Sergio Fajardo espera ser candidato presidencial en 2022, luego que en el 2018 al perder las elecciones presidenciales asegurará que no volvería a la política. Desde finales de enero y principios de febrero, comenzaron los rumores de la creación de la ‘Coalición de la Esperanza’, en la que se vuelve a unir con el Partido Verde y Jorge Robledo, pero además en esta ocación se unen otros sectores como político, como Ángela María Robledo, Antonio Sanguino, Humberto de la Calle, Juan Fernando Cristo o Juan Manuel Galán. Con esta alianza se espera que salga un representante a la presidencia que sea apoyado por lo que ahora se denomina centro-izquierda.
Según el candidato de centro-izquierda la razón por la que volvió a la política fue porque le hicieron caer en cuenta de que tenia responsabilidad con la gente que había creído en él.
“Conversé con muchas personas y me dije que tenía una responsabilidad, en primera instancia, con la gente que ha trabajado con uno, con mucha gente que votó por nosotros, y concluí que no podía salir a decir que ya no tenía nada que ver. Fue por un sentido de responsabilidad”, señaló en entrevista con diario El Espectador.
Este jueves 18 de febrero, los integrantes de la ‘Coalición por la Esperanza’, anunciaron que el próximo 7 de abril le presentarán a Colombia la propuesta de “convergencia y cambio”, de cara a las elecciones presidenciales de 2022.
“El propósito es hacer una presentación pública para decirle al país por qué estamos juntos, por qué queremos liderar el cambio que el país necesita, mostrar un conjunto de principios básicos sobre la forma de entender y hacer la política, una base programática para construir la propuesta, construir un gobierno y a armar unas listas para Senado y Cámara. Eso lo estamos haciendo juicioso, con rigor y seriedad. Vamos a ir a una consulta en 2022, a escoger una persona que represente a este grupo. Terminaremos en abril y convocaremos a otras personas y organizaciones a participar. De esta convergencia saldrá la persona que dirigirá a Colombia, saldrá el próximo presidente o presidenta” comentó el político de la coalición y el anuncio que hicieron”, señaló.
Fajardo considera que la polarización es nociva para la política y se ha apartado de la confrontación entre extremos, por lo que en muchas ocaciones ha sido señalado de “tibio”. Ya que sus comentarios son cortos o en algunas ocaciones ambiguo como cuando le pregunta por el Gobierno actual, su calificativo es “flojo”.
Sergio Fajardo fue profesor durante muchos años en el campo de las matemáticas. Y como un maestro es tan distinto a un político, en la campaña presidencial de 2018 subrayo esos aspectos de su talante para tratar de convencer al electorado de que era independiente, distinto y alternativo. Para derrotar, según sus palabras, a los mismos con las mismas. Con un posicionamiento semejante fue fórmula de Antanas Mockus en 2010 -en la ola verde- y llegó a la Alcaldía de Medellín y a la Gobernación de Antioquia. Aunque su carrera pública se inició tarde, ha sido consistente en su actitud crítica hacia la política tradicional y hacia las fuerzas que han dominado el panorama.
Sin embargo, ha estado en el ojo del huracán y ha sido muy criticado por el escándalo de Hidroituango, por el que esta siendo investigado a lo que el respondió en entrevista con el medio colombiano que “Nosotros tenemos los argumentos para demostrar que nuestra actuación fue correcta. Yo estoy preparado para responder porque actuamos bien”.
Agregó también que “Es complejo de entender porque el papel de la Gobernación de Antioquia en el proyecto de Hidroituango es en una junta directiva de una sociedad que se llama Hidroituango. EPM, que tiene un contrato especial, tiene unas responsabilidades también. Pero repito, nosotros actuamos de manera correcta y presentaremos los descargos que se tengan que presentar y se tiene que descubrir en dónde estuvo la falla en la construcción, que no fue culpa de nosotros”.
Pero la más reciente encuesta de Datexco, divulgada por W Radio, reveló que la aceptación de Fajardo en el país creció un punto porcentual y es la más alta de los políticos en este momento que está en el 51 %. Junto con Gustavo Petro que aumento nueve puntos porcentuales (está en el 42 %) en tres meses.
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