De amianto a talco, así transita la mina de Campamento, Antioquia, luego de la prohibición del asbesto en Colombia

La única mina que explotaba este mineral en Antioquia corría el riesgo de ser cerrada sino buscaba alternativas

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El proyecto de ley que prohíbe el asbesto en Colombia comenzó a regir hasta el 2021.
El proyecto de ley que prohíbe el asbesto en Colombia comenzó a regir hasta el 2021.

De acuerdo con la información de Agencia Nacional de Minería, de las 114 millones de hectáreas del territorio nacional, sólo el 5% están tituladas para la actividad minera, de estas, el 2.3% están en exploración, 1.6% en construcción y montaje, y 1.1% en explotación.

Las mayores áreas del territorio tituladas para desarrollar proyectos mineros son, en un 22%, competencia de la Gobernación de Antioquía, seguida por el PAR Cartagena y el PAR Valledupar, con un 10% cada uno. Sin embargo, la minería se desarrolla en la mayor parte del territorio colombiano, para ser más precisos, en 30 de los 32 departamentos y en Bogotá.

En el 2019, el Gobierno, mediante el decreto 1968, prohibió el uso de asbesto en el territorio nacional y estableció garantías de protección a la salud de la ciudadanía. El uso de este mineral fibroso es restringido en gran parte del mundo. En 75 países, incluidos seis latinoamericanos, vetaron su producción, debido a su potencial cancerígeno, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, el asbesto es el conjunto de una serie de minerales fibrosos que resultan resistentes al calor y a la corrosión. Estas fibras se encuentran alrededor del mundo en el suelo y en las rocas. Además, están hechas, principalmente, de silicio y oxígeno, aunque también contienen otros elementos riesgosos para la salud.

Debido a estas propiedades, el asbesto es usado en productos comerciales, como materiales a prueba de fuego y de aislamiento, frenos de automóviles y para la elaboración de paneles de yeso. También es utilizado para fabricar techos, losas para el piso, comento, textiles, entre otros.

La peligrosidad del material radica en que, una vez alterado el producto que contiene asbesto, se liberan fibras pequeñas. Cuando estas se inhalan, pueden llegar a los pulmones y permanecer allí durante periodos extensos de tiempo. Posteriormente, esta acumulación puede provocar la inflamación y cicatrización del tejido y afectar la respiración, causando graves problemas de salud.

Teniendo en cuenta que la minería en Colombia explotaba este producto, el Estado dio un período de transición de dos años para que las diferentes industrias adaptaran sus procesos a tecnologías más limpias. Por lo que la ley comenzó a regir a partir del 1 de enero del 2021.

En el municipio de Campamento, Antioquia, cuando se dio a conocer la noticia no la recibieron de buena forma, pues en la vereda La Solita, una montaña de pequeñas piedras y arena gris, este material había sido parte de la minería durante cinco décadas y sus habitantes no visualizaban cómo podrían cambiar su forma de trabajo.

La minería en Colombia hace presencia en 30 departamentos. REUTERS/Albeiro Lopera
La minería en Colombia hace presencia en 30 departamentos. REUTERS/Albeiro Lopera

En este municipio habitan unos 8.700 pobladores, de los cuales, al menos 3.000 viven en la zona urbana y el resto en la parte rural, distribuidos en 46 veredas, según datos de la Alcaldía. Su economía depende mayormente de la extracción de recursos primarios. En 2019 se calculaba que el 85% de los trabajadores de la mina correspondía a gente de la zona.

Sin embargo, dos años después de la prohibición del asbesto, y ante la incertidumbre de los habitantes de Campamento, la Gobernación de Antioquia anunció este mes la firma de un contrato de concesión por 30 años entre la Secretaría de Minas y la mina para pasar de producir crisolito a producir silicato de magnesio, talco y materiales de construcción.

“Se trata de la primera mina de reconversión que se establece en Colombia, y por eso se considera la primera mina de economía verde y economía circular, ya que es el aprovechamiento de una explotación que se hizo por unos 60 años y que dejó unas ‘colas’ que son ricas en silicato de magnesio (37 por ciento de magnesio y 44 por ciento de silicio), de manera que la verdadera mina estaba era en las colas”, contó Jorge Alberto Jaramillo, secretario de Minas del departamento de Antioquia.

Jorge Enrique Gómez, gerente de Minera Las Brisas, explicó que gracias a esta reconversión se podrán mantener los empleos de quienes laboran en la mina y, de esta forma, no afectar la economía del lugar y más en un contexto critico de reactivación económica que vive Colombia.

“Inicialmente aspiramos a tener entre 150 y 200 empleos directos, pero con los años esperamos llegar a 500 empleos directos y 500 indirectos. El silicato de magnesio es una materia prima que sirve para muchas cosas: hacer fertilizantes, producir cerámicos de alta resistencia, magnesio metálico, puzolanas. Mejor dicho, son infinitas la cantidad de posibilidades que ofrece este material”, señaló el gerente a El Tiempo.

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