Dióxido de cloro, moringa, ivermectina y otros remedios populares en Colombia que no sirven para combatir el covid-19

Los colombianos, en medio de la incertidumbre de la pandemia, han incurrido en la ingesta de remedios de dominio popular para combatir o prevenir el COVID-19. ¿Sirven?

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A pesar de la creencia
A pesar de la creencia popular, algunos no tienen sustento científico suficiente para probar ser efectivos.

La pandemia por el COVID-19, que pronto cumplirá un año de haberse detectado por primera vez en Colombia, se ha manejado en medio de la incertidumbre y la falta de literatura sobre un virus tan volátil y contagioso. Por esto, los remedios caseros difundidos en las principales redes sociales han calado en los hogares del país al significar una esperanza de protección o superación de la mortal enfermedad.

A pesar de las advertencias, los colombianos se han automedicado antibióticos, desparasitantes, productos veterinarios, plantas medicinales, e incluso desinfectantes de superficies que hacen más daño que beneficio a la salud.

Ivermectina

De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la ivermectina se receta para el tratamiento de la estrongiloidiasis y oncocercosis, ambas infecciones por parásitos, y es parte de un grupo de medicamentos llamados antihelmínticos. Además, tiene un uso popular para combatir los piojos y sarna cutánea. Por alguna razón, creció un rumor, supuestamente multiplicado por profesionales de la salud, en el que afirmaban que dicho medicamento era el salvador en la lucha contra el coronavirus.

Según CNN, este medicamento ha tenido una acogida especial en América Latina y algunos médicos aseguran que los pacientes mejoran al administrársela o que ayudan a evitar un contagio por la nueva enfermedad. “Nosotros la estamos utilizando y tenemos una buena experiencia con los usuarios aquí en la región. Creo que es una molécula segura y creo que puede ayudar a prevenir el coronavirus”, dijo Marco Martínez, un médico internista caleño, para el canal internacional. En la misma ciudad, el alcalde Jorge Iván Ospina, quien es médico de profesión, llegó a utilizar los medios de la Alcaldía de Cali para mostrar las “bondades” del medicamento.

Página de la Alcaldía de
Página de la Alcaldía de Cali.

De acuerdo con el medio, en Venezuela, México, Honduras, Nicaragua, Guatemala, El Salvador, Perú y Bolivia es recomendado el uso de este medicamento. En Colombia, por otro lado, el Ministerio de Salud la desaconseja.

Por su parte, la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos, uno de los órganos de este tipo más estrictos del mundo, dice que no se debe tomar la ivermectina para prevenir o tratar el COVID-19 y argumenta que las pruebas en la materia están en etapas muy tempranas. “Se necesitan pruebas adicionales para determinar si la ivermectina puede ser apropiada para prevenir o tratar el coronavirus o el COVID-19″, afirmó la institución del gobierno norteamericano.

Según la Organización Panamericana de la Salud, “aunque ninguno de los estudios fue revisado por pares ni publicado formalmente, y uno de ellos fue retirado posteriormente, la Ivermectina se está utilizando de manera incorrecta en los pacientes que tienen la enfermedad. Incluso se está aplicando el medicamento en una solución inyectable formulada para uso veterinario”, señaló en un comunicado emitido en 2020.

Dióxido de cloro

El dióxido de cloro es un químico que, según la organización Chemical Safety Facts, es utilizado de mayor manera como un desinfectante de frutas y verduras y equipo médico. Sin embargo, en Colombia ha sido recomendado por, incluso, influenciadores con una amplia audiencia.

De acuerdo a la FDA, si usted se encuentra tomando la llamada “Solución Mineral Milagrosa” o cualquier variante de la sustancia, detenga su uso de inmediato por denuncias de enfermedad entre los consumidores.

“Algunos distribuidores están haciendo afirmaciones falsas (y peligrosas), al efecto de que el suplemento mineral milagroso mezclado con ácido cítrico es un líquido antimicrobiano, antiviral y antibacteriano que constituye un remedio”, dicta el comunicado, que afirma que entre las enfermedades que los pacientes intentan tratar está el autismo, el cáncer, el VIH/SIDA, la hepatitis, la gripe y ahora el COVID-19. El comunicado afirma que quienes beben esta sustancia están bebiendo lejía, es decir, la popular sustancia blanqueadora que se usa en los hogares.

En hechos insólitos, la DJ y modelo Natalia París, mediante sus redes sociales, incentivó el uso del producto a sus miles de seguidores, lo cual ameritó un regaño de la Superintendencia de Industria y Comercio. La autoridad le pidió “cesar de manera inmediata la promoción del producto dióxido de cloro y retirar los comentarios en los que invitaba a las personas a consumirlo para evitar el contagio de COVID-19″, por la peligrosidad del químico.

Moringa

La moringa, comercializada en grandes proporciones en la coyuntura del COVID-19, fue atribuida de ser un remedio casero milagroso al atribuírsele el control de la crisis en la cárcel de Villavicencio por la enfermedad a mediados de 2020. De acuerdo con la OMS, “incluso cuando los tratamientos se derivan de la práctica y la naturaleza tradicionales, es fundamental establecer su eficacia y seguridad mediante rigurosos ensayos clínicos”, y, con esto, afirma que no está probada su efectividad.

Las vitaminas

A partir del brote de la nueva gripe, que al fin al cabo es una afección respiratoria, las personas encontraban lógico respaldar su sistema inmune con vitaminas D, C y Zinc para evitar un contagio o expulsar el virus más ágilmente del organismo.

Sin embargo, la OMS afirma que no hay ninguna indicación que el uso de las mismas sea un tratamiento. Sin embargo, la autoridad “está coordinando los esfuerzos por desarrollar y evaluar medicamentos que permitan tratar la COVID-19″.

Hidroxicloroquina

Entre los medicamentos que el Ministerio de Salud desestimó, entre ellos la Ivermectina, a principios de la crisis, está la hidroxicloriquina o cloriquina por las recomendaciones de uso multiplicadas en redes sociales. Dichos medicamentos se recetan para el paludismo, el lupus eritematoso y la artritis reumatoide. Sin embargo, al hacer pruebas con respecto a casos de COVID-19, la OMS afirma que “los datos actuales indican que no reducen la mortalidad de los pacientes de COVID-19 hospitalizados ni son de ayuda para las personas con síntomas moderados de esta enfermedad”, y recalcó que se deben realizar más estudios. Además, recalcó que si se toma de manera autónoma podría causar efectos secundarios graves.

Un traguito

En redes se ha popularizado la broma en la que una persona toma alcohol para “desinfectar” el esófago. A pesar de lo poco probable que parece, la OMS aclara que beber estas sustancias no protegen del COVID-19 y, tomar en exceso, puede ser peligroso. “El consumo frecuente o excesivo de alcohol puede aumentar el riesgo de sufrir problemas de salud”, afirma la autoridad.

Ajo y limón

Entre las preparaciones que se difunden en redes sociales, las personas aseguran que el ajo, el limón y las preparaciones a partir de grandes cantidades de elementos que alivian un resfriado común son la salvación frente al COVID-19. Ante esto, la OMS afirma que el ajo es saludable y puede tener propiedades antimicrobianas. Sin embargo, “no se han obtenido pruebas de que comerlo proteja contra el virus que causa el brote actual”.

Por otro lado, la unidad de verificación de datos del medio AFP desmiente que el limón, así sea junto con otras sustancias, cura el COVID-19. De acuerdo con Cristian Paredes, docente del Internado de Farmacia Clínica en la Universidad Católica de Chile, “no existe evidencia alguna de que algún derivado del jugo de limón pueda mejorar o prevenir un contagio de COVID-19″, explicó el experto al medio.

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