Consternación por el aumento del sicariato en Soledad, Atlántico: en menos de 24 horas, cuatro personas fueron asesinadas

La Policía Metropolitana de Barranquilla designó a 100 agentes uniformados para combatir la inseguridad en el municipio de Soledad.

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Sicariato ha cobrado la vida
Sicariato ha cobrado la vida de cuatro personas en menos de 24 horas en Soledad, Atlántico. Pese a que una de las víctimas fue trasladada al hospital Adela de Char, no logró sobrevivir ante la gravedad de los disparos / (ZonaCero.com).

En la tarde del miércoles 24 de febrero, se registró un doble asesinato en el barrio Nuevo Horizonte del municipio de Soledad en Atlántico.

El hecho criminal habría tenido lugar en calle 69 con carrera 13B y le cobró la vida a Óscar David Delgado Wilchez, de 31 años y a John Carlos Guerra Torres, de 23 años, quien se dedicaba a la venta de butifarras y frutas.

Delgado Wilchez habría recibido tres impactos de bala que lo dejaron sin vida de forma inmediata. De acuerdo con información preliminar investigada por las autoridades, el hombre presenta antecedentes judiciales que lo involucran como responsable de cometer el delito de tráfico de estupefacientes.

Por su parte, Guerra Torres, también conocido con el alias de ‘Buty’, habría recibido dos disparos letales a la altura de la cabeza. Sobre los responsables de estos dos casos de homicidio, la Policía indicó que eran dos sicarios que se movilizaban en una motocicleta y desenfundaron un arma de fuego.

Una de las principales hipótesis de la justicia está relacionada con el ajuste de cuentas o control territorial en zonas de tráfico y expendio de estupefacientes del municipio aledaño a la capital atlanticense.

Cifras publicadas por la Policía, en conjunto con la secretaría de Gobierno de Soledad, dan cuenta de que solo en febrero se han cometido 18 ataques sicariales en el municipio.

Aunque el microtráfico y los conflictos entre bandas criminales por el control del expendio son unas de las principales causas para el aumento del sicariato en Soledad, otro asesinato en circunstancias similares fue registrado en la misma tarde del miércoles 24 de febrero en el municipio.

Se trata de Osmel Enrique Guerrero Sandoval, ciudadano que no presentaba antecedentes judiciales por delitos relacionados con estupefacientes, pero que fue víctima de un ataque con arma de fuego en la calle 79 con carrera 8, más exactamente en el barrio Nueva Esperanza. La víctima habría sido conducida de urgencia hasta las instalaciones de la Clínica Adela de Char de Soledad, sin embargo, no logró resistir a la gravedad de las heridas provocadas por los disparos y en el centro médico fue confirmada su muerte.

Las cifras de criminalidad que consternan a las autoridades atlanticenses también involucran el crimen de un comerciante de Soledad, que en la madrugada del 24 de febrero también fue baleado. La víctima fue identificada como Juan Alfaro Martínez, de 53 años, que pereció cuando unos individuos en motocicleta lo interceptaron en la vía pública del barrio Ciudadela Metropolitana.

En menos de 24 horas ya son cuatro los hechos violentos que aquejan a esta población del Área Metropolitana de Barranquilla.

Una de las medidas determinadas por las autoridades fue la asignación de la Policía Metropolitana de Barranquilla de 100 agentes uniformados al municipio de Soledad. De acuerdo con comandante de la institución, el general Diego Rosero, con esta novedad aumentarán también los patrullajes y los cuadrantes apoyados por investigadores especializados de los Grupos Operativos Especiales de Seguridad (Goes), la Sijín y el Gaula de la Policía.

Las declaraciones del general Rosero se hicieron tras sostener una reunión con el secretario municipal de Gobierno, Rosmell Hernández, quien relacionó los casos de los tres asesinatos con la implementación del Plan 100 contra el microtráfico. Hernández dijo que, han aumentado los decomisos de armas y la detención de ciudadanos cometiendo actividades ilícitas:

La Policía ha realizado cerca de seis allanamientos en dos días y ha logrado el decomiso de armas y de estupefacientes. Obviamente, esto pone nerviosos a los grupos que se dedican a estas actividades ilícitas y generan un enfrentamiento entre ellos por la ocupación del territorio

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