Sigue el debate sobre la inminente reforma tributaria, confirmada esta semana por el Gobierno nacional y que se presenta, entre otras cosas, como la alternativa para que el Estado colombiano pueda cumplir con los compromisos financieros adquiridos a causa de la pandemia del covid-19. El turno para pronunciarse fue para el Fondo Monetario Internacional, FMI.
El jefe de la misión de dicha entidad para el país, Hamid Faruqee, señaló que aunque Colombia cuenta con el respaldo de la misma para realizar la reforma, esta debe hacerse con precauciones, pues es recomendable que sea “justa y progresiva, pues va a beneficiar a Colombia como parte de la estrategia a mediano plazo”, pues de lo contrario la recuperación económica podría verse “descarrilada”.
“Nosotros estaríamos a favor de una reforma tributaria gradual porque hay que tener en cuenta la fortaleza de la recuperación, dadas las incertidumbres que tenemos presentes. También desde el punto de vista de proteger ciertos gastos, es importante que vean los aumentos de los impuestos dentro de este contexto: Que le permita al Gobierno la posibilidad de hacer algún gasto que es clave para el crecimiento y para la protección social”, dijo el emisario del fondo.
En ese sentido, agregó que lo ideal es que haya más personas declarando y pagando renta, a la par que se reducen las exenciones del IVA, estipuladas en el Estatuto Tributario colombiano. Adicionalmente, señaló que concuerda con la noción de que el Gobierno debe buscar la forma de aumentar sus ingresos en dos puntos del PIB, lo que equivale a una suma de al menos $20 billones.
Lo anterior, sin embargo, no significa que la carga tributaria deba caer sin más sobre los ciudadanos de a pie, como se podría interpretar en un principio. De hecho, Faruqee explicó que esos cambios deben estar atados a un mayor respaldo para las familias más vulnerables del país, así como de un mejor gasto público. Esto se lograría, según ejemplifica la revista Semana, manteniendo la devolución del IVA a los hogares de menos recursos, eliminando los regímenes especiales para empresas y reduciendo los índices de evasión de impuestos.
De hecho, el FMI señaló que es buena idea mantener otros programas de transferencias focalizadas para los más vulnerables, como Familias en Acción, Jóvenes en Acción, Ingreso Solidario o Colombia Mayor; mientras que otros, como el Programa de Apoyo al Empleo Formal se pueden desmontar gradualmente a medida que la pandemia va cediendo terreno a la reactivación económica.
Todo lo anterior, agregó, teniendo en cuenta que Colombia se mantiene en un contexto riesgoso. Lo anterior, tanto por el alto nivel de endeudamiento, que está entre 60 y 65 por ciento del PIB, como por la pandemia, pues el país “es vulnerable a un aumento súbito de la prima de riesgo global y otros choques externos dadas las mayores necesidades de financiamiento externo observadas recientemente y dado el contexto de elevada incertidumbre global”.
Por ello, dice, el éxito del Plan Nacional de Vacunación será crucial para el país. “mientras siga gente sin vacunar, todavía hay posibilidad de nuevos picos de infección que pudieran llevar a mayores confinamientos que pueden afectar la actividad económica. Ese sigue siendo uno de los desafíos, no solamente para Colombia, sino para todos los países en este momento”.
Finalmente, concluyó que una vez pase la emergencia sanitaria, el país debe pasar a concentrarse en el resto de reformas estructurales que requiere. Con ello se refirió a una laboral que propenda por mayor formalización de empresas y trabajadores; y otra pensional que puede ser pensada como un proyecto en el mediano plazo.