Kimy Pernía Domicó ante la Comisión de la Verdad</b></u>
El exparamilitar condenado y desde Estados Unidos, asistió el pasado 23 de octubre de 2020 a un Encuentro por la Verdad en el que reconoció haber asesinado al líder indígena Kimy Pernía Domicó, ante su hija Martha Cecilia Domicó.
Estos son apartes de esa confesión:
Salvatore Mancuso: Quisiera aprovechar la oportunidad para pedirles perdón de todo corazón por estos hechos que los han llenado de luto, de dolor y de sufrimiento con la muerte del líder indígena, el señor Kimy Pernía Domicó. Nosotros nunca debimos tomar acciones en la guerra, les explicaré cómo fue mi vinculación al conflicto armado. Yo me equivoqué, pido perdón por ello, por mis acciones en el conflicto que nos ha afectado de tantas maneras.
Martha Cecilia Domicó: Buenos días Mancuso. Soy la hija de Kimy Pernía. Sí, escucho tus palabras, tu voz, ahora sí nos estamos comunicando. Qué bonito saber que nos estamos comunicando en este momento porque en 2007 estuve apenas en la audiencia y no pude hablar con usted directamente. Escuché su mensaje y pues yo aquí estoy esperando la respuesta. ¡Cuántos años no hace desde el 2001! Yo quisiera que dijera la verdad de qué hicieron con mi papá o qué fue lo que pasó. ¿Quiénes fueron las personas responsables? Porque estuve hace un año en la conmemoración de mi papá y fue un dolor tan profundo para mí porque yo decía: yo no sé dónde está mi papá. ¿qué hicieron con él?
Me regalaron unos ramos de flores con ese dolor que tuvieron porque yo les dije: no sé ni a dónde llevar estas flores. Todo mi pueblo está ahora en este momento huérfano. Tanto como somos la familia, los hijos, y la familia que es la organización. El pueblo embera katío es uno solo.
Salvatore Mancuso: Gracias Martha Cecilia, yo le agradezco de corazón. Me duele lo que sucedió con ustedes y con los pueblos del alto Sinú y de toda Colombia. Yo he querido desde un principio conversar con ustedes, pero desafortunadamente la Fiscalía General de la Nación en Justicia y Paz en un principio no nos permitía tener comunicación y encuentros directos de perdón y reconciliación y esclarecimiento de la verdad con las víctimas y con ustedes. Recuerde que usted estuvo en las audiencias y no le permitieron hablar. A mi tampoco me permitieron hablar con usted y de esa manera fueron las primeras audiencias de versión libre que nosotros trabajamos cuando estábamos construyendo la verdad.
Del proceso de Justicia y Paz voy a contarle unas cosas: lo del líder Kimy Pernía Domicó fue un crimen de Estado. Yo como miembro de facto recibí una llamada del Estado, de las Fuerzas Militares, recibí una orden del comandante Carlos Castaño en este sentido de asesinar, nuestras órdenes eran de dar de baja, eso significa asesinar al líder Kimy Pernía Domicó.
(...)
En cuanto al líder Kimy Pernía Domicó fue nuestra responsabilidad y voy a ubicarles (no tengo conocimiento exacto) el sitio donde al líder lo enterraron en un principio y luego cuando la Fiscalía venía a hacer unas exhumaciones de fosas dentro de la zona, nos dieron la información y el cuerpo del líder indígena fue arrojado al río Sinú frente al planchón de Calleja. El cuerpo sin vida ya después de varios meses de haber sido enterrado en esa fosa común, al río Sinú.
Martha Cecilia Domicó: Yo lo que quiero es que no sigamos ya más en esta guerra porque es lo que nosotros estamos sufriendo en este momento. Me está diciendo la verdad. Y en este momento tampoco tengo ningún momento de rencor.
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