Para Gustavo Petro la mejor y la única manera de llegar a ser Presidente de la República es teniendo aliados en el Congreso y buenas coaliciones. “Hace parte de la estrategia para ganar la Presidencia. No se puede desligar el Congreso de la Presidencia en las condiciones jurídicas de Colombia”, comentó para el diario capitalino.
También comentó que cuando entra a gobernar alguien con unas propuestas diferentes a los que se encuentran en el parlamento puede llegar a pasar lo mismo que pasó en Brasil y Bolivia, países en los que se dio un golpe parlamentario.
“Eso no nos interesa. Se necesita una gobernabilidad y para eso se debe lograr tener una fuerza legislativa suficiente para volver ley de la República las grandes reformas que se necesitan, como cambiar el sistema de pensiones, el de fondos privados, al menos por uno mixto, o la salud pública” agregó el senador.
Frente al tema de unirse con otros personajes políticos Petro aclaró que podría tener una lista cerrada, pero más que eso espera saber con qué ciudadanía va a contar para lograr su cometido. “Ya no se trata de hacer un control político minoritario mientras las mayorías corruptas hacen las leyes. Tenemos que hacer las leyes si es que queremos cambiar a Colombia”.
Además, Gustavo Petro cree que la gran coalición también debe darse tanto con partidos y figuras políticas como con los movimientos sociales. “El éxito de esto dependerá de que se logre una gran coalición, de que los movimientos sociales la asuman como su lista y que la ciudadanía que está dispuesta a votar por mí también vote por esa lista”.
“El raigambre popular es fundamental si se quiere hacer esto. Nosotros lo intentamos y lo logramos casi que sin proponérnoslo con la Lista de la Decencia. En un momento se logró con el Polo Democrático, que se ha mantenido como una bancada desde su fundación. Ahora queremos saltar hacia adelante en calidad y en cantidad. Para lograr esto es necesario que haya una base popular de trabajadores, de empleados independientes y pauperizados, de barriadas en grandes ciudades, que sientan propios este tipo de proyectos”, agregó el líder de Colombia Humana.
Desde hace unas semanas se ha sabido de líderes políticos como Ángela María Robledo, Sergio Fajardo y Roy Barreras que, aunque no están de acuerdo con el uribismo, tampoco le hacen mucha fuerza al petrismo y esto ha generado resistencia en los sectores que estos tres políticos lideran.
Ya no está la figura de Robledo en Colombia Humana y para Petro esto dejó un vacío, así como lo causa cualquiera que no quiera pertenecer a esta corriente. “Toda persona hace falta. Antes, en las fuerzas progresistas, era común escuchar que nadie era imprescindible, con una baja valoración de la individualidad humana. Eso fue en el siglo XX. Hoy yo diría que toda persona es absolutamente valiosa y todo lo que se pierde es valioso, pero la política es un fluir, como los ríos, y esos ríos se pueden volver torrentosos y cambiar la historia, o simplemente secarse”.
Por otro lado, el militante de Colombia Humana comentó que durante el trabajo que se vaya haciendo con el objetivo de cambiar el país y no permitiendo que haya una enorme desigualdad social, ni dejando entregar el país al narcotráfico, llegarán muchísimas mujeres “iguales, mejores o peores que Ángela María Robledo, levantando la bandera de la igualdad para ellas”.
Una de las propuestas que presenta es que todo aquella persona que pertenezca al sector de obreros o de campesino está invitado a pertenecer a su cambio y que este sector del país debería ser el encargado de escoger el nombre de sus representantes. “Lo que me parece es que toda la organización obrera y de gente asalariada debería escoger candidatos para esa lista”.
A esto añadió que los campesinos, no los terratenientes, no han tenido la posibilidad en los últimos veinte años de contar con un curul en el Congreso. “El campesinado de Colombia que, con excepción de Pachón o Castilla, no ha podido ver en veinte años que logre tener curules en el Senado. Los terratenientes sí, pero no los campesinos, y eso que son millones. Aquí hay una oportunidad para que eso pueda suceder, como también los pequeños empresarios, los estudiantes, las mujeres, los afros”.
Con este grupo de colombianos, según Petro, esta lista podría ser el instrumento para que estas comunidades, que son muchísimos en Colombia y que, además, no cuentan con representación para poder hacer las leyes que necesita el agro o las comunidades negras e indígenas en el país.
Sobre el tema de si cree o no en el centro Petro comentó que eso ya no tendría por qué pasar, pues esta “modalidad” se daba en Europa en el siglo pasado, y, que ahora, se habla de “la política de la vida y la política de la muerte”.
A la política de la vida aclaró que significa que los que están de este lado son los que están en pro del medio ambiente y priorizar alimentar la población con producción colombiana. “Son dos los campos: la muerte y la vida. ¿Cómo encuentra usted un centro entre la muerte y la vida? Hay que tomar posición, porque no hacerlo lleva al abismo. Yo me consideraba de izquierda, pero soy un militante de la vida”.
En la entrevista habló sobre su relación que vive con el centro, el cual no ha estado de acuerdo en apoyar su candidatura y que el centro-izquierda llegó dividida a las elecciones pasadas. Sobre lo primero dijo que eso se dio por el miedo que les metieron cuando se dijo, falsamente, que si él llegaba a gobernar iba a quemar las iglesias, o que las personas de centro que tienen privilegios, se les iba a quitar sus propiedades.
“Hay pequeños privilegiados que sienten un temor falso, como la expropiación. Hay dueños de taxis, de tiendas o de sus casas que creen que si llegamos al poder se las vamos a quitar, y en mi alcaldía no expropié a nadie. También hay grandes privilegiados, como el sector financiero. Después de un año de pandemia, los más ricos son más ricos, mientras las sociedades han estado sufriendo. Esos privilegios no son sostenibles y pueden sentir temor a tener una sociedad sostenible, porque no tendrán la misma magnitud de ganancias” agregó.
Por último, Petro comentó que el uribismo está más débil de lo que llegó en 2018. Según el senador esto tiene que ver con dos cosas, primero: con el desgaste que a propiciado Iván Duque bajo su administración; y segundo: con la política de esta corriente, la cual se basó en atacar durante dos décadas a las guerrillas de izquierdas, y que, luego del Acuerdo de Paz, se evidenció que no era el principal problema del país.
“La pandemia, que es el problema más grande que tiene hoy el país, entre muchos otros, no han podido resolverlo. Fueron incapaces y no tuvieron la mentalidad para ayudar a la gente pobre en una cuarentena, ni para entregar dineros públicos a las pequeñas y medianas empresas, solo a los bancos. No tuvieron la mentalidad para tener un sistema preventivo de salud en el territorio nacional. Eso no apareció en sus cabezas, ni en sueños, ni en pesadillas. Uribe está tratando de construir un candidato del establecimiento, de todas las familias corruptas del país, juntado a los jefes políticos regionales para luego hacer una alianza”, finalizó.