Así celebrará la Iglesia católica este miércoles de ceniza, en medio de la pandemia por covid-19

El protocolo fue aprobado por la Congregación para el culto divino y la disciplina de los sacramentos; sin embargo, el arzobispo de Barranquilla, monseñor Pablo Emiro Salas, anunció que en su diócisis no se impondrá la señal de la cruz en la frente de los feligreses.

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Este miércoles comienza la Cuaresma
Este miércoles comienza la Cuaresma en el mundo católico. FOTO: ARTEMIO GUERRA BAZ / CUARTOSCURO.COM

Mañana, 17 de febrero, se celebrará, para los fieles católicos uno de los días más importantes dentro de la religión, el miércoles de ceniza. Esta fecha da inicio a los 40 días en los que la Iglesia llama a los fieles a la conversión y a prepararse verdaderamente para vivir los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Cristo en la Semana Santa”, dice la Agencia Católica de Informaciones (ACI).

Debido a la pandemia del COVID-19, la Iglesia católica presentó una serie de recomendaciones para que este acto que, de acuerdo con la Conferencia Episcopal de Colombia, es necesario que se aplique un poco de ceniza en la cabeza de las personas. Este tipo de eventos se prestan para evadir las medidas de bioseguridad, sobre todo la de distanciamiento social.

En su cuenta de YouTube, la Agencia Católica de Informaciones (ACI) publicó las recomendaciones y el paso paso que deben seguir fieles y curas para disminuir la probabilidad de contagio por covid-19. El protocolo, de acuerdo con la publicación, fue aprobado por la Congregación para el culto divino y la disciplina de los sacramentos. Por su parte, la Conferencia Episcopal indicó que esta ceremonia se realizará esparciendo las cenizas en la cabeza de los fieles, para evitar el contacto con los sacerdotes.

Aunque la cabeza de la iglesia Colombia dio la libertad de que cada obispo determine el procedimiento de aplicación de la ceniza, se emitieron algunas recomendaciones que van en línea con las directrices dadas por el vaticano.

La Conferencia Episcopal invitó a que solo asistan a misa las personas que se encuentren en condiciones de hacerlo, es decir, los seguidores que tengan alguna preexistencia no deberían asistir al culto. Además, bajo la recomendación hecha desde Roma, se sugirió que no se haga la marca de la cruz con la ceniza, sino que esta sea solo echada en la cabeza.

Para las personas que no puedan asistir, la iglesia colombiana aconsejó que se unan a las celebraciones virtuales de cada parroquia. En estas festividades a distancias, se pidió a los creyentes que cuenten con un altar, un crucifijo, una biblia, una cinta morada y un mensaje bíblico escrito.

Esto es para que se garantice que “ las familias puedan comenzar a vivir la penitencia y conversión como preparación para la celebración y vivencia de la Pascua”. También se sugirió conseguir la ceniza bendecida por el párroco y, en caso de no lograrse, se podría hacer su propia ceniza quemando algunas hojas secas del jardín de la casa.

Por último, la Arquidiócesis de Bogotá emitió sus propias normas para esta celebración. La pandemia generada por el coronavirus ha incentivado a la Iglesia a buscar nuevas formas de celebrar y evangelizar”, aseguró la jerarca en un comunicado.

Para esto se crearon tres modalidades en las que la ceniza podría ser aplicada. La primera se basa en encontrarse dentro de la misa, e implica que, por primera vez, esta marca se imponga al final de la ceremonia. Para este situación, se ha dispuesto que a los que asistan se les entregará la ceniza en la mano izquierda y ellos mismos se las pondrán en sus frentes. Los ministros de cada iglesia pasarán repartiendo la ceniza con una cuchara pequeña.

La segunda formalidad se trata de la imposición de la ceniza por fuera de la misa. Se dispondrá de templos, capillas, centros religiosos y otros lugares que “el sacerdote o laico pueda adaptar” para realizar la ceremonia. En este caso se buscará respetar los aforos máximos y que los “fieles” entren por grupos. Después del paso de cada grupo, se hará una desinfección del lugar, para luego dar paso al siguiente grupo.

La tercera y última modalidad, propuesta por la iglesia bogotana, es que la imposición de la ceniza se realice por medio de grupos familiares en los que sus miembros no pueden asistir a misa o ceremonia. En este caso, los curas de cada parroquia entregarían pequeñas porciones de la ceniza “para las personas que la soliciten con la sana intención de celebrar en casa”. Los canales virtuales de cada parroquia se dispondrían para la divulgación de esta última posibilidad.

El arzobispo de Barranquilla, monseñor Pablo Emiro Sala, explicó que en su diócesis, de acuerdo con las instrucciones de la Santa Sede, no se impondrá la señal de la cruz en la frente de los feligreses; en su remplazo, se esparcirá la ceniza en la cabeza de los fieles que así lo deseen.

“Las recomendaciones siguen vigentes. Las personas que por esta época se acerquen no solamente vamos a estar en eucaristía sino que la ceniza no se impondrá en la frente sino sobre la cabeza. Tenemos unas recomendaciones de la Sagrada Congregación del Culto Divino, en la que sugieren que la ceniza se aplique sin que se entre en contacto”, explicó el prelado en diálogo con RCN Radio.

Estos son los pasos que realizará el cura para la celebración presencial:

El sacerdote hace la oración para bendecir la ceniza.

El padre mezcla la ceniza con agua bendita.

El cura pronunciará solo una vez la frase de polvo eres y en polvo te convertirás, la cual, para esta ocasión, no se repetirá por persona.

El sacerdote se limpiará las manos y se pondrá su tapabocas.

El cura definirá si pide a los fieles hacer una fila, conservando la distancia, para imponer la ceniza o si se acerca al puesto de cada uno.

Al momento de imponer la ceniza, el padre no podrá decir nada.

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