Andrea Cortés Guarín, nacida en Bucaramanga, es la primera mujer trans en la Policía. Sin embargo, su proceso no fue fácil ya que la institución le notificó que no podían aceptar el cambio de su nombre y sexo porque cuando se incorporó a la institución lo hizo como hombre.
Así que frente a esta situación, ella decidió instaurar una tutela y tomó contacto con Diana Navarro Sanjuán, una reconocida abogada trans.
”En un permiso viajé a Popayán y la doctora Navarro me estaba esperando. Ella redactó la tutela, me asesoró y apoyó en todo el proceso, que no fue fácil. A esta mujer le debo mucho”, enfatizó Cortés en entrevista con el diario El Tiempo.
Finalmente, en mayo del 2018, el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Popayán le notificó a la Policía Nacional que la debía reconocer el derecho al desarrollo de la libre personalidad, la personalidad jurídica, la vida digna y la igualdad a Andrea Cortés Guarín.
La institución acato la orden y esto le permitió seguir con sus funciones. Pero su lucha no termina ahí, pues ella quiere ayudar a mujeres en situación de vulnerabilidad para prevenir y combatir la violencia de género, la violencia intrafamiliar y ser una voz de los derechos LGBTI.
Desde que tenia 9 años, Andrea siempre se reconoció como una mujer y esto la llevó a que sufriera de mucho acoso y burlas por su condición. Sin embargo, fue un proceso largo el que la llevo aceptar que quería hacer el tránsito. Al terminar su bachillerato, a los 18 años, en ese momento Fabio como se llamaba antes de hacer el cambio de sexo, tenía que definir su situación militar y se fue a prestar servicio como auxiliar regular de la Policía.
“Cuando yo entré a prestar mi servicio militar como auxiliar de la Policía, la Institución sabía que yo era homosexual. Esa condición hoy es avalada y respetada en la Fuerza Pública”, señaló la policía a El Tiempo.
Mientras estuvo prestando el servicio, tomó dos decisiones importantes para su vida, por un lado comenzó el tratamiento hormonal y por otro definió que quería seguir en la institución, pues tenia vocación para este tipo de carrera.
Andrea se graduó en enero de 2016 como Fabio Cortés Guarín, y fue designada al departamento de Cauca. Sin embargo, fue evaluada por una psicóloga que le sugirió que ella informará a sus superiores sobre su identidad como mujer trans y de esta forma poner en regla sus documentos, y que lo hiciera legalmente cambiando su nombre.
“En un permiso viajé a Bucaramanga (en septiembre de 2017), y fui a la Registraduría y cambié mi registro civil y mi cédula. Y regresé con una contraseña que me identificaba como Andrea Cortés Guarín”, señaló.
Pese a que su proceso de documentación fue complejo, aseguró: “en la gran mayoría de compañeros he encontrado mucho respeto hacia mi persona, y hacia mi decisión de ser una mujer trans”.
El proceso de Andrea comenzó a los 19 años y finalizó el año pasado cuando a sus 26 años, 4 años después de anunciarse al mundo como mujer transgénero, decidió realizarse el cambio de voz.
“Me realizo el cambio de voz porque creo que es un complemento a toda la transición que he recorrido hasta el momento. Es un plus para mí, el complemento de la feminización de voz”, afirmó la uniformada al medio Zona Cero.
La patrullera afirmó que el respaldo de su familia ha sido clave para afrontar el duro camino. “Mi familia es mi motor de arranque, mi mamá, mi abuela, mis dos hermanas, son mi apoyo total”.
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