El exfutbolista Jeisson Perea, quien hoy se desempeña como entrenador del equipo Gamboa F.C., de Cali, dio a conocer, en las últimas horas, detalles de la forma en que 14 de sus pupilos fueron estafados, en julio de 2019, con la promesa de que viajarían a Venezuela, para reforzar a un equipo de segunda división de ese país; una ilusión que se desvaneció por cuenta de un supuesto cazatalentos.
El culpable fue Carlos Velásquez, un hombre venezolano que se robó la plata que le pidió a los jóvenes, para tener una oportunidad en el balompié profesional. “En el afán de ver a mis jugadores triunfar, se me acercó ese señor y me dijo que necesitaba reforzar a equipos. Él nos pidió una cantidad de dinero para los tiquetes, nos presentó las cartas de invitación de los clubes, y, cuando todo estaba listo para que los muchachos viajaran, desapareció”, le relató el timonel al diario El País, de Cali.
Perea reveló que no fue la única vez que intentaron estafarlos. La situación se repitió meses después, cuando tres agentes les prometieron llevarlos a probarse a Honduras y a República Dominicana, a cambio de diez millones de pesos, pero él, recordando la anterior experiencia, llamó a conocidos en los países centroamericanos y se dio cuenta de que todo era falso.
El exfutbolista subrayó que la situación que vivieron sus dirigidos es similar a la de muchos en Colombia, en el presente, y entregó una radiografía de la situación. “Hay futbolistas, en Tumaco o Chocó, que los sacan con mentiras. Los padres se endeudan con el gota a gota para alimentar la ilusión de sus hijos, pero les roban el dinero. Luego, la familia tiene que pagar la deuda y los jugadores se quedan sin nada”, aseveró.
Desde que fueron víctimas de los estafadores, Jeisson Perea blindó su compromiso con los futbolistas que forma en su equipo y, por esa razón, viajó a República Dominicana con el objetivo de buscar oportunidades reales.
“Fue muy lindo todo lo que me pasó allá y seguimos esperando que se abran puertas por el esfuerzo que se hizo. Lo más importante era desenmascarar a los estafadores. Llegué a encontrarme con futbolistas a los que les cobraron 20 millones de pesos para llevarlos y nunca jugaron. Las dos cosas que pasaron por mi cabeza fueron: qué habrán hecho los papás de ese muchacho para conseguir la plata y que las oportunidades serias existen, pero no hay apoyo para los deportistas”, concluyó en el diálogo con El País.
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