Hospital en donde se puso la primera vacuna contra el coronavirus tiene una deuda de más de 90 mil millones de pesos

Todavía quedan por pagar cerca de la mitad de las obligaciones financieras de ese centro médico.

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El presidente de Colombia, Iván Duque, y Verónica Machado, jefa de enfermería del Hospital Universitario de Sincelejo, chocan los codos después de que ella recibió una dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech contra el COVID-19 en el inicio de la campaña de vacunación contra el coronavirus en el Hospital Universitario de Sincelejo, en Sincelejo, Colombia, 17 de febrero, 2021. Cortesía de la Presidencia de Colombia /vía REUTERS ATENCIÓN EDITORES: ESTA IMAGEN FUE PROPORCIONADA POR UN TERCERO NO REVENTAS NO ARCHIVO
El presidente de Colombia, Iván Duque, y Verónica Machado, jefa de enfermería del Hospital Universitario de Sincelejo, chocan los codos después de que ella recibió una dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech contra el COVID-19 en el inicio de la campaña de vacunación contra el coronavirus en el Hospital Universitario de Sincelejo, en Sincelejo, Colombia, 17 de febrero, 2021. Cortesía de la Presidencia de Colombia /vía REUTERS ATENCIÓN EDITORES: ESTA IMAGEN FUE PROPORCIONADA POR UN TERCERO NO REVENTAS NO ARCHIVO

Verónica Machado, enfermera jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario de Sincelejo, fue la primera persona en Colombia en recibir una de las primeras 50.000 dosis de la vacuna de la farmacéutica Pfizer, que buscan controlar el impacto del coronavirus en el cuerpo humano. La noticia trajo consigo otros datos que alarmaron a la opinión pública como la ausencia de pago que tenía la mujer por sus labores como especialista de la salud, y la millonaria deuda que tiene el hospital, según informó el periódico El Tiempo.

Machado Torres, en una conversación que mantuvo con la revista Semana, aseguró que su salario ha tenido algunos problemas debido a que cuando entró a trabajar a ese centro médico, hace tres años, el hospital pasaba por una seria crisis económica, “no es un misterio que todos los que hacemos parte del sector salud aquí en Colombia y cuando estamos vinculados en el sector público tenemos atrasos en los salarios (...) cuando yo ingresé aquí al hospital, antes de la intervención me llegaron a deber hasta 6 y 7 meses de salarios”, manifestó.

La enfermera aseguró que por el momento, y a pesar de los esfuerzos del gerente general del establecimiento, le deben dos meses de salario y, ella no es la única afectada: la historia de Verónica no es la única.

Todavía quedan por pagar cerca de la mitad de las obligaciones financieras de ese centro médico.

El periódico El Tiempo, en una de sus últimas reporterías, concluyó que el hospital, en la actualidad, tiene una deuda que asciende a los 96 mil millones de pesos, una cifra inferior a la deuda que llegó a tener el centro médico anteriormente, según Inés Loaiza, agente interventor de la Supersalud para el HUS, llegó a ser de 120 mil millones de pesos.

“Cuando lo recibimos las deudas superaban los 120 mil millones de pesos, pero se le hizo una inyección urgente para que la institución pudiera estar en condiciones de prestar los servicios de salud”, dijo la funcionaria en una entrevista con ese medio colombiano que además explicó que el hospital lleva intervenido cerca de dos años (un año y diez meses).

Las decisiones sobre el hospital se anunciaron en 2019 gracias a Edna Paola Najar Rodríguez, delegada para Medidas Especiales de la Supersalud, que aseguró que “la medida de intervención forzosa tiene como objetivo principal proteger al hospital del impacto que actualmente tienen los procesos judiciales fallados en contra y lograr que pueda dinamizar los servicios que presta a la comunidad”.

Ese año, Supersalud reportó que el hospital arrojaba pérdidas mensuales de $684 millones, aún y cuando recaudaba $2.308 millones en promedio, en la misma cantidad de tiempo. Sus gastos ascendían a $3.578 millones.

“El hospital ya no podía cumplir con sus funciones como prestador de servicios de salud debido a las deudas millonarias y embargos (...) no tenía flujo, ni cómo responder por sus obligaciones”, dijo Inés Loaiza, agente interventor de la Supersalud para el HUS, en su entrevista para El Tiempo.

Durante los casi dos años que lleva intervenido el Hospital Universitario de Sincelejo, explicó Loaiza, se ha tenido que “prescindir” de profesionales y de contratistas en esa sede, así mismo, aunque hay salarios que han sido cancelados en su totalidad, todavía hay trabajadores a lo que se le adeuda entre 3 y 40 salarios mensuales.

Las medidas que se han tomado, le explicó Loaiza al periódico, son suministros de dinero otorgados por el Fondo de Salvamento, del Ministerio de Salud, que tiene planeado entregar 18.955 millones de pesos, de los que, para diciembre de 2020, ya se entregaron 13.000 millones. La inversión, según la agente interventora, se agilizó con la declaración de la emergencia sanitaria a causa de la llegada de la pandemia de covid-19 al país.

“Para mejorar el flujo de cartera se han invertido recursos para infraestructura y dotación de equipos médicos con el fin de optimizar servicios (...) tenía 7 camas para unidades de cuidados intensivos (UCI) y hoy tenemos 30; en cuidados intermedios pasamos de 3 a 7 camas. Además, contamos con 18 camas para hospitalización y durante la pandemia se habilitó una zona únicamente para covid”, aseguró la interventora.

Según le comentó Loaiza a El Tiempo, los esfuerzos por salvar el hospital no pueden desfallecer, y recalcó que es necesaria más inversión para el rescate del centro médico que estaría en riesgo de cerrar si no se le ofrecen alternativas de financiación. De acuerdo con lo que le dijo a ese medio colombiano, el hospital todavía tiene deudas acumuladas que datan desde antes de la intervención forzada, en aproximado, quedan todavía, por pagar, entre el 45 o 50 por ciento de las obligaciones adquiridas.

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