Este 8 de febrero, se conoció que José Luis Ponce, embajador de Cuba en Bogotá, entregó una carta a la Cancillería de Colombia en la que según informó Noticias Caracol, se alerta de un posible atentado terrorista, que sería perpetrado por el Bloque Occidental del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
El informativo nacional dio a conocer que este bloque, en cabeza de alias ‘Pablito’, habría además ordenado el atentado contra la Escuela de Cadetes de la Policía, que dejó 22 policías muertos. “Esa división en el ELN se hace cada vez más visible”, aseguró el Gobierno nacional en diálogo con el noticiero.
Cabe recordar que Cuba fue incluida, nuevamente por el Gobierno de Estados Unidos, en una lista que contiene las naciones que resguardan a terroristas. Así entonces, de acuerdo con información de Noticias Caracol, “justamente esto es una muestra de Cuba para decirle a Colombia que eso no es así y que está dispuesto a colaborar con el país en todo lo que tenga que ver con la guerrilla del ELN”.
El Tiempo dio a conocer a su vez, que el embajador entregó la misma misiva a Carlos Ruiz Massieu, representante y jefe de la misión de verificación de Naciones Unidas en Colombia, así como también a dos miembros de la Iglesia Católica.
Durante la noche de este 8 de febrero, el ministro de Defensa, Diego Molano, y el comisionado de Paz, Miguel Ceballos, respondieron a la alerta:
El correo del ELN donde reconocen nexos con el narcotráfico y hasta un plan para “simular un proceso de paz”
En los últimos días ha proliferado en la opinión pública la tesis de que al interior del ELN hay una división desde tiempo atrás. Un documento enviado por su dirigencia en Cuba a todos los mandos nacionales, en los que se tocan los temas de narcotráfico, la militancia en Venezuela y la necesidad de simular un diálogo de paz, lo confirmaría.
El documento, enviado de manera física nueve días antes de la posesión de Joe Biden como presidente de los Estados Unidos, habría llegado recientemente a sus destinatarios, y la Inteligencia colombiana, que ya lo tiene entre sus manos, lo estaría analizando, de acuerdo con el periódico El Tiempo, medio que divulgó su contenido.
En la misiva, el ELN señala que su lucha subversiva siempre ha sido de “deslinde total de la actividad de narcotráfico” y que “cualquier violación a esa orientación será sancionada severamente”. Según la guerrilla, que algunos comandantes estén comprometidos con esa conducta “antiética y antirrevolucionaria” ha generado cuestionamientos “por todos los lados” y “los afecta seriamente”.
Entre los párrafos del documento al que tuvo acceso el diario El Tiempo, y que deja en evidencia la división interna de esta guerrilla nacida 57 años atrás, sobresale:
En la nueva militancia ha venido calando la idea de que existen dos ELN, uno en Venezuela y otro en Colombia. Que quienes luchan desde el territorio hermano se han aburguesado y alejado de los problemas del ELN en Colombia. Esta es una mentira que el enemigo va difundiendo para ponernos uno en contra de otros y de paso distanciarnos del pueblo.
Según la guerrilla, la deslegitimación a la que ha conllevado sus relaciones con el narcotráfico, así como las especulaciones de los “medios al servicio de la burguesía”, no tienen más que el fin de dividirla, pues los acusan de “vulgares narcos”.
Nuestra política siempre ha sido del deslinde total de la actividad del narcotráfico y cualquier violación a esta orientación será sancionada severamente. El cuestionamiento que nos hacen por todos los lados nos afecta seriamente, pero se agudiza más la situación cuando en la práctica hemos constatado estructuras y comandantes comprometidos con esta actividad totalmente antiética y antirrevolucionaria.
Otro de los temas citados en el documento, y que incluso por encima de lo referente al narcotráfico llama la atención, es el de la necesidad de que parte de los altos mandos, que hoy residen en Cuba, regresen a Colombia. De hecho, el envío de la carta coincidió con la decisión de Donald Trump de incluir a Cuba en la lista “de los Estados patrocinadores del terrorismo”, el 11 de enero pasado, siete días antes de su salida de la Casa Blanca.
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