El pasado 19 de enero, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) le otorgó medidas cautelares de protección al periodista colombiano Ricardo Calderón Villegas, tras considerar que se encuentra en una situación de gravedad y urgencia de riesgo de daño irreparable a sus derechos.
Según la solicitud, Calderón se encuentra en una situación de riesgo debido a amenazas, vigilancias y seguimientos, por parte de quienes identificaron como agentes del Estado y otros terceros, como resultado de sus investigaciones periodísticas.
Tras un mes de la solicitud a las autoridades colombianas, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) aseguró que, el Estado colombiano no ha implementado las acciones que garanticen la vida e integridad de Calderón.
El pasado 3 de febrero se realizó una reunión de concertación de medidas cautelares convocada por la Cancillería de Colombia. En la reunión participaron delegados de la Unidad Nacional de Protección (UNP), la Fiscalía General de la Nación, la Procuraduría General de la Nación, la Defensoría del Pueblo, el periodista Ricardo Calderón y la FLIP.
“Desafortunadamente en ese espacio no se encontró una respuesta inmediata y articulada para prevenir el riesgo excepcional y, a pesar de la existencia de la medida cautelar, el periodista fue redirigido a agotar los trámites ordinarios para reclamar la protección de emergencia —cuya duración mínima es de noventa días—. La UNP no propuso fórmula alguna de concertación sino que insistió en remitir el caso al CERREM, cuya dinámica institucional impide que las medidas sean concertadas”, señala la FLIP.
Además, la Fiscalía General de la Nación tampoco ha mostrado avances satisfactorios en la investigación. “De igual manera, resulta inaceptable que a pesar de que la Fiscalía conoce las amenazas contra Calderón desde inicios del 2020 el llamado a rendir la declaración ocurrió solo un año después, (el pasado 10 de febrero del 2021)”, señala la FLIP.
El 19 de agosto de 2020, los cuatro Relatores Especiales de Naciones Unidas y la Relatoría de Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos manifestaron al Gobierno colombiano su preocupación sobre las actividades de vigilancia y elaboración de perfiles por parte del Ejército, considerando que éstas someten a los periodistas a un riesgo elevado e interfieren con el desarrollo de su trabajo.
Las investigaciones de Ricardo Calderón contra el Ejército
El periodista de investigación, junto con su equipo, publicó dos reportajes titulados ‘Operación Silencio’ y ‘Ovejas Negras’.
En la primera publicación revelan los detalles del cerco de amenazas y presiones sobre los militares que denunciaron los falsos positivos y actos de corrupción en el Ejército. Además de denunciar la existencia de formatos y órdenes emitidas por el entonces comandante del Ejército, general Nicacio Martínez, en los cuales exigía a sus hombres duplicar todos los resultados, variables que incluían capturas y desmovilizaciones, y se pedía duplicar el número de bajas.
El siguiente reportaje de Calderón se desprendió del primero. Allí se reveló cómo varios altos mandos del Ejército estaban presionando para encontrar a quienes le entregaron información a Semana y a The New York Times sobre lo que pasaba al interior de la institución militar.
“El que me traiga quiénes son los que están filtrando la información de lo que está saliendo en la prensa le damos 100 millones de pesos o seis meses de permiso”, fue la frase pronunciada por el general Eduardo Quirós y que reveló esta investigación.
Por el reportaje ‘Operación Silencio’, Ricardo Calderón recibió en 2020 el Premio Iberoamericano de Periodismo Rey de España.
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