A pesar de las constantes recomendaciones de evitar el uso del dinero en efectivo, por el contacto físico que este acarrea, un reciente estudio adelantado por la Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco y la Federación Colombiana de Empresas de Vigilancia y Seguridad Privada, Fedeseguridad, señala que el papel moneda sigue siendo el medio de pago preferido por los colombianos.
De acuerdo con el reporte, el 74,7 por ciento de los tenderos consultados señaló que sus clientes prefieren pagar con dinero en efectivo, lo que es relevante si se tiene en cuenta que cerca del 50 por ciento de las compras de bienes de consumo básico se realizan a través de las tiendas de barrio. Por su parte, solo el 18,1 por ciento se hacen mediante transferencias electrónicas.
El informe contrasta con otro presentado hace seis días por la consultora en tecnología Minsait Payments, según el cual, el 61 por ciento de la población colombiana redujo el manejo de efectivo al momento de pagar, mientras que el 71,3 por ciento ha empezado a usar los pagos a cuentas y el 57,2 por ciento maneja billeteras virtuales.
Lo hace también con el reporte de Asobancaria que indicó que, en los tres primeros meses de pandemia el 45 por ciento de los usuarios del sistema financiero incrementaron su uso de pagos digitales, lo que llevó a que el 20 por ciento de las operaciones monetarias hechas en el país se dieran a través de la banca móvil, mientras que otro 19 por ciento tuvo lugar en Internet.
Dicho incremento digital, sin embargo, se vería en rubros como las compras a través de plataformas en línea y las consignaciones de subsidios y programas de Gobierno como el PAP, que se manejan de manera 100 por ciento digital, más no a las transacciones en persona, donde a pesar de la proliferación de los códigos QR para pagos, se sigue detectando el mencionado dominio del efectivo.
En ese sentido, Nicolás Botero-Páramo, director ejecutivo de Fedeseguridad, resaltó que “los ciudadanos prefieren el efectivo porque es aceptado en todos los establecimientos y tiene un costo de uso muy competitivo frente a otros medios de pago. Adicionalmente, en el estudio se encontró que el efectivo permite a vendedores y consumidores llevar un mejor control de sus movimientos”.
Lo anterior, sin embargo, no quiere decir que el mundo virtual no permita una trazabilidad de lo hecho con el dinero, pues se trata de una opción disponible en todas las aplicaciones de banca o billeteras digitales, opciones que ya se encuentran reglamentadas en el país a través de mecanismos como el Decreto 222, que flexibiliza el uso de estas últimas, o la Circular Externa 06 de la Superfinanciera, que define el estándar de seguridad para los pagos QR.
Paralelamente, Carolina Ortiz, gerente General de la Transportadora de Valores Atlas señaló que el efectivo también predomina por la falta de acceso a tecnología en el país. “Es incluyente por cuanto no discrimina a nadie y cumple con una función social, ya que garantiza su acceso en forma fácil y sin sobre costos o limitaciones. Es sinónimo de integridad y no está sometido a riesgos de ciberseguridad o fraudes digitales; es un método de pago inmediato, que garantiza su disponibilidad en cualquier zona rural o urbana, y facilita el acceso al consumo para cualquier colombiano”, dijo.
De ahí que, agrega el estudio, el 91,4 por ciento del volumen total de las transacciones realizadas por empresas e individuos corresponden a pagos en efectivo, mientras que solo el 8,6 por ciento del volumen total de las mismas corresponda a pagos electrónicos.