Migrantes se internan en el Tapón del Darién, entre Colombia y Panamá, con la intención de llegar a EE.UU.

Migrantes provenientes de diferentes países de África, Asia y el Caribe han comenzado su travesía por el Tapón del Darién, frontera natural entre Colombia y Panamá, luego de permanecer varados en Necoclí, Antioquia, durante más de 20 días por el cierre de la frontera.

Cerca de 500 migrantes, en su mayoría de Camerún, Senegal y Haití han atravesado en los últimos días la jungla que divide a los dos países y que ha sido convertida en un corredor migratorio para quienes desean llegar a los Estados Unidos.

La aldea panameña de Bajó Chiquito es la primera parada de los migrantes fatigados, maltratados y desesperados, que tras dejar el territorio nacional y luego de varios kilómetros, son recibidos por miembros de las brigadas de servicio fronterizo panameño, quienes les prestan ayuda humanitaria en un campamento instalado en la zona.

“Tenemos información que se está desplazando, aproximadamente, un grupo de 800 migrantes hacia nuestras áreas de responsabilidad”, indicó a Noticias Caracol Jorge Bernal, miembro de la brigada oriental, .

Para llegar a este punto, los migrantes debieron pagar a los coyotes entre $2.000 y $3.000 dólares para que les indicaran la ruta adecuada, sortear obstáculos naturales y entregar algunas de las pertenencias a los criminales armados que se ubican en el camino.

La travesía por la selva, que puede llegar a durar más de cinco días, le ha costado la vida a algunos migrantes, como aseguró Ahmed Kabeer a Noticias Caracol, quien vio morir a tres compañeros de travesía luego de caer por un desfiladero en la peligrosa ruta.

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“Si hubiera sabido de esta ruta antes no lo hubiera intentado, porque significa que puedes morir”, dijo Kabeer, ciudadano de Sudán del Sur, al medio nacional.

Comienza la salida en lanchas de los migrantes varados en Necoclí, Antioquia

El pasado jueves 4 de febrero, cerca de 1.000 migrantes prevenientes de Cuba, Haití y diferentes naciones del África zarparon del municipio de Necoclí, al occidente de Colombia, luego de permanecer más de 20 días varados por el cierre de la frontera con Panamá.

Con el acompañamiento logístico de la fuerza pública y la alcaldía del municipio ubicado en el Urabá antioqueño, para garantizar las medidas de bioseguridad, comenzaron a salir las embarcaciones con los ciudadanos extranjeros, que buscan llegar a los Estados Unidos.

El destino de las embarcaciones son las playas del corregimiento de Capurganá en el municipio de Acandí departamento del Chocó vecino a la frontera con Panamá.

Para ese jueves se esperaba completar el viaje de ocho embarcaciones con una capacidad máxima de 40 personas a esa zona del Golfo de Urabá, especialmente con 100 menores de edad que fueron registrados por Migración Colombia.

“Esperamos que con este corredor humanitario que se abre, estas personas puedan hacer su tránsito de manera segura y se pueda garantizar su vida”, aseguró el secretario de gobierno de Necoclí, Jimmy Rivas, en declaraciones recogidas por Blu Radio.

Los migrantes, que duraron más de 20 días en Necoclí, buscarán cruzar la frontera con Panamá en su objetivo de alcanzar los Estados Unidos, luego de una compleja travesía por diferentes países de América Central.

El director de Gestión de Riesgo en Necoclí, César Zúñiga, aseguró a RCN Radio que la salida total de los migrantes tardaría al menos tres días, debido a que se deben garantizar los protocolos de bioseguridad como el distanciamiento entre los pasajeros de las embarcaciones.

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