Este 15 de febrero, el ELN liberó a los soldados Yonny Andrés Castillo y Jesús Alberto Muñoz, quienes se encontraban secuestrados desde el pasado 2 de febrero en la zona del Catatumbo, Norte de Santander.
“Una enfermera del CICR que acompañó la misión valoró a los soldados para constatar que se encontraran en adecuadas condiciones de salud, posteriormente el equipo los llevó a Ocaña, donde fueron entregados al Ejército Nacional de Colombia”, según el comunicado del CICR.
Al momento de su liberación, Castillo dio una declaración a medios locales donde manifestó su experiencia y lo que sentía al haber sido dejado en libertad luego de 12 días de secuestro.
“La verdad, desde el inicio me dieron buen trato, pa qué. Ya me sentía como amañado con ellos y, la verdad, yo no tengo nada que decir así algo malo, que me hayan dado mal trato”, dijo el uniformado.
Durante la entrevista, el joven de 19 años que hace parte del Batallón Especial Energéticos y Vial No. 10 de Ocaña, manifestó que estaba “la verdad, feliz, pero a la vez triste porque ya me estaba encariñando con ellos”.
Ante la particular respuesta del soldado, empezaron a surgir varios rumores sobre la salud mental del joven. Este miércoles 17 de febrero, su madre, Argenys Ospina, dio a conocer la verdadera situación por la que pasa su hijo desde pequeño.
“Mi hijo, desde niño, enfrenta problemas psicológicos, él no es violento, al contrario, es muy cariñoso y suele apegarse de manera rápida de las personas y sufrir problemas de depresión”, explicó Ospina tras las críticas que ha recibido el joven, quien entró a esa unidad militar desde octubre de 2020 para obtener su libreta militar.
A pesar de su condición, la cual fue anunciada por su madre y sustentada con exámenes médicos al batallón antes de la integración del joven, estos no le creyeron y fue llevado a las filas del Ejército. De hecho, la mujer afirmó que “los comandantes del Ejército no creen y aún insisten que es mentira y he sentido la burla a través de las redes sociales”.
Asimismo, la mujer reveló que su hijo le había contado que la psicóloga del Batallón lo llamó por su raro comportamiento, a lo que el niño le dijo “debe ser porque hablo mucho y me río de todo, pero voy a dar lo mejor de mi para seguir prestando el servicio militar”.
Sin embargo, Ospina recalcó que su hijo si quería servirle al país y estaba contento.
Respecto a las declaraciones del joven tras su liberación, Ospina afirmó que el joven solo dijo la verdad de los hechos.
“Mamá, usted me enseñó a decir la verdad, y así fue, recibí buen trato, buena alimentación y buen dormir”, relató Ospina.
Por su parte, el Ejército sostuvo que los militares estarán bajo observación médica y psicológica; una vez finalizado el tratamiento, se reintegrarán al Batallón Energético Vial N°10, unidad a la que están adscritos.
“Nuestros uniformados se encuentran realizando los chequeos y exámenes médicos de rigor necesarios, con el propósito de verificar su estado de salud, para que puedan proceder y continuar con el normal desarrollo de sus actividades”, señaló el Ejército Nacional en un comunicado.
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