“Yo me senté en el primer asiento y dije: ¿qué carajos estoy haciendo aquí? Yo estoy mirando a todo el mundo y veo blanco, hombre, blanco, hombre, blanco, una mujer latina, hablando español, ¿Yo qué estoy haciendo aquí?”, se cuestionó Diana Trujillo, antes de definir que quería estudiar ingeniería aeroespacial, una decisión que, sin saberlo, llevaría a esta colombiana a hacer parte una de las misiones más importantes de la NASA con la que buscarán vida en Marte: Mars 2020.
Trujillo nació en Cali, pero a sus 17 años, según contó al diario El Espectador, en medio del divorcio de sus padres, ella y su mamá, con apenas 300 dólares y sin saber inglés, decidieron probar suerte en Estados Unidos. Durante tres años trabajó limpiando casas y en una panadería para poder pagarse sus cursos de inglés.
“Si hubiera venido aquí en primera clase, con todo pago no hubiera hecho lo que estoy haciendo. Mi trabajo me obliga a pensar en algo que no hemos hecho, que no ha pasado, que no se le ha ocurrido a nadie, que nunca hemos visto. Arrancar desde el principio. Empezando por no tener ni la idea de cómo hacerlo y buscar el camino, es lo que creo que hizo, y cómo veo los problemas, encaja perfectamente con lo que tenemos que hacer”, aseguró Diana en entrevista con Guillermo Arduino, de CNN.
Asegura que su primer objetivo cuando llegó a Miami con 17 años era “no morirme de hambre”; el segundo, ayudar a su mamá; luego, aprender inglés, y entre clase y clase de inglés se paraba en la puerta del departamento de matemáticas esperando a algún estudiante que necesitara ayuda con sus ejercicios. “Yo contestaba porque no necesitaba hablar en ningún lenguaje, simplemente los números son los mismos”.
En ese tiempo, aunque estaba segura de que ya era el momento de escoger una carrera profesional, no sabía aún cual debía estudiar. Diana indicó que escogió su profesión poco antes de una reunión con el director del departamento de admisiones de la Universidad de Florida en la que debía informarle qué programa iba a estudiar, una decisión que, según describió al diario, fue de las más difíciles que ha tomado. “Debía invertir en una educación que tenía que pagar, y yo no tenía nada”, señaló Trujillo, explicando que, si se equivocaba en su decisión, no tendría vuelta atrás.
Esperando a que la llamaran, a un par de sillas de donde estaba sentada, vió una revista con un artículo sobre las mujeres que habían sido astronautas en la NASA, y fue ahí, después de leer todas esas historias, que decidió que quería estudiar Ingeniería Aeroespacial.
“Esa revista me contestó lo que yo no podía ver en la fila, que habían otras mujeres, de otros países, que hablaban otros lenguajes, así que cuando me llamaron dije sí, firmemos, Ingeniería Aeroespacial”, narró Trujillo a El Espectador.
A partir de allí, inició su formación en la Universidad de Florida, donde, en 2007, fue seleccionada, entre, 3000 aspirantes, como una de los 18 mejores estudiantes de la institución que aplicaron para un pasantía de verano en un programa de la Academia de la Nasa, según le detalló al diario El País de Cali.
Allí, por sugerencia de un profesor, decidió continuar sus estudios en la Universidad de Maryland, con el objetivo de trabajar como gerente de operaciones del departamento de educación de la Nasa. En esa oportunidad fue la única hispana en alcanzar ese puesto en la Agencia Espacial.
“Cuando yo llegué, era la única y se sentía raro, pero en ese momento yo todavía estaba en una situación en la que yo no tenía trabajo con mi carrera, entonces era una situación en la que funciona o no funciona, y esto para mí tiene que ser una pasantía en la que tengo que demostrar que yo me merezco estar aquí”, recordó la caleña a el diario El Espectador.
Según contó Trujillo, empezó laborando en el laboratorio de Propulsión a Chorro de la Nasa, central en la que se construyen la mayoría de la naves no tripuladas, para luego pasar, en 2011, a hacer parte del grupo de diseño del brazo robótico de la misión Curiosity, que buscaba establecer si alguna vez existió vida en Marte, lo que la llevó, finalmente, a ser jefa de ingeniería del brazo robótico del Perseverance, un vehículo de la misión Mars 2020, con el que la NASA busca indagar si existe vida en Marte.
“El objetivo de la misión Perseverance es averiguar si alguna vez hubo vida en la superficie de Marte .explicó Diana Trujillo a CNN-. Llegaremos a un lugar llamado cráter Jezero . En ese cráter vamos a investigar porqué hay arcilla en ese lugar, por lo cual pensamos que hay agua, ver si existe la posibilidad o las pistas necesarias para probar que hubo vida. Si encontramos eso, también haremos una investigación para averiguar si la vida probablemente comenzó en Marte y en la Tierra al mismo tiempo. Así que tenemos una pregunta muy interesante que responder”.
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