En la mañana del jueves 11 de febrero, la Alcaldía del municipio de Cubará en Boyacá, informó que un joven de 18 años y una niña de seis fallecieron tras ser atacados por un jaguar de la zona rural del municipio.
Las víctimas pertenecían a la comunidad indígena u’wa de Tegría. Posterior a los ataques, la comunidad informó a las autoridades de los decesos y agregaron que no se supo el paradero del animal.
La alcaldesa de Cubará, Aura Cristancho, informó que los ataques del jaguar habrían tenido lugar en dos puntos distintos del resguardo. Además dijo que, los entes a cargo de ambiente y desarrollo social se encuentran adelantando labores para poder ubicar al animal y evitar una tragedia mayor.
“Desde la Administración Municipal se realizó la solicitud pertinente ante la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Social de Boyacá y a la Corporación Autónoma Regional de la Orinoquía (Corporinoquia). Por parte de la entidad ambiental se hizo la respectiva verificación en el terreno y se estableció que efectivamente los ataques corresponden a un jaguar”, dijo la mandataria local.
En las últimas horas se conoció que el mismo animal intentó atacar a dos menores de edad, de 6 y 10 años, en el mismo municipio. De acuerdo con Semana, una mujer que los supervisaba acató las recomendaciones de hacer ruido y no permitió que el felino se llevara a los niños, tal como ha hecho con sus víctimas pasadas. Además, atacó dos bovinos que dejó sin vida y algunas de sus partes fueron dejadas en proximidades del resguardo indígena.
Para detener el ataque, tal como reporta El Tiempo, los U’wa están ofreciendo un ayuno intermitente como ofrenda para poder parar al jaguar que azota la comunidad. Es decir, los miembros de la comunidad están restringiendo las horas en las que ingieren alimentos saltándose una o dos comidas al día.
Por esto, Corporinoquia instaló 15 cámaras trampa en el lugar para ultimar detalles del letal felino. Según El Tiempo, esta misma entidad adelanta una “cacería” para poder dar con el paradero del animal. De acuerdo con Álvaro Camacho, profesional de Fauna de la Corporación, se trata de tres personas que tendrían una estrategia para capturar y reubicar al jaguar. De acuerdo con el experto, la detención se haría por medio de un sedante y se pretende llevar al animal al Parque Nacional Natural El Tuparro, ubicado en Vichada.
Además, mediante las cámaras instaladas, la autoridad espera obtener imágenes del felino para orientar la cacería. “Rastrear a un felino en este corredor biológico de la cordillera oriental es complejo. La comunidad indígena tiene un predio de 220.000 hectáreas, así que esperamos que con estas cámaras se pueda dar alguna pista”, explicó Camacho a El Tiempo.
De acuerdo con el experto, la hipótesis indica que el animal podría tener sus crías cerca y, por el carácter sobreprotector del felino, justifica los ataques que ha perpetrado en la zona. “Ambos casos ocurrieron en un área muy corta. Esto es raro en un animal que siempre se está moviendo mucho, por lo que creemos que se trata de una hembra y tiene a sus crías cerca”, señaló.
Además, según la corporación, los animales han atacado niños porque, al ver un ser humano erguido que lo supera en tamaño, los jaguares huyen. “Por eso los ataques han sido contra niños y niñas, el joven tal vez se acercó a la zona donde están sus crías, por eso es bueno tener ruido y evitar estar solos”, continuó Camacho en conversación con el diario capitalino; sin embargo, según el mismo medio, la alcaldesa Cristancho afirma que la directriz que recomienda no estar solos ha resultado en aglomeraciones que favorecen contagios por COVID-19.
Por otro lado, al momento del primer ataque, la alcaldesa indicó que durante los 15 días próximos, cabildos, organismos de socorro y comunidad recibirán una capacitación para atender este tipo de emergencias con felinos y seguir las medidas de seguridad instruidas por Corporinoquia. En caso de habitar en la zona rural, las autoridades recomendaron hacer ruido desde los hogares y evitar en la medida de lo posible dejar solos a los menores de edad. Entre tanto, la zona de resguardo indígena permanece en alerta máxima, considerando el riesgo que implica para la comunidad que el jaguar continúe suelto.
TAMBIÉN LE PUEDE INTERESAR: