Buenaventura existe: con una cadena humana de 21 kilómetros, los bonaverenses exigen paz

Los bonaverenses no se rinden ante la ola de violencia que se exacerbó desde finales diciembre de 2020 y que casi a diario les está dejando muertos en sus calles. Para este miércoles tienen planeado organizar una cadena humana de 21 kilómetros de largo, a través de la avenida Simón Bolívar, el principal corredor vial del puerto más importante de Colombia en el Pacífico.

El inicio del evento está programado para las 10 de la mañana, y en 14 puntos de la Simón Bolívar estarán los ciudadanos vestidos con camiseta blanca. Todos se unirán en un fraterno mensaje contra la violencia, desde el kilómetro cero de la avenida en el Bulevar del puerto, hasta el corregimiento de Córdoba.

“El Estado tiene que mirarnos de otra manera porque desafortunadamente estos hechos violentos son producto de la falta de oportunidades. Nosotros vamos a llevar la cadena humana desde el kilómetro cero hasta el corregimiento, que es kilómetro 21. Queremos que toda la gente se tome de las manos”, expresó Cristián Bravo, edil de la comuna 2 y uno de los organizadores de la iniciativa.

La iglesia Católica también se sumó, porque buscan hacer un nuevo llamado al país para que cese la oleada de violencia en el puerto.

“La diócesis de Buenaventura participará en la gran cadena porque estamos preocupados por las muertes, los desplazamientos forzados, el robo, la extorsión, el narcotráfico, las economías ilegales y queremos unirnos con toda la comunidad, con todos los fieles y con todo Buenaventura para unirnos de la mano en una gran cadena para decirle No a los violentos, para decir Sí a la Paz”, dijo monseñor Rubén Jaramillo, obispo en la ciudad portuaria.

En el evento se tiene programado que el prelado realice una oración inicial en el Bulevar del puerto y que posteriormente, pase bendiciendo a los asistentes y a la ciudad.

“Queremos desde el carro de bomberos bendecir este puerto, pedir la bendición de Dios sobre todos nosotros. ¡Qué Dios bendiga a Buenaventura!”, agregó Jaramillo.

Además del mensaje de paz, los organizadores de este evento buscan que la ciudad portuaria deje de estar en el olvido, que finalmente es la raíz de la violencia.

“Es decirle al mundo entero que Buenaventura existe, que nuestra ciudad está en unas condiciones en las que nadie quisiera vivir. Queremos que la inversión social llegue a nuestro territorio”, dijo Wilmar Valencia de la fundación Parte de la Solución no del Problema (Psp).

El martes el defensor del pueblo, Carlos Camargo, sostuvo una reunión con líderes de la comunidad en Buenaventura donde le manifestaron sus preocupaciones por la oleada de violencia que está afectando a la ciudad desde diciembre.

“Como lo hablamos hoy con los líderes, en la Defensoría del Pueblo trabajamos por el restablecimiento de los derechos de toda la comunidad de Buenaventura. Recibimos las inquietudes planteadas, adelantaremos las gestiones pertinentes y haremos seguimiento permanente a esta problemática para que lleguen soluciones prontas y efectivas”, afirmó Camargo.

El organismo recordó la alerta que se envió en enero donde se le advertía a las autoridades la compleja situación de orden publico por la que está atravesando el puerto por la presencia de las bandas criminales ‘La Empresa’ y ‘La Local’, como la división de los grupos ‘Los Shotas’ y ‘Los Espartanos’ cuya lucha por el dominio territorial estaría detrás de la serie de homicidios que viene ocurriendo en la ciudad desde diciembre y que ha afectado a las comunas 7, 10, 11 y 12.

Además advirtieron que en la zona rural de Buenaventura estarían ocurriendo enfrentamientos entre el Eln y disidencias de las Farc, en el corregimiento 8, vereda Sabaletas.

“Se tiene conocimiento de la grave situación humanitaria y de conflicto, porque se ha informado en lo corrido del año sobre 19 desplazamientos masivos intraurbanos en igual número de barrios de las 12 comunas del distrito de Buenaventura. El escenario de riesgo también se extiende a la zona rural en donde se han generado desplazamientos selectivos en los corregimientos 8 y 9, así como confinamiento de dos comunidades indígenas: La Meseta y Nonam Durr”, explicaron en la Defensoría.

Durante la reunión los representantes de la comunidad reiteraron el llamado de que se realice más inversión social en el puerto, porque la falta de oportunidades sería la raíz de la violencia.

“Es necesario que la juventud sea escuchada, que se nos garantice seguridad, oferta institucional, educación y oportunidades”, expresó un joven líder.