Este jueves 11 de febrero, Héctor Moreno Galvis, exalcalde de Bucaramanga, falleció después de luchar por tres meses contra el COVID-19 en una unidad de cuidados intensivos (UCI). Moreno habría superado la enfermedad diez días antes de su muerte, pero, por secuelas del coronavirus, sufrió un paro cardiorrespiratorio que el político no resistió.
Después de su hospitalización en Bogotá, Moreno fue trasladado a Bucaramanga, por recomendación de los galenos que lo trataron. Al momento del paro, el experimentado servidor público no pudo ser trasladado a un centro asistencial y falleció en horas cercanas a las 5 de la tarde.
Moreno Galvis tiene una nutrida hoja de vida en el sector público y se destacó por su actuación como alcalde encargado de Bucaramanga desde el 5 de seprtiembre de 2011, designado por el entonces gobernador de Santander, Horacio Serpa Uribe. Se tomó la medida porque el alcalde de ese entonces, Fernando Vargas, fue inhabilitado 10 años por la Procuraduría.
El político, quien fue abogado de la Universidad Nacional graduado en 1974, tenía estudios de posgrado en Alta Gerencia y Gerencia Pública de reconocidas universidades en Bogotá. Según el diario local Vanguardia, también tenía experiencia en derechos humanos y en Derecho Internacional Humanitario.
Además, estuvo presente en una de las carteras más importantes del Gobierno colombiano. En 1997, bajo el mandato de Ernesto Samper, Moreno fungió como viceministro del Interior en la cartera liderada por Serpa. Ese mismo año se pasó la jefatura al también fallecido Carlos Holmes Trujillo.
En Santander, fue secretario de Gobierno entre 1986 y 1987 bajo el mandato de Alvaro Beltrán Pinzón. Entre 1975 y 1976, fue juez de la República en el Tribunal Superior de Bucaramanga. De acuerdo con su biografía colgada en sus redes sociales, el político fue concejal de Bucaramanga y senador de la República entre 1990 y 1991; momento en el que se tuvo que escoger otro parlamento por la sanción de la Constitución Política de Colombia del año de revocatoria de los legisladores.
En 2014, la Fiscalía General de la Nación dictó medida de aseguramiento con detención domiciliaria al político por su gestión como alcalde de Bucaramanga. Los delitos en cuestión fueron falsedad en documento público y privado, peculado por apropiación, celebración indebida de contratos y ocultamiento de documento privado. Moreno no aceptó los cargos.
La responsabilidad se desató por la celebración de un contrato con la Fundación Asistencia Social por un monto de $930.000.000 para alumbrar de navidad la ciudad. El ente acusador determinó que se produjeron sobrecostos por más de $500.000.000.
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