El pasado 8 de enero, los familiares del médico y ganadero, Fabio Hernández, y del veterinario, Néstor Támara, reportaban la desaparición de ambos profesionales. Los dos hombres, que solían movilizarse juntos, no habrían llegado a sus hogares luego de su jornada laboral, lo que alertó a sus allegados que, inmediatamente, asumieron que algo malo había ocurrido con ellos. Horas después del rapto, Támara fue dejado en libertad, mientras que Hernández continuaba en cautiverio. Casi una semana después de los hechos, Fabio Hernández fue hallado sin vida. La banda criminal ‘Los Hijos del pueblo de Dios’, capturada y desmantelada por ser los confesos responsables de los hechos, ya mantenían a la población bajo el terror.
En total, fueron ocho los capturados por las autoridades acusados del crimen del médico. La organización criminal se atribuyó el crimen cuando, días después del secuestro, enviaron un panfleto, firmado con el nombre de la banda, “Los hijos del Pueblo de Dios”, en donde le exigían a la familia de Hernández 350 mil dólares, como condición, para liberar al hombre.
“Nuestra organización tiene la firme decisión de que el que no pague, se muere, y de una forma no agradable para ustedes, y sencilla para nosotros: DECAPITADO”, se leía en la carta que recibió la familia, y que hizo pública Noticias Caracol. En la misiva, se daba a entender que los familiares del reconocido médico tendrían diez días para recolectar el dinero, antes de que Fabio, raptado en inmediaciones de su finca ubicada en el corregimiento La Palmira, en Toluviejo, Sucre, fuera víctima de un fatal desenlace.
Con la llegada del documento en la que quedó registrada la millonaria extorsión, las autoridades empezaron investigaciones para dar con el paradero de la víctima. Al hallar el escondite de los criminales, y darles captura por el crimen que ya habían confesado que habían cometido, los secuestradores dieron las coordenadas exactas de lugar en el que se encontraba el médico, quien fue hallado sin vida por las autoridades que llegaron hasta el lugar.
“Mediante ocho diligencias de allanamiento en operativos ejecutados simultáneamente en Soledad, Magangué, Sincelejo y Barranquilla se logró la captura de ocho personas, entre ellas tres mujeres y cinco hombres”, explicó el general Fabián Cárdenas, director del Gaula de la Policía.
Entre los capturados estuvo Anderson José Vergara Tobios, alias ‘Logístico’, cabecilla del grupo, y encargado de, en el caso del médico y veterinario secuestrados, hacer seguimiento a los dos hombres para posteriormente raptarlos. Así mismo, se encargo de negociar con la familia respecto al dinero que esperaba recibir a cambio de la libertad de Hernández.
Alberto Enrique Ruiz Gómez, alias ‘Tocayo’, y señalado de ser el autor material del secuestro, fue otro de los capturados, de la mano de Alberto José Julio Mercado, alias ‘Balín’; Darwin Manuel Donado Martínez, alias ‘Cacharro’; Ebert Enrique Hernández Suarez, alias ‘Palermo’; Nataly Johanna Ruíz Salcedo, alias ‘Nata’; Lina María Solano Aguirre, alias ‘La Mona’; y Rociris de la Rosa Hernández, alias ‘La Mella’.
“Estos delincuentes ya tenían antecedentes por tráfico, porte de armas y hurto agravado, además uno de ellos tenía una orden de captura vigente por fuga de presos”, agregó dice el general Cárdenas.
La misma banda se encargó de dar pistas para su captura pues, luego de lo mediático del caso, la ciudadanía también se dio a la tarea de intentar encontrar a los secuestradores y homicidas del médico y, fue de esta manera, que se entregó una de las pistas claves pues, un ciudadano, vio a las personas que estaban intentando desaparecer la camioneta, con la que cometieron el crimen. Los integrantes de la organización llevaron el automóvil hasta Barranquilla y, un ciudadano advirtió que los había visto tratando de huir desde la terminal de transportes de Sincelejo.
Un infiltrado del Gaula, según explicó Noticias Caracol, llegó hasta la zona en la que el ciudadano había reportado haber visto a los delincuentes, y simuló estar haciendo una llamada para grabarlos con su teléfono celular.
Los ahora capturados tendrán que enfrentarse, tras la legalización de su captura, a manos de un juez, a comparecer por delitos relacionados al secuestro de Fabio Hernández, y Néstor Támara, y el homicidio del Hernández, eso sin contar con los antecedentes que recaen sobre ellos por acciones criminales previas a lo ocurrido el 8 de enero.