Colombia llevará a cabo protocolo para combatir el cambio climático

La enmienda de Kigali al protocolo de Montreal, aprobada por el Congreso en el 2019, define cuáles son los gases que más afectan la capa de ozono. La Corte Constitucional dio vía libre a su ejecución.

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FOTO DE ARCHIVO. Una mujer sostiene un cartel que dice: el cambio climático es conmigo2 durante una protesta en Bogotá. REUTERS/Luisa Gonzalez
FOTO DE ARCHIVO. Una mujer sostiene un cartel que dice: el cambio climático es conmigo2 durante una protesta en Bogotá. REUTERS/Luisa Gonzalez

La Corte Constitucional declaró exequible la enmienda de Kigali, un tratado que protege la capa de ozono y determina que se puedan eliminar las Sustancias Agotadoras de Ozono (SAO). “Con esta Enmienda se agregan a la lista de sustancias controladas por el Protocolo los hidrofluorocarbonos (HFC), que no son SAO, pero sí Gases de Efecto Invernadero (GEI) que tienen un alto impacto en el calentamiento global. De ahí que sea tan importante para el país esta decisión de la honorable Corte”, dijo el ministro de Ambiente, Carlos Eduardo Correa.

Estos gases los usa Colombia en áreas de refrigeración, acondicionamiento de aire, espumas e poliuretano, extinción de incendios, solventes y aerosoles, lo que impacta directamente al calentamiento global.

Este Protocolo, que Colombia integra desde 1993, es el primer tratado ambiental que fijó responsabilidades comunes pero diferenciadas entre los firmantes, al establecer distintas metas de erradicación para países desarrollados y en desarrollo. Colombia se sumará a esta nueva iniciativa global que ya han ratificado 113 países, gracias al concepto emitido por la Corte. La meta de las naciones comprometidas es evitar que la temperatura del planeta aumente 0.5 grados al año 2100.

El Ministerio de Ambiente está trabajando en el marco jurídico y administrativo que permita la pronta ratificación de la Enmienda de Kigali, aprobada en 2016, y la inclusión del país como firmante de esta importante medida para el planeta. “Esto permitirá acceder a recursos técnicos y financieros a través del Fondo Multilateral del Protocolo de Montreal, y avanzar en la implementación de los compromisos de reducción del consumo de los hidrofluorocarbonos en el país”, indicó el ministro.

Ahora con la entrada de la Enmieda de Kigali, se abrirán nuevas oportunidades y retos para la industria al tener que trabajar con producciones más limpias. El Gobierno explica que trabajará con los sectores implicados en la sustitución de los HFC y en la entrada de equipos y nuevas tecnologías que disminuyan el consumo energético.

“Colombia se ha trazado un camino claro hacia el uso de sustancias que no agoten el ozono y reduzcan el impacto sobre el clima del planeta. La implementación de la Enmienda de Kigali estará alineada con las acciones para contrarrestar el cambio climático. La reducción en el consumo de hidrofluorocarbonos contribuirá al cumplimiento de las metas de mitigación de los Gases de Efecto Invernadero. Es un trabajo en el que deben involucrarse todos sectores de la sociedad civil”, concluyó el ministro Correa.

Plan de América Latina para cuidar los ecosistemas

Brasil, Colombia, Ecuador, México, Perú y Venezuela son algunos de los países considerados megadiversos. Pero la deforestación, la agricultura extensiva, la ganadería y las actividades extractivas ponen en riesgo estos ecosistemas, por eso el último reporte global del Convenio de Diversidad Biológica concluye que una de las mayores causas de la pérdida de biodiversidad es la explotación agrícola. Se estima que un 70% de la pérdida de la biodiversidad terrestre está vinculada a las presiones agrarias. El Convenio recomienda reorientar la producción hacia la sostenibilidad y avanzar en sistemas agroecológicos.

Por esta razón, durante el XXII Foro de Ministros, que tuvo lugar a principios de febrero bajo la dirección de El Salvador, que actualmente lidera el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se pusieron en marcha varios acuerdos para abordar los desafíos ambientales más urgentes de América Latina.

Junto con el Plan de Acción, los ministros de ambiente de América Latina y el Caribe firmaron la Declaración de Bridgetown, con el objetivo de integrar la dimensión ambiental en los planes de recuperación de la COVID-19, para impulsar economías resilientes y bajas en carbono.

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