Chile, país del sur del continente, ha implementado medidas que pueden evidenciar la ‘mano dura’ del presidente Sebastián Piñera ante la crisis migratoria por la situación desfavorable de los países próximos, en especial Venezuela.
En las últimas horas, el gabinete de Piñera tomó dos decisiones que evidencian la poca aceptación de ilegales que tiene el país austral. Como primera medida, se blindaron las fronteras por medio de la militarización de los territorios que colindan con Perú, Bolivia y Argentina. Además, se conoció que junto a esta determinación se decidió expulsar a más de 100 migrantes de nacionalidad venezolana y colombiana que entraron por la frontera de Colchane, vecino a territorio boliviano.
El anuncio lo hizo el ministro del Interior chileno, Rodrigo Delgado, en una visita a la región de Tarapacá que, según ABC de España, ha recibido en las últimas semanas 1.600 migrantes. Los indocumentados que entraron en enero son en su mayoría venezolanos, los cuales traen consigo niños y muchos son adultos mayores quienes arriesgan su vida por las condiciones de la pandemia.
De acuerdo con la Policía de Chile, tal como recoge el medio El Mostrador, solo este año se reportaron 4.000 llegadas de migrantes a Colchane y se estima que 250 ingresan cada día. A pesar de que la mayoría huyen del régimen de Nicolás Maduro, hay una buena cantidad de colombianos.
“Mañana miércoles saldrá un vuelo desde Iquique [ciudad más cercana a la zona fronteriza en crisis] con más de 100 personas que en su mayoría serán expulsadas por haber ingresado de manera ilegal por pasos no habilitados y están de manera irregular en el país”, dijo Delgado en una alocución el pasado martes junto a los ministros de Defensa y Relaciones Exteriores. Los migrantes saldrán en un vuelo de la Fuerza Aérea de Chile con rumbo a Colombia y Venezuela.
El funcionario recalcó que 11 de estas personas estarían siendo expulsadas por motivos “judiciales” y que “la medida principal para quienes entren en forma irregular es la expulsión”. Además, los miembros del gabinete de Piñera desmintieron cualquier promesa que se haya hecho por parte de las bandas que se dedican al ingreso de personal indocumentado.
“A las personas que piensan venir a Chile y que quieran pasar por un paso irregular y de manera clandestina, esas personas no van a ser regularizadas, no van a tener un carnet de identidad, no van a tener nada que pueda generar esas expectativas que les han generado bandas internacionales”, aseveró Delgado en la misma alocución.
A pesar de la mano dura, también se abrió la posibilidad de tener residencias sanitarias transitorias mientras se tramita la expulsión de dichos migrantes. Dichos recintos estarían a las afueras de los cascos urbanos próximos a las fronteras y se les impondrá cuarentena hasta que se ejecute la deportación correspondiente.
Esto viene después de que, en mitad del año 2020, Chile planeara un plan de repatriación financiado por el Gobierno en el que se planteaba preliminarmente vetar a los migrantes, entre ellos colombianos, por nueve años del país. Esta medida se replanteó al habilitarse vuelos de la Cancillería de Colombia.
El Plan Humanitario de Regreso Ordenado, proceso que iba a ser aplicado en los ciudadanos colombianos varados, consistía en vuelos humanitarios financiados por el gobierno de Chile con el fin de dar retorno a extranjeros en el territorio nacional. Al acceder a dicha repatriación, debían firmar una declaración jurada en la que renuncian a su estadía en Chile y se comprometen a no regresar por nueve años. Estas medidas despertaron múltiples críticas entre las organizaciones humanitarias en pro de los derechos de los extranjeros en Chile.
La crisis migratoria en Colchane que afecta colombianos
De acuerdo con la BBC, hubo una agudización de la crisis con la masiva y repentina llegada de migrantes entre venezolanos y colombianos a Colchane. En la madrugada del miércoles, se reportó la muerte de un venezolano y una colombiana por las condiciones de baja temperatura que se presentan en la frontera recientemente militarizada.
“Estamos viviendo una de las peores crisis humanitarias. Nos encontramos hoy día con 1.800 inmigrantes. La mayor concentración se encuentra en la localidad capital de Conchane, donde habitan 300 personas”, le dijo al medio inglés Javier García, alcalde del territorio fronterizo, quien añadió que el poblado colapsó y que hay cerca de 235 niños en el espacio público.
Además, argumentó que la comuna no cuenta con la infraestructura necesaria para acoger migrantes. “La comuna no tiene electrificación las 24 horas del día. No contamos con supermercados ni con red de alcantarillado. Contamos con un consultorio que diariamente atiende a 30 personas y solamente ayer atendió a 260 pacientes, lo cual pone en evidencia la sobrepoblación y la sobrecarga laboral de los funcionarios aquí”, narró al mismo medio.
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