Una nueva modalidad de extorsión en el país, se da a conocer con el relato de un joven que lo citaron en una vereda del Valle del cauca, para un supuesto empleo, amenazaron con matarlo, le hicieron creer a su familia que estaba secuestrado y cobraron una millonaria suma de dinero por su “rescate”. Las llamadas se dieron desde una visión del país.
Rubén Castaño Kostina, víctima de extorsión, relató para la W Radio que recibió una llamada donde le aseguraron que tenían una vacante de trabajo y que debía ir a una vereda.
“Yo recibí una llamada diciéndome que había un trabajo y me decían que fuera en la zona rural de Buga, en una empresa que se llama Frigoríficos”.
Primero le hicieron una llamada para comunicarle que había una vacante, luego, de que se metiera a un portal para pasar hojas de vida. “mi error fue decirles, fue por las vacantes que pasé por el portal, y ellos me dijeron si es por eso, estamos interesados en su perfil” narra Castaño.
“Me llené de emoción porque me dijeron que ya tenían el contrato listo y cuando estaba subiendo a la finca, mientras iba en un taxi, la señal se empieza a ir”, relató el joven estafado.
Cuando llegó a la finca le dijeron que se iba a encontrar con el ingeniero John Estiven Becerra y que se lo iban a encontrar en la portería de la asociación. El hombre comenta que antes de ir al lugar el decidió revisar que queda en el lugar y todo parecía estar bien.
Las estafas en los últimos años en Colombia se han disparado, durante el 2020 fueron desarticuladas 54 bandas que venían actuando desde las cárceles, y además, se han adaptado a nuevas formas por la llegada de las redes sociales. Entre esas está, el robo de cuentas de redes sociales para pedir dinero en nombre de los perfiles hurtados, la falsificación de páginas web, vender productos y nunca enviarlos, robar las tarjetas de alguien, hacer llamadas para engañarlas con supuestos secuestros entre otras.
Este tipo de delito, en muchas ocasiones e se hace desde las cárceles del país, el problema radica, en que pese a que los presos no pueden tener celulares al interior de los reclusorios, usualmente los entran de forma ilegal.
Cuando Rubén Castaño llegó a la zona comenzó a preguntar en las tiendas sobre la empresa y el sujeto que le habían nombrado en la llamada y los habitantes del lugar, conocen la empresa y el trabajador con el que supuestamente Castaño se iba ha encontrar.
“Cuando llegue a la finca, salió un señor y me dijo si, es por aquí. Entonces, yo llame al hombre con el que había estado en contacto porque el me había dicho de una portería y no había portería y me dijo que la finca era de los ‘Pacos’ que era más adelante y que debía darle la vuelta a la montaña”, señaló la víctima.
En el momento en que hablaba con el sujeto que le estaba dando las instrucciones, aparentemente el ejército interceptó la llamada, para decirle que está corriendo peligro en la zona, le dijeron que su vida estaba en riesgo y que lo tenían que llevar al monte.
Finalmente, comenzaron a amenazarlo para pedirle los datos de la mamá. Luego cuenta que “llamaron a mi mamá diciendo que me tenían retenido y le dieron toda mi información. Le dijeron que necesitaban una plata para un medicamento y que les consignara en dos cuentas. Ella del miedo consigno todo”, siguió narrando.
Por su parte, el coronel Yeison Javier Ramos, jefe de Operaciones del Gaula de la Policía Nacional, dijo frente al tema que “venimos trabajando con el INPEC para que no se generen llamadas desde la cárcel, además estamos mirando estrategias para bloquear las señales. Esta es una nueva modalidad que se ha venido haciendo desde hace unos meses y estamos trabajando en conjunto con las entidades bancarias para poder incautar el dinero consignado por las víctimas”.
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