Dos horas se tomó un grupo de cuatro delincuentes para asfixiar, quemar, golpear y desocupar las cuentas bancarias de Tatiana, una mujer que tomó un taxi en la carrera Séptima en Bogotá, camino a un encuentro con una amiga.
Tatiana, que prefirió reservarse su apellido por cuestiones de seguridad, narró al periódico El Tiempo lo sucedido. Contó que, como de costumbre, salió de su trabajo en el Centro Internacional, en esta oportunidad con el fin de encontrarse con una amiga, razón por la cual detuvo un taxi de marca Hyundai sobre la avenida Séptima con calle 28, frente al Museo Nacional.
Por cuestiones de seguridad, cada vez que se sube en un taxi le envía las placas a su familia, pero esa tarde se le pasó por alto. Aunque sí le avisó a su amiga que iba en camino.
Cuando el automóvil se detuvo en un semáforo, según su testimonió al periódico bogotano, un par de hombres ingresó al vehículo. La intentaron asfixiar, la electrocutaron con un taser hasta quemarla y, ante su intento de defenderse con las piernas, la golpearon en el rostro. Perdió el conocimiento.
Al volver a tener consciencia de lo que ocurría, los tres delincuentes, y uno más, que estaba en moto y era el encargado de desocupar las cuentas, le pidieron las claves para hacer los retiros. Además, la despojaron de su celular. Una vez hechos los desembolsos, llegó la última fase del ‘paseo millonario’, abandonarla en un sector desconocido:
Me dijeron que me bajara y que caminara sin mirar atrás
Si las agresiones y el crimen contra Tatiana fueron indignantes, también lo fue la negativa de ayudarla de un grupo de hombres que tomaban tinto en la calle, cerca del lugar donde el conductor del taxi y los demás criminales la abandonaron.
Fueron los empleados de una obra de malla vial quienes, en medio de la consternación al verla herida y sangrando, la ayudaron. Uno de ellos le prestó el celular para que llamara a su familia, y otro tuvo la amabilidad de brindarle una aromática para que se tranquilizara.
A El Tiempo, Tatiana le dijo que le suturaron la ceja con 12 puntos y que, mediante una radiografía, el personal de salud le diagnosticó una fractura en el hueso malar, debajo de un ojo. La incapacidad médica fue de 23 días.
Como el caso de Tatiana, se han registrado otros tantos en la ciudad. El el Centro Internacional, según ella, algunos de los trabajadores del mismo edificio afirmaron haber sido víctimas de un modalidad de robo similar. Los medios de comunicación incluso han documentado casos en los que, durante el trayecto en taxi, conductores han drogado a las usuarias del servicio para abusar de ellas.
También le puede interesar: