A pesar de los argumentos de la Fiscalía General de la Nación que, según ese ente, logran demostrar que la evidencia existente es suficiente para establecer que Ana María Castro falleció luego de ser lanzada de una camioneta Kia, la defensa de Paul Naranjo, quien decidió entregarse el pasado martes 9 de febrero, busca que el crimen del que se le acusa a su cliente no sea feminicidio agravado sino, en su lugar, el crimen de homicidio culposo. Por su parte, la defensa de la familia de Ana María Castro busca demostrar que hubo manipulación de pruebas por parte de los implicados.
Naranjo, que pasó dos noches en una URI en el sur de Bogotá, fue enviado a prisión intramural por una juez de control de garantías por el presunto homicidio de la joven universitaria en marzo del 2020. A pesar de los intentos de la defensa por cambiar el crimen imputado a Naranjo, se le fue negada esta posibilidad que, de haber sido aprobada, Paul habría sido condenado a estar entre 6 u 8 años de privación de su libertad.
De acuerdo con información obtenida, en exclusiva, por el periódico El Tiempo, que habló con la defensa de ambas partes en el caso, la defensa de Paul Naranjo, encabezada por el abogado Jhon Cadena, quien también tomará el caso de Julián Ortegón, otro de los hombres que estarían involucrados en la muerte Ana María, hay disposición para indemnizar a la familia Castro.
Cadena, le aseguró al diario nacional que considera que puede, de nuevo, y a pesar de la negativa del ente acusador, intentar redireccionar el caso para que sea tomado como se debería, según su opinión profesional, como un homicidio culposo, y no como un feminicidio agravado.
“El caso ha tomado giros bastante importantes. No es un feminicidio, eso está claro. La persona que iba manejando era Paul Naranjo y como lo plantean es como si él la hubiera lanzado del carro”, manifestó Cadena en una entrevista, el pasado 10 de febrero para Blu Radio, incluso después de que su defendido asegurara que se había enojado, y que había tenido un arranque de celos al ver a María Paula besándose con Mateo Reyes, el tercer nombre que sale a flote en el crimen que todavía tiene cabos sueltos, que pretenden resolverse a lo largo de lo que continúa en la investigación, como lo sucedido alrededor de la desaparición de celular de la joven universitaria.
“Resulta que a la Fiscalía se le olvida que en el carro iban no dos hombres (Naranjo y Julián Orrego), sino tres. Mateo Reyes también iba. ¿A qué hora baja del carro Mateo Reyes la Fiscalía? Hay un video muy contundente donde se nota que la camioneta paró y que los dos jóvenes bajaron de la camioneta”, dijo Cadena en esa misma emisora.
Abelardo de La Espriella, quien también habló con la unidad investigativa de El Tiempo, aseguró que lo que está buscando la familia de Ana María “no es plata sino justicia”. En sus manos, y en la de su equipo de abogados, le dijo de La Espriella a ese medio, hay una nueva denuncia en planes.
La defensa de Ana María solicitará el procesamiento de los abogados por el delito de ocultamiento de elementos materiales probatorios. El celular, según las investigaciones que se adelantan sobre el caso, se quedó dentro de la camioneta Kia, que manejaba Naranjo, y que es propiedad de la hermana del acusado.
Según lo que busca denunciar de La Espriella, alguien “robó el celular del carro”. De acuerdo con Cadena, abogado de Naranjo, y futuro abogado de Julián Ortegón, se iniciará una acción legal en contra del conductor que asegura haber llamado para avisar que había visto cómo lanzaban a una mujer de un carro.