Diego Mateus, reconocido comendiante colombiano, caracterizado por su tinte de humor negro y autor de libros como Formateando la memoria, donde cuenta la historia del país desde un punto de vista más positivo, fue invitado al programa de Diva Rebeca, personaje encarnado por el periodista Omar Vásquez.
El programa usualmente busca hablar de la vida de los invitados, sus pensamientos, su historia y sus nuevos proyectos. En las entrevistas Diva Rebeca hace preguntas que pueden resultar difíciles de responder o incomodas. En esta ocasión, una de las preguntas que le hizo al comediante fue “¿Qué tipo de comediante, políticamente correcto, no llama su atención?”.
Antes de que la presentadora hiciera la pregunta Diego estaba diciendo que respeta el trabajo de sus compañeros y habló particularmente de los participantes en el programa ‘Los comediantes de la noche’, de quienes aseguró todos son muy consecuentes con lo que son. Sin embargo, admitió que sus gustos por la comedia se inclinan más hacia lo “visceral” y no tanto a la comercial, que, según él, es adornada y tiene algunos filtros.
Aseguró que Andrés López, quien giró por el mundo con ‘La pelota de letras’, nunca hizo una propuesta que llamara su atención; no obstante, le pareció bueno el trabajo que hizo, y luego dijo: “Nunca me ha gustado la comedia de Alejandra Azcárate” (quien también fue su compañera en el programa de Los comediantes de la noche y actualmente es jurado del reality ¿Quién es la máscara?), porque es “más pensada que visceral”, y él prefiere el humor orgánico. Además, hizo una pregunta: “¿Sólo lo dices porque estas en un show”, a lo que se respondió: “para mí la comedia es algo más que un show”.
Mateus también mencionó el estilo de Antonio Sanint, de quien señaló que “es un tipo que en su comedia trata de no meterse en líos, pero él mismo, cuando tú lo ves, es muy real en su comedia. Un tipo muy tranquilo. Como que no quiere meterse en líos. Entonces, ahí yo digo: ‘Un poco Antonio es así’. Entonces uno respeta y un poco admira eso. Sería muy malo tratar de vender otra imagen, algo que no soy”.
En la entrevista también hizo una reflexión sobre el uso de la comedia y los límites que debería tener, a lo que comentó: “El problema no es el humor, es la construcción de humor, porque, precisamente, se trata de que usted pueda hablar de todo, de romper barreras de lo establecido”. Agregó:“Se tiene que hablar de todo, como en la literatura o como en la política”.
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