Con mariachis, tiros al aire y vallenato original, fue despedido alias ‘Marihuano’ en Chigorodó

A la altura de su leyenda negra fue enterrado el capo del Clan del Golfo, dado de baja por las Fuerzas Militares en los últimos días.

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Alias Marihuano era el principal hombre de confianza de alias Otoniel, máximo cabecilla del Clan del Golfo. / Cortesía: Policía Nacional.
Alias Marihuano era el principal hombre de confianza de alias Otoniel, máximo cabecilla del Clan del Golfo. / Cortesía: Policía Nacional.

Ay viejo ‘Marihuano’ vivirás en nuestros recuerdos... Era un campesino, un hombre de palabra, todo un gallo fino que desde muy temprano vivió su destino guerreando en mil batallas. Un hombre querido, amigo ‘Marihuano’”, así reza el vallenato compuesto para despedir a Nelson Darío Hurtado Simancas, quien recibió sepultura en Chigorodó, Antioquia, en las últimas horas.

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Según reportes de Noticias Caracol y el diario El Tiempo, el que fuera lugarteniente de alias ‘Otonieltuvo una despedida a la altura de su leyenda, con excentricidades propias de una figura de la cultura popular colombiana, tales como incrustaciones de oro en su féretro, movilizaciones de masas en tiempos de pandemia, mariachi cantando loas a su vida y muchas, muchas lágrimas.

Un testigo del sepelio, oficial de la Policía que pidió reserva de su nombre, narró a El Tiempo la situación ocurrida en Chigorodó: Bebieron en exceso, se disparó al aire, lanzaron mucha pólvora, la música de fondo eran corridos mexicanos, no faltaron los mariachis, y tanto hombres y mujeres lo lloraron”.

Lea sobre el ‘Plan Pistola’ que se activó posterior a la muerte de Nelson Darío Hurtado Simancas: Asesinato de tres policías habría sido una retaliación del Clan del Golfo por la muerte de alias ‘Marihuano’, la mano derecha de ‘Otoniel’.

Aunque la versión oficial asegura que alias ‘Marihuano’ cayó por un soplo de uno de los suyos, el vallenato que encabeza esta nota, según testigos, habría sido dedicado a una mujer a quien se le endilga la traición y posterior muerte del criminal.

“Pero así es la vida porque te confiabas y una malnacida que te traicionaba le dijo al Gobierno donde te encontrabas y te sorprendieron con bombas y balas. El legado continúa”, reza la composición.

La tradición de enterrar a criminales con homenajes perturbadores es recurrente en los carteles del narcotráfico colombiano y en estructuras irregulares como lo es el Clan del Golfo.

En 2017, tras haber sido dado de baja por las autoridades, el sepelio de alias ‘Inglaterra’ contó con un recital de poesía por parte de una mujer cuya identidad nunca se esclareció.

El poema, capturado en video y subido a las redes sociales, no fue solo una loa sino que también presentó señalamientos que alertaron a las autoridades y a colectivos de Derechos Humanos.

“Oh sacrificio y causa, aguerrido patrullero, obediencia a los comandos, que la paz ha de llegar, adelante combatientes con moral. Preparémonos en secreto, disciplina y dignidad, que la lucha por la patria hasta la vida he de entregar. Con las armas retomamos, los derechos vulnerados, enfrentando al enemigo en ausencia del Estado, empuñando fisil y equipo, campesinos defenderé, la agresión subversiva, al país yo liberaré… Un aplauso”, fue el poema recitado en el sepelio de ‘Inglaterra’.

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Menos sofisticado pero más imponente fue la despedida a alias ‘Pueblo’ en Tierralta, Córdoba, que contó con las aglomeraciones de rigor en tiempos de pandemia, con el añadido de una cabalgata de caballistas que acompañaron el féretro en la marcha fúnebre.

Cabe señalar que Nelson Darío Hurtado Simancas, fue uno de los narcotraficantes más peligrosos de Colombia, autor de múltiples asesinatos de líderes sociales y también tiene indicios de estar vinculado al asesinato de personas en proceso de reincorporación de las Farc en el nororiente de Colombia.

‘Marihuano’, como se le conoció, llegó a mover hasta 400 kilogramos de coca con utilidades, según escribió en su cuaderno, que sumó 4.856 millones de pesos. En esas mismas cuentas que registraba, se supo que su nómina mensual ascendía a 1.204 millones de pesos y sus ganancias se veían reflejadas en ostentosas fincas, apartamentos, lotes, casas, establecimientos comerciales, camionetas y ganado.

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