Entre presuntos colados y biológicos extraviados continúa el Plan Nacional de Vacunación: este es el panorama

IPS en seis departamentos están bajo la lupa de la Contraloría y la Superintendencia Nacional de Salud. Tendrán 24 horas para explicar cómo se ha custodiado en Plan Nacional de Vacunación.

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Personal de salud se aplican
Personal de salud se aplican la vacuna contra la covid-19 hoy, en la clínica Unidos por la Vida en Cali (Colombia). EFE/ Ernesto Guzmán Jr

Seis días atrás comenzó la inmunización de los colombianos contra el covid-19, tras la llegada de las primeras 50.000 dosis de Pfizer BioNTech. Y aunque desde un inicio, miembros del Gobierno nacional como la vicepresidenta de la República, Marta Lucía Ramírez, hicieron el llamado a no saltarse el turno de vacunación acudiendo a “palancas, roscas o amiguismos”, lo cierto es que ya hay casos de quienes al parecer se colaron y 16 vacunas extraviadas en el país.

Debido a la pérdida de las dosis en las primeras semanas, hoy están en la mira de la Superintendencia Nacional de Salud y la Contraloría General —el máximo órgano de control fiscal del Estado— hospitales en seis departamentos del país: Antioquia, Quindío, Huila, Risaralda, Sucre y Valle del Cauca. Y por casos polémicos, en los que al parecer algunos miembros del personal de salud se saltaron el turno, están bajo la lupa, Santander y Tolima.

De acuerdo con la Contraloría, los centros médicos en los que se han perdido las dosis son el Hospital Universitario de Armenia (5); la Clínica Comfamiliar de Pereira (4); el Hospital Pablo Tobón Uribe de Medellín (3); la Clínica Medilaser (1) y el Hospital Universitario de Neiva (1); y el Hospital Universitario de Sincelejo (1); y una vacuna en un centro asistencial del Valle del Cauca, aunque no se precisa cuál.

En el caso de las pérdidas en el Hospital Universitario de Armenia, fue el gobernador de Quindío, Roberto Jaramillo, quien dio aviso a las autoridades. En Blu Radio, el mandatario afirmó: “Advertimos inmediatamente a la Procuraduría el acompañamiento y a los entes de control en esta situación que se está presentando en todo el país, no solamente en el departamento del Quindío”. Allí, se aplicaron 535 dosis de las primeras 550 que llegaron.

En Risaralda, fue la Clínica Comfamiliar de Pereira la que denunció el hecho: se entregaron 32 viales, pequeños frascos que contienen el biológico, que deberían alcanzar para seis dosis. Con esos números, el material entregado en la capital risaraldense alcanzaría para vacunar a 192 profesionales de la salud; sin embargo, solo se logró vacunar a 188.

Acerca de lo ocurrido en Risaralda y Quindío, que parece ser un reflejo de lo que ocurrió en los otros cuatro departamentos, la Contraloría afirmó:

Hoy estamos desplegando a todo el equipo de la Contraloría, para que puedan determinar en cada una de las IPS quiénes han sido vacunados y bajo qué profesiones, teniendo en cuenta que la lista de priorización es para personal de la salud de la primera línea

El organismo de control fiscal aseguró que, además de la pérdida de las 16 vacunas, ha recibido denuncias por presunto “irrespeto a los listados de priorización”, e instó a la ciudadanía a comunicarle a la Contraloría, mediante el correo electrónico cgr@contraloria.gov.co, cualquier irregularidad.

Cartas en el asunto también tomó la Superintendencia Nacional de Salud, que el pasado 18 de febrero anunció la creación de un grupo élite para la custodia de las vacunas, “desde el cumplimiento de la cadena de frío, la revisión del talento humano, la verificación de las poblaciones priorizadas, los protocolos de bioseguridad, hasta el seguimiento al agendamiento de las citas”.

La primera medida tomada por la Supersalud frente a las dosis extraviadas fue dar un plazo de 24 horas a las secretarías de Salud de estos departamentos para explicar cómo le están haciendo seguimiento a la vacunación en los entes territoriales, además de buscar un porqué a las irregularidades.

Los que se saltaron la cola

El 16 de febrero, en una reunión con 21 alcaldes del departamento de Boyacá, la vicepresidenta de la República, Marta Lucía Ramírez, afirmó que no cabe la posibilidad de que se vacune primero a quienes no están priorizados, por palancas o amiguismos.

Es importante que sepan que nadie aquí puede saltarse la fila, nadie puede caer en la equivocación de pensar que, porque es el amigo, el pariente, el alcalde, la alcaldesa, el ministro, el expresidente, tiene ventajas, nada de eso. Aquí los turnos son rigurosos

Pese a sus declaraciones, ya se han conocido distintos casos relacionados con “colados” en la vacunación contra el covid-19 —hasta el momento ninguno en Boyacá—, en departamentos como Tolima. Allí se denunció que, en el Hospital Federico Lleras Acosta, los dos hijos de la jefe de talento humano del centro médico, Victoria Eugenia Avilez, habían saltado su turno de vacunación, siendo inmunizados contra el covid-19.

Sobre el caso, mediante un comunicado, el Centro Médico respondió que los señalados por colarse, fueron inmunizados con base a los listados enviados por el Ministerio de Salud a la Secretaría del departamento, los cuales fueron remitidos a la IPS encargada de la aplicación del biológico en dicha unidad de Salud.

Se trata de Juan José Rubio Avilez, que labora en el hospital desde el 1 de marzo de 2019, y María Alejandra Rubio Avilez, desde el 1 de noviembre de 2017.

Otro caso en Santander

El lunes 22 de febrero también se conoció el caso de un colombiano que se saltó la línea de vacunación y, con mentiras, se hizo vacunar contra el covid-19 en Santander. Se trata del cirujano plástico Camilo Reyes, quien recibió la primera dosis de Pfizer en la Clínica Foscal, afirmando que el Ministerio de Salud lo había llamado para recibir la vacuna.

A lo ocurrido, el ministro de Salud, Fernando Ruiz, le hizo frente y manifestó que se está investigando, pero que, de cualquier modo, no se trata de la profesión, sino del servicio de salud en el que labore.

“Hay personal en el departamento de urgencias de los hospitales. En urgencias podemos tener todo tipo de profesionales, incluidos odontólogos, incluidos otros profesionales terapeutas, los cuales todos trabajan en los servicios de urgencias y pueden todos tener un riesgo importante por el tipo de servicio en el cual se encuentran”, fueron las palabras de Ruiz.

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